El mini San Fermín sevillano organizado por Morante de la Puebla se hace grande
El jugador del Betis Joaquín Sánchez imitó a Lopera durante el pregón previo al evento
El día ha amanecido en La Puebla del Río respirando tauromaquia. La megafonía de la plaza de toros dispara de forma atronadora los compases de «El gato montés» y un sinfín de pasodobles más que anuncian desde primera hora de la mañana que este sábado el protagonista exclusivo es el toro y el arte de Cúchares. Un incesante trajín de jóvenes (y no tan jóvenes) ataviados con pañuelos rojos y azules —en honor a los colores del escudo del pueblo— invaden las calles del centro, en especial la Larga , donde a mediodía ha tenido lugar el esperado encierro de los erales de Zalduendo .
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Una jornada festiva la que se ha vivido este sábando en La Puebla del Río, un municipio que ha visto cómo por tercer año consecutivo se duplica su población por un día —pasa de 12.000 a más de 25.000— gracias a un evento taurino organizado por el cigarrero más universal, el torero Morante de La Puebla , y el Ayuntamiento local. Un espectáculo que se va consolidando y que congrega a multitud de aficionados con ganas de pasarlo en grande. En este sentido, cabe destacar que hasta el municipio ribereño se han desplazado personas llegadas de numerosos puntos de la geografía española. Es el caso de Andrés Madoz , que ha venido expresamente desde Logroño para correr el encierro. «Ya vine el año pasado, y mientras pueda pienso seguir haciéndolo. Voy a diferentes encierros a lo largo del año y puedo dar fe de que es una pasada el ambiente que se vive aquí este día, es una versión en miniatura de los sanfermines pero con el añadido de la simpatía y el cachondeo andaluz».
El bético Joaquín imitó a Lopera en su pregón
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A mediodía, el futbolista del Betis Joaquín Sánchez , acompañado de Morante, ha sido el encargado de prender el chupinazo ante la algarabía de las miles de personas que abarrotan la calle. El portuense, con su gracia característica tiró de su repertorio humorístico e imitó desde el balcón a Manuel Ruiz de Lopera : «¡Estábamos en la UVI!, ¡Nadie daba un duro por nosotros, os entrego un Betis libre!», gritó. Minutos después, el estruendo de una traca anunció que en breve se abrirían los portalones de los corrales . Los cantos al patrón San Sebastián y las sevillanas cigarreras daban paso a la tensión y la adrenalina de la carrera. Un encierro rapidísimo y limpio de apenas dos minutos en el que, salvo alguna herida provocada por caídas, no ha habido que lamentar percances de gravedad.
Tras la llegada a la plaza con una velocidad de vértigo de los erales y los corredores, se ha soltado una becerra para que los aficionados puedan matar su gusanillo torero.
Posteriormente la fiesta ha vuelto a las calles, donde a ritmo de charanga el numeroso público ha cantado y bailado la «Chica yeyé» (un claro guiño a los sanfermines), clásicos de Rafaella Carrá y un largo repertorio de éxitos. Para templar los nervios de la carrera, ya en torno a las dos de la tarde el Ayuntamiento ha ofrecido una paella gigante en el parque, donde un radiante sol ha sido testigo del espectacular ambiente festivo que predomina durante toda la jornada.
A partir de las cuatro de la tarde, el protagonismo vuelve al ruedo cigarrero, donde se lidiará una novillada sin picadores a cargo de Rodrigo Pipió, El Lauri, Jesús Cuesta, Álvaro Romero. Tras ellos tendrá lugar el espectáculo de El Toronto y sus enanitos toreros.
De este modo, esta tercera edición consolida el san Fermín sevillano ideado por el diestro cigarrero, que cada año cuenta con más adeptos.
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