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CANCIÓN AUTOR

Marwan: «Mi poesía es muy democrática»

El cantautor y poeta presenta en Sevilla este viernes su último álbum, en el que se incluyen 11 temas y 20 poemas

Marwan actúa este viernes en la Sala X ABC

EZEQUIEL MENDOZA

«Lo siento, pero no localizamos a Marwan en estos momentos, ¿puede llamarle en diez minutos?», explica alguien de su agencia de representación al otro lado del teléfono. No pasan ni cinco minutos cuando uno de esos números infinitos devuelve la llamada.

«Si te paso su número, ¿podrías llamarle por Whatsapp? Es que no le funciona el teléfono», pregunta la misma voz. Tras varios intentos, Marwan, preocupado por no poder hacer la llamada, propone una forma de responder las preguntas de la entrevista: mediant e audios de Whatsapp .

Algo poco ortodoxo y muy «millenial», como sus versos, sus métricas, sus canciones y sus letras. Esas que consiguen miles de «likes» y que, además, van impresas en los cientos de miles de libros que ya ha vendido.

Esas que sonarán en su voz grave este viernes 26 en la Sala X de Sevilla. Marwan, cantautor, poeta e «influencer» de eso que algunos llaman «la nueva poesía», llega a la capital hispalense con un «disco-libro», «Mis paisajes interiores» (2017), debajo del brazo y un nuevo texto titulado «Los amores imparables» esperando desde la imprenta.

«He necesitado 35 años para comenzar a entender que el miedo es el motor que mueve a media humanidad». ¿A qué tiene miedo Marwan?

Tengo muchos miedos, tanto personales como sociales. ¿A qué tengo miedo? Tengo miedo a que me olviden, tanto las personas a las que quiero, como la gente que me apoya en mi carrera musical o poética. La verdad que sí me produce bastante miedo que algún día se olviden de mí. Y luego miedos sociales… la verdad que tengo miedo al devenir de este mundo. No sé si es miedo exactamente o malestar. Un mundo tan sumido en la desigualdad, con gobernantes tan prepotentes y algunos incluso tan peligrosos como Trump... Es algo que produce bastante desasosiego, no sé si miedo. Da miedo porque están pasando cosas malas y me temo que van a seguir continuando.

Y el miedo, ¿se puede vencer?

Esa es la idea. Hay miedos que se superan. Enfrentándose a ellos, algunos sí. Hay que mirar al miedo a los ojos, experimentarlo y, de ese modo, muchas veces desaparece. Muchas veces no solo enfrentándolo o sintiéndolo sino cambiando las condiciones que hacen que semidesaparezca.

Las redes sociales parecen ser el motor de la nueva poesía. ¿Se puede vivir actualmente de la música y la poesía sin los «me gusta» o los «likes?

Desde luego que las redes sociales han sido un medio de exposición básico para muchos de nosotros, sobre todo para los que no teníamos ayuda de ningún tipo. Yo tenía mi propia editorial, mi propia discográfica y movía todo a través del «boca a boca» y a través de las redes sociales. Entonces, esa cantidad de «likes», bueno, más que de «likes», de «compartidos», hizo que mis canciones y mis poemas se expandieran más y me conociera mucha gente y empezara a venir mucha gente a mis conciertos y compraran mis libros. Más que los «likes», los «compartidos» a mí me han ayudado mucho.

En tus entrevistas da la sensación de que tengas que defender tu poesía a cada momento. Pero, también es verdad, que hoy en día se le llama «poesía» a cualquier texto en Instagram…

Estoy de acuerdo con ambas cosas que dices. Critican mucho mis poemas y los de otros compañeros y bueno, yo opino que yo no he inventado nada nuevo. Hay mucha gente que dice que somos la «nueva poesía» pero mí caso no lo es. Yo sigo la estela de ciertos poetas a los que me parezco bastante, como Rodolfo Serrano, como Benjamín Prado, como Karmelo C. Iribarren, como Luís García Montero, aunque a él me parezco un poco menos, o Juan Bonilla, que son poetas de una calidad indudable. Y me hace gracia que digan que nos hemos inventado una cosa o que es directamente prosa lo que hacemos. A mí no me importa si es prosa o poesía, pero yo sigo una línea con estos autores y la continúo. Es verdad que hay cosas a las que llaman poesía que no tienen ningún vuelo poético. Ni en la forma ni en el fondo, que es directamente como una persona hablando. Yo trato que no todo valga, por lo menos en lo que yo escribo, y tratar de dar algo con un cierto calado poético a la gente.

Sacas nuevo libro, «Los amores imparables». ¿Qué cuentas en él?

Es un libro ciertamente continuista un poco, con respecto a todos mis libros. Pero creo que he mejorado. En todos mis libros yo noto una gran mejora a la hora de escribir, a la hora de redactar, de ser más lírico, más poético. Consta de varias partes: una sección de amor, otra de desamor, otra sección que es un libro que está dentro del libro, una sección social, hay otra sección llamada «belleza» en la que trato de realzar la belleza de diferentes cosas de la vida que quizá no tenemos tan presentes. Otra de arte, música y literatura y una sección básicamente de cajón de sastre que se llama «collage». Es un libro muy variado y bastante largo que va a tener 260 páginas, que he estado tres años escribiéndolo y, bueno, ahí plasmo muchas de mis inquietudes. Pero trato de rescatar la cotidianeidad en forma de poesía principalmente. Hablo de muchísimas cosas.

¿Cuánto te expones escribiendo? ¿Cuál es el porcentaje ficción-realidad?

Las canciones son cien por cien de realidad, quitando alguna que le haya hecho a un amigo. Menos dos o tres canciones a lo largo de mi carrera, el resto hablan de mí. En los poemas sí me he permitido buscar la ficción. De repente tengo un hilo y empiezo a tirar y van saliendo cosas, aunque también hay muchísimo de realidad en muchos poemas. Muchos hablan de mí directamente y otros no. De repente empiezo a hablar sin saber de qué y el poema me va llevando y acabo hablando de cosas que sé o he sentido en algún momento. No tiene que ser personal, pero lo es en grandísima parte.

¿Por qué crees que tu poesía conecta tan bien con el público?

Si yo tengo una búsqueda es hacerla sencilla. Tengo obsesión por la claridad, tanto en mi poesía como en mis canciones, aunque a veces si me permito que sea un poco más críptica y quizás no se entienda tanto. Pero siempre me han interesado los poemas y las canciones que entiendo. Eso supongo que ayuda mucho. Creo que conecta mucho con la gente porque posee una cierta… Igual queda pedante que yo lo diga, pero posee una cierta profundidad a nivel psicológico. Trato de explicar cosas complejas, a nivel de psicología, de un modo muy sencillo. Cosas que sentimos todos, situaciones que sentimos todos, trato de expresarlas de un modo sencillo, pero con un toque extraordinario. Rescatando de la cotidianeidad y de lo ordinario una visión especial y mágica. La gente me dice que parece que les estoy contando su vida y que lo hago con una belleza que les llega. Eso me dicen y yo estoy bastante de acuerdo. Cabe también la posibilidad de que esa simpleza o sencillez hace que conecte más con la gente. No es una poesía para paladares excesivamente exigentes, es una poesía para cualquier oído y para cualquier corazón. Muy democrática.

Padre palestino y madre española. ¿Has estado alguna vez allí? ¿Cómo vives la situación desde España?

He estado en Palestina en numerosas ocasiones. Llevo 7 u 8 años sin ir. Entre 2007 y 2009 fui tres veces, dos de ellas a cantar y la otra a rodar un documental y visitar determinados lugares. La situación de Palestina, con la ocupación de Israel y la opresión constante que viven los palestinos… Es una situación que la vivo con muchísima tristeza. Por el sufrimiento de los palestinos y una tristeza multiplicada por ver que la Comunidad Internacional apenas aporta ningún tipo de ayuda, salvo algunos parches. Pero no se toman verdaderas cartas en el asunto ni hay planes de paz. Hay demasiados intereses económicos y estratégicos en la zona y lo acaban pagando los palestinos con su sufrimiento y la verdad que es una situación que vivo con mucho dolor.

Como dice tu canción, «la vida cuesta». Para algunos más que otros, ¿no?

La vida cuesta sobre todo un poco más en el sur que en el norte, eso lo primero. Porque se paga un precio más caro por vivir y porque además cuesta más debido a las dificultades para acceder a los bienes que son esenciales. Eso principalmente. Y sí, a algunos también les cuesta menos porque son más sabios o se toman la vida con más filosofía. La verdad que es una buena pregunta, tiene muchos prismas. Desde el punto de vista de la desigualdad hay gente a la que le cuesta mucho más.

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