economía
Reinventando la industria manufacturera del corcho
La empresa sevillana Rural Cork apuesta por la innovación en la transformación del corcho, usando la materia prima de la dehesa para el diseño de artículos y complementos de moda
La piel que viste a los alcornoques de la dehesa, el corcho, es la base para la elaboración de una gama de productos de papelería, complementos y de moda natural, ecológica y exclusiva realizada en Sevilla. Tras esta iniciativa se encuentra el matrimonio formado por Concha Rodríguez y José Joaquín Suárez, propietarios de 1.200 hectáreas de encinal y alcornocal en Santa Olalla del Cala, en la provincia de Huelva, por lo que hace ocho años decidieron «reinventar» la industria corchera y crearon la empresa Rural Cork, la única en España dedicada en exclusividad a la creación de productos originales realizados con corcho.
«Mi abuelo y mi padre tuvieron fábricas de corcho, por lo que yo siempre tuve intención de montar un negocio relacionado con este producto que escapara al oligopolio portugués que hoy supone el sector de la fabricación del tapones para el vino», explica José Joaquín Suárez, administrador de la sociedad, por lo que «apostamos por la innovación en la transformación corchera y nos decidimos a competir en el mercado con productos diferenciados y de máxima calidad», comenta.
Con la materia prima de sus dehesas, pioneras en la provincia onubense en estar certificadas con el sello FSC de gestión forestal sostenible, y de la que extraen unos 30.000 quintales de corcho en cada periodo de saca (que en Andalucía se produce cada nueve o diez años) se fabrican productos personalizados para congresos y eventos organizados por empresas, productos de papelería, complementos de moda como joyería, bolsos, monederos, gorros o paraguas; soportes para artículos tecnológicos como fundas para el ipad o carcasas para smartphones, zapatería o artículos para la restauración, tales como delantales, manteles y cartas de los restaurantes.
Dependiendo del producto final «hay que darle un tratamiento específico u otro al corcho para conseguir la textura y moldeabilidad deseada en cada artículo», explica Concha Rodríguez, por lo que «el coste y las horas de trabajo varían mucho de un diseño a otro, aunque en general tienes que hacer muchas pruebas antes de conseguir la calidad que exigimos a todos nuestros productos», puntualiza.
La exclusividad y originalidad de sus artículos le han hecho ganarse clientes en mercados tan exigentes como Japón, Alemania o Inglaterra, aunque el matrimonio asegura que «el diseño en corcho está empezando a ser cada vez más apreciado y conocido dentro de España, pues el público cada vez se extraña menos cuando les presentamos nuestros artículos manufacturados».
El corcho se alía con el Betis
Relacionado con la restauración está la última apuesta de la sociedad empresarial que gestiona este matrimonio, un nuevo proyecto que vincula la dehesa y el corcho con el deporte. Así, el «Betis Sport Bar», situado en la ciudad deportiva del Real Betis Balompié, estará completamente personalizado con elementos de corcho diseñados por Rural Cork.
Además, en el local se servirán tanto a los clientes como a los jugadores y a la plantilla técnica del equipo verdiblanco productos alimentarios ibéricos, cuyo origen está en la cría y engorde del ganado porcino en las dehesas onubenses de Concha y de José Joaquín, actividad que gestionan a través de otra de sus empresas, llamada Esencia de Jabugo.
«La idea es reforzar la triple asociación corcho-ibérico-dehesa en cada uno de los proyectos que emprendemos con las distintas firmas que conforman nuestra sociedad, para poner en valor un puntal básico para la supervivencia del mundo rural, el único ecosistema andaluz que aporta beneficios en el ámbito agrícola, ganadero, forestal y medioambiental», señala el administrador.
Para dar fe del enorme «tesoro natural» que suponen las dehesas, el matrimonio también está impulsando otras iniciativas como «la creación de un museo del corcho» y «un programa educacional dirigido a menores para que conozcan in situ el valor de una actividad agrícola ancestral como es la saca del corcho», apuntan.
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