arte contemporáneo
El CAAC celebra sus 25 años con la exposición más importante del otoño
«El gran silencio» reflexiona sobre el pasado cartujo del monasterio y el vacío en el arte de Velázquez a Doris Salcedo
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) está celebrando sus 25 años con una serie de exposiciones que llegaron ayer a su culmen con «El gran silencio» , que podrá verse hasta el 7 de febrero de 2016 y que reflexiona sobre la estética del silencio en el arte del siglo XX y el pasado del edificio en que se asienta -el monasterio de Santa María de las Cuevas de Sevilla- a partir de los preceptos de la orden monacal fundada por San Bruno. La muestra es la más importante de todas las previstas en Sevilla este otoño .
Esos dos vértices se aprecian en la selección de artistas, donde conviven algunos nombres propios del arte actual, como, entre otros, la colombiana y premio Velázquez Doris Salcedo y Susan Philipsz (Turner Prize), junto a creadores que han realizado intervenciones en la sala de turbinas de la Tate Modern , como Tino Sehgal y Tacita Dean . A ellos se suman artistas barrocos cuyas obras estuvieron en el monasterio de la Cartuja antes de la desamortización de bienes eclesiásticos de 1836, como Velázquez , Zurbarán, Alonso Cano, Juan Martínez Montañés y Valdés Leal , entre otros, que pueden volver a verse en este lugar gracias a préstamos de museos como el Prado, el Nacional de Cataluña, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Bellas Artes de Sevilla.
La exposición plantea un discurso sobre el silencio y el vacío en el arte conceptualmente bien armado, que puede apreciarse en la primera sala y que supone toda una declaración de principios. Un espacio vacío donde una proyección muestra al pianista David Tudor , el favorito de John Cage , «interpretando» una de las piezas más icónicas de la música el siglo XX: la silente «4:33» . El discurso de la muestra está, consecuentemente, reducido a la máxima esencia, lo que requiere un espectador activo y puede resultar difícil para el gran público.
Solo las jaulas colgadas a gran altura de Pepe Espaliú -único andaluz en la muestra y préstamo del Centro de Arte Reina Sofía- rompen este esquema aportando algo de espectacularidad en una obra, que, como explicó el director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes , expresa el «aislamiento social» que sufrió el artista fallecido a causa del sida.
Esa austeridad monacal se desarrolla en una muestra que reúne pintura y escultura , videoinstalación y performance , en un recorrido que también evidencia la austeridad y el recorte de las políticas presupuestarias de la Junta en Cultura. «Es una exposición austera, por la virtud de la orden cartuja y porque vivimos una época austera», señaló el director del CAAC.
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