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David Gistau, un reportero con licencia para inventar novelas

El periodista y escritor desvela las claves de «Golpes bajos» en el Aula de ABC

Francisco Robles, Nicolás Coronel, Álvaro Ybarra, David Gistau y Rosa Santos J. M. SERRANO

EVA DÍAZ PÉREZ

De alguna forma el columnismo es un breve asalto con ganchos certeros, quizás algún crochet, un buen swing de derecha , un jab de izquierda para terminar. Y una novela puede ser un combate de largo aliento. David Gistau hace del periodismo una velada de boxeo llena de sutilezas y finos sarcasmos y en su última novela, «Golpes bajos» ( La Esfera de los Libros ) propone una historia que es como un espejo de la condición humana, de la sucia versión de la vida.

David Gistau, escritor y colaborador de ABC , protagonizó ayer una nueva sesión del Aula de Cultura de ABC, que patrocinan la Fundación Cajasol y la Real Maestranza de Caballería . Gistau estuvo acompañado por Francisco Robles, director del Aula de Cultura, que consiguió convertir el encuentro en un animado combate de juegos de ingenio para desvelar algunas de las claves de esta tercera novela del escritor y periodista.

La Sala Antonio Machado de la Fundación Cajasol se convirtió en un curioso cuadrilátero con varios asaltos sobre literatura, boxeo, periodismo y política. «Golpes bajos» es una novela que bascula en distintos ambientes, desde los bajos fondos a las altas esferas, se mueve en el mundo de los gimnasios de boxeo del extrarradio, el ambiente frívolo de la televisión y la delincuencia organizada. Todo en un mismo ring, en asaltos que son capítulos de una novela trepidante con aire de la prosa norteamericana de Hammet y Chandler en la que Gistau ha tomado notas de la realidad. «La técnica de construcción de personajes es la de un reportero, un reportero con licencia para inventar, claro », explica el también autor de «A que no hay huevos» y «Ruido de fondo».

La sutileza del boxeo

David Gistau es aficionado al boxeo y, además lo practica, aunque no de manera profesional. «Un combate de boxeo no es sólo pegar. Está lleno de sutilezas, de juegos de piernas, de distancias. Hay lirismo, hay ballet, hay coreografía . Todo eso hay que saber verlo», comentó añadiendo que la estigmatización del boxeo, un deporte que ahora no es popular, sólo ocurre en España. «En la Transición hubo un intento pedagógico para acabar con el boxeo. Y se consiguió. La progresía decidió que al nuevo español democrático no le podía gustar el boxeo».

Gistau, como hace en sus columnas de ABC , demostró su habilidad para desentrañar su época. «Ha terminado una época y ha empezado otra sin saber muy bien cómo. Pero no sólo ocurre en España. La Europa de 1945 se ha terminado y vamos a otra cosa que espero que no construyan Le Pen, Trump o el Brexit. Trump está empeñado en acabar con un orden viejo y fundar un orden nuevo. Es una época triste para ser ciudadano pero apasionante para ser periodista. Es una extraña encrucijada histórica ».

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