Hazte premium Hazte premium

Final de la Copa del Rey

Bale tiñe de blanco la Copa del Rey

Un gol del galés cuando peor lo pasaba el Real Madrid le da el primer título de la temporada a los blancos ante un Barça combativo

Bale tiñe de blanco la Copa del Rey afp

Emilio v. escudero

La historia se repitió tres años después. El Real Madrid se proclamó campeón de Copa ante el Barcelona en Mestalla, aunque esta vez no hubo que recurrir a la prórroga ni a la cabeza de Cristiano Ronaldo. El protagonista fue el otro hombre de oro del Real Madrid , Gareth Bale , cuya galopada a falta de cinco minutos certificó un triunfo muy sufrido de los blancos, que se hacen con el primer título de la temporada ante un Barça que sólo creyó en la victoria tras el empate de Bartra. [ Estadísticas de la final de la Copa del Rey ]

Habían pasado tres años desde la final de 2011 , pero el partido fue un calco de aquel en los planteamientos. Dio igual que en los banquillos no estuvieran ya Mourinho ni Guardiola, ni que Ronaldo lo tuviera que ver desde la grada. Con protagonistas diferentes y tres años después, el inicio fue muy similar, con un Real Madrid agazapado y un Barça dominador al que le costó encontrar la portería de Casillas. [ Las mejores imágenes del partido ]

Ancelotti acertó dando el puesto de titular a Isco, más centrado que nunca en labores defensivas, pero con el mismo guante de seda que de costumbre. La responsabilidad de verse casi ante su única oportunidad de título esta temporada le pasó factura al Barça en los primeros minutos, en los que mandó el Real Madrid.

Bale, que jugó por la izquierda en ausencia de Cristiano, fue el protagonista de las dos primeras acciones con peligro. En la primera cruzó demasiado el balón y en la segunda, un aviso de lo que vendría más tarde, golpeó con su disparo en los pies de Mascherano.

La presión de Isco

Muy centrado en la presión, el Real Madrid sacó fruto a su esfuerzo a los diez minutos. El menos dotado para el robo fue el más listo. Isco le quitó la pelota a Alves e inició un contragolpe que destapó las carencias del Barça. Tres toques fugaces entre el malagueño, Bale y Benzema dejaron a Di María con vía libre hacia la portería de Pinto, demasiado lento de reflejos ante el disparo cruzado del argentino, cuya posición en el arranque de la jugada era dudosa .

El tanto ejerció un efecto positivo en el Barcelona. Sin nada que perder y con el marcador en contra, los azulgranas se lanzaron al ataque y merodearon por el área de Casillas . Tocaba y tocaba el Barcelona, pero sin profundidad. Posesión estéril que se perdía casi siempre en la banda de Alves, cuyos centros sin tensión eran pan comido para la zaga blanca.

Jordi Alba, en un cabezazo tímido, fue el primero en probar a Casillas, muy tranquilo durante toda la primera mitad. El dominio era azulgrana, pero el peligro no. Encerrado atrás, al Madrid le bastaba con dos toques para asustar a Pinto. Di María, omnipresente, era el centro de operaciones. El hombre para todo. Toque, desmarque, apoyo, robo... Lo hacía todo y todo lo hacía bien. Isco, tras una gran jugada de Bale, y Benzema, que no conectó bien un centro del argentino, pudieron hacer el segundo ante la inoperancia ofensiva del Barça. Sólo Messi, en un balón suelto, pudo avistar de lejos la portería blanca.

Empate de Bartra

El panorama no cambió tras el descanso, con la única variación de Adriano por el lesionado Jordi Alba . La necesidad del Barça dio más espacios al Real Madrid, brillante en la presión. El exceso de confianza de la zaga azulgrana dio varios sustos a su hinchada y el Madrid rozó el segundo.

Lo tuvo primero Bale , con una galopada en solitario que no encontró portería y poco después el galés voleó alto con todo a favor. Eran los mejores minutos del Madrid, con el Barça sin argumentos. Benzema aprovechó la empanada azulgrana para robar arriba y forzar un córner que acabó en gol... pero Mateu Lahoz lo anuló por fuera de juego de Bale.

En pleno desconcierto blanco, el Barça encontró el oasis en un saque de esquina que Bartra cabeceó de manera magistral a la red. Imposible para Casillas. Empate cuando menos lo merecía, pero justo por su dominio de la pelota.

Quedaban viente minutos y empezaba un nuevo partido. El Barça ganó terreno con la entrada de Pedro, al tiempo que lo perdía el Madrid con el cansancio de Di María. Rondaba el gol el equipo de Martino , más fresco, acunado por el tanto de Bartra. Movía bien la pelota fiel al estilo que le había dado tantas alegrías.

Vivía tranquilo el Barça, pero no contaba con el último resuello blanco. Una carrera de esas infinitas en las que Bale no tiene rival. Bartra, visiblemente mermado, no lo pudo contener y el galés se lanzó como un poseso hacia la portería de Pinto. Galopada en pos de un sueño. El que llevaba persiguiendo desde que era un niño. Por detrás, el central, superado, le persiguió como si fuera su última carrera, pero sólo pudo olfatear su sombra mientras la figura de Pinto se hacía más y más pequeña. Cuando Bale llegó a la altura del guardameta, hizo lo único que le quedaba. Metió la puntera y le superó con una facilidad pasmosa. Un gol de 91 millones. El primero decisivo de verdad .

La Copa volaba en ese momento hacia Madrid, con cinco minutos por jugarse en los que el Barça hizo más que en los otros 85 por conseguir un gol. Neymar, desaparecido durante todo el encuentro , tuvo el empate en sus botas. Un mano a mano en el que el brasileño superó a Casillas y cuyo disparo se estrelló en el palo. Fue la última. Casi la única con el gol de Bartra. Demasiado poco para levantar un título que se le resiste a los azulgranas por segunda temporada consecutiva. Un título que ya es la Copa de Bale. La primera de Ancelotti.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación