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Crítica de danza

La «diosa» de Lauwers cuenta nuestra historia

La Need Company estrena en el teatro Central, «Guerra y Trementina»

Jan Lauwers estrenó su último espectáculo en el Teatro Central de Sevilla ABC

MARTA CARRASCO

Viviane De Muynck es una diosa, y eso lo sabe muy bien Jan Lauwers porque hace tiempo que confía en ella para transportar a la escena esos momentos épicos que conforman la vida de la Humanidad y que él utiliza para sus creaciones.

En esta ocasión, Lauwers vuelve sus ojos a la Gran Guerra, la Primera Guerra Mundial de la que aún quedan algunos fantasmas en su Bélgica natal. Y lo hace con el texto de un libro que relata una historia muy parecida a la de su propio abuelo. «Guerra y trementina» es el diario de un soldado de aquella gran guerra, Urbain Martiens que su nieto, el escritor Stefan Hermans ha relatado en un libro de 400 páginas.

Un hombre que quiere ser pintor, crear belleza, y todo ello se trunca por el conflicto bélico que lo lleva a convertirse en un gran soldado, algo que él narra. La belleza quedó atrás, pero no la muerte. Nunca llegó a ser un pintor , sino un copista con muchas anécdotas vitales. Y en su vida personal, enamorado de una mujer que muere joven, termina casándose con su hermana mayor. Y es precisamente esta mujer la que representa Viviane De Muynck, primero como narradora y luego como esposa y viuda.

La obra es dura, cuenta el relato de forma desgarradora, entre elementos domésticos y escenográficos como el monstruo de metal que parece una gran marioneta. Los músicos-actores están situados en una plataforma móvil y los bailarines, primero detrás de cortinas, y luego en plena escena, hacen una danza física, generando violencia, y sumándose también en el teatro, a la mejor tradición belga y alemana, con escenas verdaderamente desgarradoras.

En una esquina el personaje de Urbain Martiens interpretado por Benoît Gob, hace en escena varios dibujos: el rostro de una mujer, una calavera, el desnudo de su amada, mientras el relato de De Muynck continúa inexorable y el personaje de una inquietante enfermera deambula por todos los cuadros del montaje sin parar.

Magnífica intepretación, intensa y física danza, música hermosa de Willems, sorprendentemente clásica pero al mismo tiempo contemporánea, interpretada con gran virtuosismo, son los elementos de este impactante montaje de Lauwers, en el que el tiempo de guerra es el más largo de todos los capítulos de la obra, que deambula por la performace, el teatro y la danza con pies de plomo.

El «tour de force» de Viviane De Muynck nos recordaba a su intervención en la otra obra de Lauwers «La chambre de Isabelle», pero en esta ocasión con mucho más dramatismo y a veces un cinismo propio de la última parte de su personaje.

Un lujo esta creación de Lauwers que nos hace reflexionar en que..., «si estas cosas producen las guerras..., alejémosnos de ellas lo más posible».

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