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feria de abril

Diego Ventura, novena Puerta del Príncipe

El rejoneador de La Puebla del Río corta tres orejas; Andrés Romero, que tomó la alternativa, dos

Diego Ventura, novena Puerta del Príncipe José Galiana

fernando carrasco

Por novena vez en su carrera ha cruzado el umbral de la ansiada Puerta del Príncipe el rejoneador Diego Ventura. Nueve veces de quien ostenta un récord que será difícil de igualar. Y aún le queda al de La Puebla del Río el festejo matinal del domingo de Feria.

Una tarde que ha estado marcada, no obstante, por demasiado triunfalismo tanto en los tendidos como en el palco, toda vez que el presidente, Fernando Fernández Figueroa, se ha excedido en la concesión de trofeos.

Ventura ha combinado a la perfección el rejoneo efectista y espectacular con otros pasajes mucho más reposados y ortodoxos. Su primero, trotón, ha tenido una embestida ideal para que el jinete se haya gustado en un rejoneo más clásico, dejando llegar mucho al toro a las cabalgaduras. Siempre ha clavado de frente en una versión mucho más pura de su estilo. La suerte de la rosa, con las cortas, en un palmo de terreno, ha sido de lo mejor. Oreja.

Ante el quinto lo ha hecho prácticamente todo Ventura. El astado de Bohórquez, que se ha ido parando conforme avanzaba la faena, ha vuelto a colaborar en esos primeros compases. Lo ha llevado siempre muy cosido a la grupa y al costado. Le costó

a Diego más trabajo al final de la faena, pero puso la plaza en pie con «Milagro» y las cortas. Fulminante el rejón de muerte, cortó las dos orejas. La segunda, quizá demasiado generosa.

Alternativa

Ha tomado la alternativa el onubense Andrés Romero, al que se le ha visto, en su primero, algo nervioso y verde. Tanto que su caballo «Perseo», en los primeros compases, ha recibido una cornada de veinte centímetros. Brusco en los cites, ha llegado al público (muchos partidarios suyos este domingo en el coso del Baratillo) con un rejoneo efectista más que certero. Mal con la hoja de peral y con el descabello.

De todo ha hecho en el sexto, un toro que ha colaborado mucho y con el que ha estado muy animoso aunque algo fallón a la hora de clavar. Pero han primado las ganas siempre. Conecta muchísimo y eso, unido a que ha matado a la primera y el toro ha rodado enseguida, ha propiciado el éxtasis generalizado, que ha llegado incluso a la presidencia, concediéndole las dos orejas. La segunda sobraba.

Andy Cartagena se ha encontrado, por el contrario, con el público demasiado frío a lo que ha realizado en el ruedo. Muy seguro y certero en su primero, un toro manso que siempre ha mantenido en los medios, ha clavado arriba y a la primera. Efectivo en los adornos, las cortas al violín han levantado al público. Mal con el rejón de muerte.

Centrado en el cuarto aunque en esta ocasión clavando demasiado despegado y fallando en determinados momentos. Pero siempre en los medios. Tampoco ha estado acertado con el rejón.

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