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OPINIÓN

La farsa del puente al revés

Un tribunal decidirá si los problemas de la pasarela del Cau-Cau son responsabilidad de Azvi o del Gobierno chileno

Imagen actual del puente del Cau Cau

LUIS MONTOTO

Diversos estudios constatan que España es el país donde hay más diferencia entre su imagen internacional (generalmente buena) y la valoración que hacen de sí mismos sus propios ciudadanos (que suele ser bastante mala). Aunque la mayoría de los expertos interpreta que este contraste se debe a una falta de autoestima , empiezo a pensar que la verdadera causa es un sentido del humor demasiado extremista que prefiere una mentira graciosa antes que la tediosa realidad. Hace dos años proliferó el siguiente titular: «Otro fracaso de la marca España: Azvi construye un puente al revés». Y ahora se ha cerrado el círculo: «Chile anuncia el derribo del puente que se hizo al revés». Antes de analizar este asunto he intentado imaginar cómo se puede construir realmente un puente al revés , y se me antoja que es un reto de ingeniería tan sofisticado que ni siquiera por error sería posible.

La firma sevillana Azvi se adjudicó en 2011 la construcción del primer puente basculante de Chile , que cruza el río Cau Cau a la altura de la ciudad de Valdivia. Es cierto que un revestimiento de los dos tableros rectangulares que forman parte de la estructura no se colocó de forma conveniente, pero sintetizar esta pifia —que a la postre ha sido irrelevante— alegando que toda la infraestructura no está al derecho es falso.

Una vez que el puente del Cau Cau se concluyó con otros retrasos y fallos sonados , al iniciar las pruebas del sistema hidráulico que levanta las dos pasarelas se rompió un cilindro y se puso de relieve que su mecanismo está mal concebido. Ahora bien, nadie cita que todos los trabajos de ingeniería (tanto básica como de detalle) los ha desarrollado el Gobierno chileno con el respaldo de una consultora local, al igual que la inspección técnica de la obra . Como era una inversión emblemática en la zona, lo más fácil para los dos presidentes que se han comido el marrón (Piñeira y Bachelet) ha sido c argar las tintas contra la empresa española . Pero se da la paradoja de que el nuevo proyecto anunciado por el país andino recoge un diseño totalmente nuevo, con lo cual está reconociendo implícitamente que el original era inviable.

El final de este asunto es que desde el pasado año la disputa está en los tribunales . Azvi hace una reclamación que podría rondar los cinco millones de euros por los problemas que le ha generado la rescisión del contrato y los numerosos errores del Ministerio de Obras Públicas. Frente a ello, Chile le está exigiendo a Azvi una i ndemnización de más de 13 millones de euros por la supuesta mala ejecución de las obras. Con lo cual, será un juez el que decida quién es el responsable del pufo, aunque en España nuestro particular sentido del humor ya haya firmado su sentencia condenatoria.

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