¿Dónde está la cabeza de «Avispado», el toro que mató a Paquirri?
La guarda un aficionado, junto a la del último toro que estoqueó esa tarde de Pozoblanco el torero gaditano

A escasos kilómetros de la capital hispalense, en el lugar donde nació el mito del toreo José Gómez Ortega «Joselito el Gallo», Gelves, se halla la cabeza de «Avispado», el toro de Sayalero y Bandrés que acabó con la vida de Francisco Rivera Paquirri aquella tarde del 26 de septiembre de 1984 en Pozoblanco.
La tiene Juan Carlos Lora, un aficionado de esta localidad que durante muchos años ha coleccionado cabezas de toros que han pasado a la historia de la Tauromaquia, preferentemente en la plaza de Sevilla, por haber causado cornadas, dos de ellas mortales.
Este aficionado, que se dedica a la restauración de muebles y antes fue propietario de una bar donde tenía expuestas más de 17 cabezas de toros, fue comprándolas a José Muñoz, mayorista de carne de toro de la plaza de Sevilla y que le vendió las dos primeras, una de ellas la de «Perverso», el último toro que estoqueó Curro Romero en la Maestranza.
A partir de entonces, «Avispado» y «Mosquetero» —el primer toro del lote de Paquirri aquella tarde de Pozoblanco»—, «Cabatisto» y «Avioncito», que dieron muerte en 1992 en Sevilla, respectivamente, a Manolo Montoliú y a Soto Vargas;«Fantasmón», que propinó el gravísimo cornalón a Pepe Luis Vargas en 1987; «Santanero», que sacó el ojo a Lucio Sandín en 1983... toros y novillos que han pasado a la historia, algunas de cuyas cabezas han sido ya vendidas, caso de las de Montoliú y Soto Vargas, «que me las compró un particular de Barcelona y ahora mismo están allí».
Guarda con especial devoción la de «Avispado» pero señala que «esta cabeza, por lo que significa, debería estar en un museo donde pudiese exhibirse y explicarse la historia de este toro y el torero al que mató».
Dice Juan Carlos Lora que ha recibido muchas ofertas por la cabeza de «Avispado» pero que de momento «no la he querido vender, aunque estoy abierto a quienes estén interesados en adquirirla. Ya digo, no es para estar en una casa particular».
Por el momento, la cabeza del toro de Sayalero y Bandrés continúa en Gelves. Y añade su propietario que es un toro que mató a un torero y «que el otro diestro, El Yiyo, que le dio muerte, también lo mató otro toro al año siguiente».
«Avispado», treinta años después de la tragedia de Pozoblanco, sigue estando presente a las puertas de Sevilla...
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