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La stevia, un «dulce cultivo» para el Valle del Guadalquivir

De las hojas de esta planta se obtiene un potente edulcorante natural, 40 veces superior a otros endulzantes artificiales, y es apto para personas con diabetes y colesterol

La stevia, un «dulce cultivo» para el Valle del Guadalquivir abc

INMA LOPERA

Cada vez es mayor el interés de los agricultores andaluces por cultivos alternativos y novedosos como es el caso de la stevia, una planta originaria de Paraguay que tiene en jaque a todos los edulcorantes de laboratorio, ya que sus hojas producen un endulzante natural hasta 40 veces superior a otros artificiales y que además es apto para personas con diabetes y problemas de colesterol.

El cultivo se introdujo en Andalucía hace unos cinco años de la mano de la Asociación de Amigos de la Stevia Andaluza , y aunque su producción es todavía minoritaria y experimental, lo cierto es que «la planta está presente en todas las provincias de la comunidad, especialmente en la Axarquía, como alternativa a cultivos tradicionales como el tabaco y la caña de azúcar, y en la zona del Valle del Guadalquivir, en las provincias de Sevilla y Córdoba», declara Pablo Domínguez, portavoz de la asociación y gerente de la empresa Cultura Stevia, centrada en la venta de plantones in vitro.

Se trata de una planta que requiere agua y temperaturas cálidas, por lo que «el desarrollo del cultivo en fincas de Lebrija, Utrera, Los Palacios, Lora del Río, Palma del Río, Posadas o Villarubia, es decir, toda la franja del Bajo Guadalquivir, ha tenido unos resultados óptimos», señala el portavoz de la asociación.

Estos buenos resultados los confirma también José María Tirado, ingeniero técnico agrícola y miembro del Grupo de Desarrollo Rural (GDR) Medio Guadalquivir, que hace dos años introdujo el cultivo de la stevia como iniciativa innovadora en la comarca, sembrando de manera experimental media hectárea en el campo de demostración que gestiona el GDR en una finca entre los términos de Posadas y Palma del Río, en Córdoba.

Las conclusiones del Departamento Agronómico del Grupo de Desarrollo Rural señalan que «el cultivo se adapta totalmente al clima del Valle del Guadalquivir, con un alto rendimiento y sin problemas significativos para su desarrollo».

El pasado 10 de diciembre, el GDR comenzó el corte de la producción de stevia obtenida que pasará a la zona de secadero, para conocer la cantidad de materia prima que se ha conseguido. Los resultados de la pasada campaña fueron de más de 3.000 kilos de materia seca por hectárea, con un contenido en glucósidos del 15%, «una rentabilidad óptima para este cultivo», recalca Tirado.

La stevia pertenece a la familia del girasol, lo que da una idea de sus enormes posibilidades de desarrollo en Andalucía. Estas exponenciales expectativas atrae no sólo a agricultores, sino también a empresarios como el hispalense Julio González, cuyo proyecto pasa por sembrar unas 60.000 plantas en la zona del Aljarafe sevillano bajo la normativa de la producción ecológica, en colaboración con el agricultor y profesor de la Universidad de Sevilla, Antonio Franco; y de la empresa Stevia Jaén, que cultiva otras 15 hectáreas en dicha provincia. Esta iniciativa ya cuenta con clientes en el mercado internacional, a los que se les proporcionarán las hojas en seco.

Un alto rendimiento

La stevia tiene un marco de siembra de 65.000 y 70.000 plantas por hectárea, con una productividad por planta de 60 gramos de hoja seca. A lo largo de su ciclo precisa de tres cortes mínimos, de los que se obtienen 4.000 kilos de hoja por corte y por hectárea, e incluso se puede añadir un corte extra más si la climatología acompaña con una primavera temprana y un otoño tardío.

El cultivo ha demostrado gran resistencia a plagas, insectos y hongos, y es apta para cultivar también a pequeña escala, en huertos particulares.

Actualmente sólo se puede comercializar las hojas secas como edulcorante, con un precio en origen en el mercado nacional que varía entre 5 y 10 euros/kilo, dependiendo de la calidad, y que alcanza hasta los 25 euros/kilo en los países europeos, sobre todo en Francia y Alemania.

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