Hazte premium Hazte premium

cultura

Acuarelas de flores, el adiós de Paco Cuadrado

La galería Birimbao presenta las últimas obras del pintor que falleció el pasado noviembre

El pintor Paco Cuadrado Díaz Japón

Marta Carrasco

Paco Cuadrado (Sevilla 1939-2017), se fue como vivió: pintando. Su fallecimiento el pasado 6 de noviembre dejó una carrera en la que la palabra honestidad coronaba toda su obra. Además, el artista no paró de trabajar hasta casi el último día, a pesar de que su enfermedad no le permitía pintar de pie como era su costumbre.

La galería Birimbao , habitual del pintor desde que abrió sus puertas en 1990, presenta su testamento artístico. «No son obras que estuvieran en su estudio. Nosotros le habíamos encargado una exposición para el final de la temporda, y él empezó a pintar sin pensar que no iba a llegar a verla colgada», dice el galerista Miguel Romero.

Mari Paz, su eterna compañera, le situaba a Paco los objetos para que pintara «y él hizo estas últimas obras en acuarela, algo que nunca había hecho. Hemos presentado 19 piezas bajo el título de “¿Por qué el agua?”».

El éxito de la muestra ha sido tal, que se ha vendido íntegra. «Nos queda una sola obra», dice Romero. «Ha sido increíble porque por la exposición ha pasado no sólo nuestro público habitual, sino también otros pintores, galeristas... ése sí que es un buen homenaje para un artista que siempre tuvo el respeto de todos».

Paco Cuadrado fue activista de izquierdas y víctima de la represión franquista. Afiliado al Partido Comunista en 1959 en París, donde conoció al también pintor Paco Cortijo , con quien años después iniciaría el movimiento conocido como Estampa Popular. Pasó cuatro años en la cárcel franquista en Sevilla y Barcelona donde continuó pintando.

A lo largo de su carrera recibió numerosos galardones, entre ellos, en 1987, el Premio Focus , por la colección de grabados «12 Espadañas de Sevilla», así como el Premio de Pintura de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.

«En este mundo a veces cruel de la pintura, estar en la primera línea depende en ocasiones de cosas que tienen muy poco que ver con el arte. Paco hizo siempre lo que quiso, una pintura honesta y nada artificiosa. Siempre tuvo un criterio justo y creo que en Sevilla nunca se le ha reconocido como debiera, algo que ocurre mucho», afirma Miguel Romero.

Para el galerista, «la etapa de la Estampa Popular se adelantó a su época. De hecho, su pintura siempre se preocupó por temas que le interesaban como la naturaleza y la ecología. Paco ha sido un artista que se ha hecho grande desde la modestia», afirma este galerista.

«Cuando fuimos a verlo, una semana antes de fallecer, nos dijo que estaba pintando flores. Yo le dije que eran unas piezas fabulosas, de enorme delicadeza. Las obras transmiten una vitalidad y una alegría de vivir que es impropia de una persona que estaba ya tan enferma», añade.

En 2009, el artista presentó en la Casa de la Provincia una exposición que conmemoraba sus cincuenta años en la pintura y en 2014 realizó en la galería Birimbao su última exposición individual en Sevilla, en la que rindió homenaje a su mujer, con el título de «El huerto de Mari Paz», en honor a su mujer.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación