exposición en sevilla
Caca, pis y culos en los cuadros de la iraní Tala Madali en el monasterio de la Cartuja
La artista afincada en Los Ángeles disecciona con humor el lado más reprimido y grotesco del comportamiento humano

Tres hombres a cuatro patas hacen el perro, como si estuvieran haciendo aerobic, mientras expulsan una mierda gigantesca que forma un espectacular árbol de Navidad. Es uno de los cuadros, titulado «Brown Christmas», de la artista de origen iraní Tala Madani, que pueden verse en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en el sevillano monasterio de la Cartuja.
En otro de ellos diez hombres forman un círculo mientras se miran y sonríen unos a otros. Todos están orinando y forman un gran charco en el suelo, una especie de estanque dorado. La obra se llama «Sun Worship» («Culto al sol»).
Tala Madani ha elegido el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), para su primera exposición en un museo español. La artista iraní, con obra en museos norteamericanos, europeos y asiáticos, disecciona sin tapujos el lado más reprimido del comportamiento humano en «Tala Madani. Retroproyección», una muestra coproducida con el Nottingham Contemporary, donde ha estado expuesta hasta el pasado 23 de marzo pasado.
Se trata de 52 piezas procedentes de museos y colecciones de todo el mundo, de las que 41 son pinturas, 10 videoanimaciones y una escultura con videoanimación. Madani utiliza a hombres o «yinn» (figuras míticas que recuerdan a genios del folklore árabe y persa) a los que coloca en acciones consideradas inapropiadas, vergonzosas o incluso grotescas: orinando, defecando o desnudándose física y emocionalmente en grupos o pandillas.
Madani reflexiona con humor sobre la masculinidad, las dinámicas de grupo, la sexualidad, los juegos de poder o la violencia imposible de los dibujos animados. E imagina los rituales extraños y carentes de sentido, según ella, del género masculino. Sus pinturas de grupos de hombres en ropa interior, felizmente inconscientes -y en aparente disfrute- están impregnadas de una sensación de exhibicionismo absurdo. Para Madani «dejo así que hable el subconsciente».
El director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes, sitúa la obra de esta artista, deudora de la pintura norteamericana del siglo XX, entre el expresionismo abstracto y el minimalismo y ve reminiscencias de Pollock, pionero del movimiento «Action Painting» según el cual lo que expresa el lienzo no es una imagen sino un hecho o una acción. En el caso de la iraní estas acciones están relacionadas con los fluidos corporales y las necesidades fisiológicas de los hombres, en momentos sumamente íntimos compartidos de una manera extraña.
También utiliza el humor como herramienta para revelar lo escatológico, aunque la artista iraní considera que éste es un término demasiado pomposo o ridículo para referirse simplemente a «la mierda», que para Freud era el primer regalo que uno hace a sus padres.
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