La llegada de Rami al Sevilla cubre una de las necesidades marcadas en rojo en la agenda de la dirección deportiva del club de Nervión. Tanto Monchi como el entrenador del equipo, Unai Emery, tenían claro a la hora de confeccionar el plantel con el que el Sevilla regresa a la Liga de Campeones, había que incluir en la zona defensiva un jugador expeditivo en el juego aéreo y con experiencia en partidos internacionales, que sirviera como baza óptima en una terna que completan Carriço y Pareja, sobre todo recordando que el central argentino no estará disponible hasta bien iniciado el campeonato. Obviamente, sin olvidar la aportación de Kolodziejczak, aunque éste presenta unas condiciones de juego bastante diferentes de las del recién incorporado Rami.
Así, además de la efectividad de Rami en el juego aéreo, lo que incluso le lleva a ver portería en las jugadas a balón parado, una de las armas tácticas habituales de los equipos entrenados por Emery, el que hasta hoy era defensa central del Milan tiene a su favor que conoce perfectamente la Liga española tras su paso por el Valencia. Rami, que ha sido 26 veces internacional con la selección de Francia, también es recordado por los problemas que tuvo en la capital levantina tras unas polémicas declaraciones en las que arremetió contra el técnico Miroslav Djukic y contra algunos compañeros, lo que propició su salida del club rumbo a Milán.
Su capacidad de anticipación, su contundencia y su buena lectura del juego a nivel táctico hacen de Rami un defensa con recursos al que Unai Emery debe ahora sacarle todo el jugo posible.