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UNA VIDA CONSAGRADA AL CABALLO

Ángel Peralta: la revolución del toreo a caballo

Fue el rejoneador más importante del siglo XX, con 55 temporadas en activo, y cultivó también la literatura y el teatro

Ángel Peralta saliendo a hombros de la Real Maestranza ABC

J. M.

La historia del toreo a caballo sería muy diferente sin la gigantesca figura de Ángel Peralta , que ha fallecido este sábado a consecuencia de un fallo cardíaco.

Nacido en La Puebla del Río en 1926, el conocido como «El Centauro de las Marismas» revolucionó el toreo a caballo, convirtiéndose el gran rejoneador del siglo XX , no sólo por las innovaciones que introdujo en la lidia, como el toreo a collera que ideó junto a su hermano Rafael, sino por su carrera abarca más de medio siglo - estuvo 55 años en activo -, muchos de esos años en lo más alto del escalafón.

Rejoneador espectacular, fue el encargado de profesionalizar el rejoneo moderno en España al crear numerosas suertes como las cortas a dos manos o las rosas.

Este rejoneador debutó en los años cuarenta en la sevillana plaza de La Pañoleta y desde entonces sus intervenciones en todas las plazas españolas se contaron por triunfos, abriendo la puerta grande en numerosas ocasiones tanto en la Real Maestranza de Sevilla como en Las Ventas en Madrid .

Su faena cumbre en Sevilla fue en 1971 , cuando se convirtió en el primer rejoneador en la historia en cortar un rabo , aunque también son recordadas sus actuaciones en 1979 y 1993, en una corrida para conmemorar los cincuenta años de su presentación en la Real Maestranza.

En octubre de 1960 obtuvo en Wembley , Inglaterra, el máximo galardón de la Muestra Ecuestre Internacional, las «Espuelas de Oro», con su caballo «Faraón». Un año después, en febrero de 1961, realizó exhibiciones en Berlín , y en octubre de 1962 en el «Empire-Pool», en Londres .

Su pasión por el caballo le hizo montar hasta que cumplió los 88 años de edad y promover la carrera de figuras del rejoneo, la última de ellas la francesa Lea Vicens , que lleva más de ocho años instalada en el Rancho El Rocío , la finca de Peralta en La Puebla del Río.

Junto a su trayectoria taurina, Ángel Peralta desarrolló una obra literaria, en la que destacan su escritura aforística que él definía como «cabriolas» , aunque también cultivó otros géneros.

Sus producción literaria está en «Cabriolas» (Sevilla, 1960); «Caballo Torero» (Colonia, Alemania, 1971), libro de colección con aguatintas del pintor Capuletti ; «Cucharero», con una edición en francés; «Mi sueño con el Pájaro y el Toro» (1995); «La sabiduría de un jinete» (2011); «El mundo del caballo y del toro a cielo abierto» (2012) y «El Centauro de Las Marismas» (2017).

Además, el rejoneador participó en montajes teatrales junto a la compañía sevillana La Cuadra , con cuyo director, Salvador Távora , le unía una gran amistad. Así, Ángel Peralta participó en los montajes de «Carmen» y «Don Juan en los ruedos» , así como un homenaje a Fernando Villalón para la Feria Mundial del Toro.

El cine tampoco fue ajeno al rejoneador, quien participó en películas como «La princesa de Évoli» (1955), de Terence Young y protagonizada por Olivia de Havilland , así como en «Cabriola», junto a Marisol (1965), y «La novia de Juan Lucero» (1959), con Juanita Reina .

En 2013 fue condecorado con la Medalla de Oro a las Bellas Artes , que concede el Ministerio de Cultura por los 55 años que estuvo en activo, los cerca de 6.000 toros que lidió durante su carrera, sus grandes éxitos profesionales, como las cuatro orejas y rabo que cortó en Madrid en 1971 y por dedicar toda su vida a la cría de caballos , tanto el pura raza español como el de deporte para rejoneo y competición.

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