libros
La crisis se ha llevado por delante a casi cuarenta editoriales andaluces
La facturación ha caído más de 6,4 millones de euros en cinco años, aunque el sector ve alguna luz al final del túnel
La edición de libros en Andalucía está ahora en peor situación que cuando estalló la crisis. Se han reducido la facturación, el número de editoriales, las tiradas... Solo en Sevilla han desaparecido dos editoriales en los últimos meses, El mono azul y Paréntesis, mientras que otras se replantean su futuro y afinan su estrategia para poder mantenerse.
Todos los editores consultados ofrecen diferentes razones para explicar esta situación. Se podrían resumir, de entrada, en el menor poder adquisitivo de las familias y la caída del consumo de ocio cultural, de un 30% desde 2008. Esto es común al resto de España, pero hay más causas, algunas específicamente andaluzas. Unas tienen que ver con la práctica desaparición de las ayudas de la Junta a a la edición —las cortó en 2010— pero, sobre todo, a la compra de libros para bibliotecas públicas y universitarias.
Otras tienen raíces más profundas y están relacionadas con el bajo nivel educativo de los andaluces, y a mayor nivel de estudios mayor de lectura. Además, comunidad está a la cola de la inversión educativa por alumno y por encima de la media en abandono escolar.
Según un estudio de la Federación del Gremio de Editores de España, el índice de habitantes que leen en su tiempo libre está en el 55,1% en Andalucía, cuatro puntos por debajo de la media nacional y lejos del 71,3% de Madrid. Y si el porcentaje de compra de libros no de texto en Andalucía está en el 35,8%, la media nacional está en el 40,3%.
Completa el cuadro la falta de políticas de fomento de la lectura que sean capaces de crear una red de lectores. «Si hay lectores, hay mercado», afirma David González Romero, editor de Berenice, el sello literario del Grupo Almuzara, quien ofrece otro dato: la bajada de sueldo a los funcionarios en 2010 la notaron en la editorial, por cuanto es un segmento de la población que tiene capacidad adquisitiva y consume ocio cultural. El poeta y editor de Renacimiento, Abelardo Linares, lamenta también el desinterés de los políticos por el libro, salvo contadísimas excepciones. «No hay nadie a quien le interesen los libros, se ha sustituido lo intelectual por lo mediático», asegura.
Los datos del más reciente informe sobre el Comercio Interior del Libro de la Federación del Gremio de Editores son claros: la facturación en Andalucía ha caído entre 2008 y 2013, pasando de 47,63 millones a 41,21; el número de empresas se redujo de 82 a 44, cerrando, sobre todo, pequeñas editoriales. Han disminuido los títulos editados y las tiradas. Por materias ha subido la literatura, frente a la caída de libros de texto no universitarios, pero su facturación es menor: de 4,52 millones a 2,49.
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