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ENTREVISTA

Demetrio Pérez Carretero: «Hay que hacer un análisis autocrítico y creativo de la Fiesta»

El delegado de Interior quiere abrir el debate para cambiar el Reglamento taurino

ROCIO RUZ

LORENA MUÑOZ

Demetrio Pérez Carretero (Camas, 1964) es desde julio de 2015 director general de Interior, Emergencias y Protección Civil de la Junta de Andalucía. Fue delegado del Gobierno y en su cartera se encuentran las competencias taurinas pero es, ante todo, aficionado a los toros desde niño, cuando iba con su padre a la peña de Curro Romero. Tiene claro que el papel de la Administración «no es protagonista pero sí un dinamizador permanente de la Fiesta Taurina». Hace balance de la temporada sin perder de vista tres asuntos que, a su criterio, «son mejorables»: el Reglamento, la regulación de los festejos y las escuelas taurinas. Asuntos que se pondrán encima de la mesa en el Consejo de Asuntos Taurinos de Andalucía (CATA) que se reúne la próxima semana.

-¿Cree que la Administración está haciendo los deberes?

-Siempre se puede hacer más y aunque deban ser otros quienes valoren, Andalucía lo está haciendo bien. Compromete una partida presupuestaria cada año a la promoción de la Fiesta apoyando a las escuelas taurinas, que en 2017 será de cien mil euros. A esto se une la aportación de la RTVA para las retransmisiones. Desde el punto de vista normativo apostamos por la mejora, el seguimiento y la mejora. La Fiesta es un fenómeno económico, medioambiental y cultural y Andalucía tiene que renovarse.

-¿En qué líneas trabajan?

-Por un lado, aligerar la normativa e incluir a las localidades andaluzas que tienen fiestas y tradiciones en torno al mundo del toro que no están incluidas y que tenemos que proteger En 2015, de 700 festejos taurinos, casi 400 fueron festejos populares. Los toros son parte de muchos pueblos andaluces.

-¿Cuál es el trabajo con las escuelas?

-Con la federación de escuelas estamos trabajando para modernizar la norma. Andalucía fue la primera en regular la materia y hay que apostar porque la escuela sea un complemento a la educación obligatoria. Queremos formar toreros y personas.

-Hay quien no es partidario...

-El fomento es lo que justifica que se invierta dinero en la tauromaquia. Es un proyecto igualitario, ya que para muchos sería imposible acceder al mundo taurino de otra forma. Si no impulsamos las clases magistrales ¿quién lo va a hacer? Si no hay cantera, no hay futuro.

-Algunos piden cambios en el Reglamento. ¿Qué puede avanzarnos?

-Estoy muy centrado en que debe mejorar el trato al toro de lidia desde el campo hasta la plaza. Y en la liturgia ajustar mejor los tercios. Queremos abrir un debate en torno a cuestiones como si tienen sentido las banderillas negras, que la duración del festejo sea menor, si es necesario que salgan dos caballos de picar, si hay que cambiar la puya o incluso si hay que dar orejas o sustituirlas por otro premio, además de regular el toreo a caballo.

-También se habla de la puntilla y el descabello.

-Hay muchas materias objeto de debate. La puntilla genera una tensión innecesaria. ¿Se puede cambiar? Seguramente sí. La tradición ha ido renovándose y evolucionando. Hay un sistema más moderno que hace que el toro sufra menos. Veamos si queremos implantarlo.

-¿Teme que haya oposición?

-No queremos avanzar sin hablar con todos los sectores porque parece que se sienten amenazados. Los cambios del reglamento deben ser fruto de un debate de todos mirando hacia el futuro, buscando la modernización y la viabilidad de la Tauromaquia.

-¿Cree que encontrará frenos?

-En este mundo existen los puristas y los que no lo son. No se trata de perder la esencia de la Fiesta. Los debates son necesarios pero generan tensiones. Ya tenemos reglamento, ahora toca debatir si hay que modificarlo o no para mejorarlo. Si decidimos que no hace falta, tendremos que asumirlo. Hay que hacer un análisis autocrítico y creativo de la tauromaquia.

-¿Qué cuestiones hay que mejorar?

-Soy consciente de que hay que darle más autoridad al aficionado para que valore las faenas de los toreros. Hay que agilizar los trámites administrativos y regular las plazas portátiles. Y también mejorar la formación de los presidentes y los veterinarios para alcanzar criterios comunes.

-¿Deben ser profesionales los presidentes?

-No soy partidario pero sí creo hay que mejorar mucho la formación y la coordinación. La faena es subjetiva desde el punto de vista creativo pero sí debe haber criterios homogéneos.

-¿Cómo han ido los números en 2016?

-Aún no manejo datos definitivos pero el número de festejos de este año ha sido similar al de 2015. La asistencia a las plazas ha dejado de caer y empieza a repuntar. Muchos pueblos están incorporando toros a sus fiestas porque se piden más autorizaciones.

-¿Se han politizado los toros?

-El conjunto del país vive en las trincheras, o te gusta esto o te gusta lo otro. Para los toros es un momento difícil pero las posiciones de libertad no son discutibles. Es un espectáculo legal y hay que respetar que el aficionado que le gustan los toros expresa un sentimiento y defiende una cultura.

-¿Tienen más voz los animalistas?

-Creo que es un problema de modas y ahora se ha puesto de moda gritar, sustituir el diálogo por el insulto.

-¿Por qué se autorizan manifestaciones a pie de plaza?

-No quiero caer en el error de decir a un responsable público lo que tiene que hacer pero no se puede autorizar en un lugar donde lo único que puede generar es un conflicto ciudadano.

-¿Es una buena noticia la sentencia de Cataluña?

-Para los taurinos parece positiva, pero si la leemos es un problema más de fondo que de forma. A Cataluña llegarán los toros cuando convenzamos, sin imposiciones ni radicalismos. Hace falta mucha pedagogía taurina.

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