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Balonmano - Europeo de Hungría y Croacia

España se viste de plata

La selección choca con Noruega en una disputada final en la que trató de tú a tú a la campeona olímpica (28-25)

España se viste de plata afp

Laura Marta

Seis años después, otro Noruega-España en una final de un Europeo. Más madurez y más ganas de revancha, de reivindicar por fin un puesto por el que la selección española de balonmano lleva años luchando. «Hay que creer, y disfrutar», expresaba Jorge Dueñas pocos minutos antes de empezar el partido. Creer, porque enfrente, las noruegas son las actuales campeonas olímpicas y de Europa, y que ya dejó sin oro a España en Macedonia 2008.

Se necesitaron unos minutos para quitar los nervios. Mangué no pudo lanzar y fue Noruega la que abrió el marcador. Había respeto y muchas ganas que había que canalizar hacia el gol. Cabral celebró el primer tanto español, la confianza en forma de gol. Impulso para que la selección se quitara los miedos y tratara de tú a tú a las noruegas, con igualdad durante los primeros siete minutos y secando al rival durante otros diez.

La defensa funcionó muy concentrada y forzó las pérdidas de balón de Noruega, que no encontraba huecos y cuando lo hacía chocó con Silvia Navarro. Con un parcial de 0-5, España se puso hasta con cuatro goles a favor en mitad de la primera parte. Un trabajo fantástico con la defensa 6:0 estaba dando un resultado espectacular en el último día de torneo, como habían hecho en los días anteriores.

Bajón en la segunda parte

A falta de cinco minutos, las chicas de la selección comenzaron a pensar en el descanso. Necesitaban un refresco y aprovechó Noruega para acercarse en el marcador. Tanto, que los dos goles de ventaja que se consiguieron antes de que terminaran los primeros treinta minutos se diluyó al inicio de la segunda. Fueron los minutos de la incertidumbre. Dueñas buscó la calma, la tranquilidad, la que tan bien había funcionado en las primeras partes del torneo. Temió el bajón que había atenazado a la selección en los partidos contra Rumanía y Montenegro .

Noruega también había estudiado a las españolas y presionó sus nervios hasta irse de tres goles en el marcador. Solberg frenó en seco los ataques, se convirtió en la pesadilla de Mangué, Pinedo, Cabral, que se quedaron sin anotar durante más de seis minutos.

Nerea Pena y Martín reaparecieron para dar aire fresco a falta de diez minutos, en los que se acercaron a uno a las noruegas. El oro para la pamplonesa significaba mucho más que un premio dorado, es un pasaporte directo a los Juegos de Río 2016. La rabia con la que celebró sus tantos simbolizaba las ganas de ganar de la selección, que se dejó todo en los últimos minutos.

El lanzamiento de Pena que paró la guardameta rival también reflejó lo que había sido la segunda mitad: el empuje de Noruega y el bloqueo español, con Solberg convertida en una muralla en la que chocaron las esperanzas de las de Jorge Dueñas. Lo tuvieron tan cerca que sabe todavía peor esta ocasión que en la de 2008, donde Noruega superó con amplitud a España. En cualquier caso, una plata como premio mayúsculo para una selección que han vuelto a hacer vibrar a todo un país y que siguen manteniendo ese espíritu de lucha que contagió a los seguidores españoles desde ya antes de los Juegos de Londres 2012.

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