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Agricultura

La lluvia merma la caída de cosecha prevista en el olivar de almazara

Pese a los daños causados por las precipitaciones en núcleos urbanos, en el campo el agua ha sido beneficiosa

Campo de olivos afectado por la sequía en la provincia de Córdoba VALERIO MERINO

INMA LOPERA

El campo ha sido el gran beneficiado de las lluvias caídas la semana pasada, donde todos los cultivos y el sector ganadero han celebrado la llegada del agua . Mientras que en algunas ciudades de Andalucía las precipitaciones ocasionaban cuantiosos daños materiales, las explotaciones agrarias respiraban aliviadas tras recibir las primeras lluvias otoñales, «lo que ha permitido a los agricultores andaluces ser más optimistas respecto al desarrollo de campañas cuyo inicio está a la vuelta de la esquina, como es el caso del olivar de almazara, contribuyendo a que las pérdidas en la cosecha de aceituna no sean tan elevadas como se temían», declara el director general de Asaja Andalucía, Vicente Pérez .

Tras acabar el cuarto año pluviométrico consecutivo con déficit hídrico, y con el nivel de los pantanos más bajo de la última década, los productores confían en que «las temperaturas no vuelvan a subir demasiado para que la humedad del suelo no se pierda» y que «vuelva a llover pronto para que se recuperen los embalses y no peligre la próxima campaña de riego».

De hecho, «si lloviera en los próximos 15 o 20 días, se daría un gran empujón a la campaña oleícola y se paliarían bastante los daños previstos en el olivar de molino, donde por la sequía y el calor inusual de los últimos meses se estimaban pérdidas de hasta el 25% en la próxima cosecha andaluza, pues había frutos ya con aspecto arrugado», apunta Vicente Pérez.

Además del olivar, hay otros muchos cultivos que han dado la bienvenida a la lluvia. Así, «mejoran las perspectivas para la próxima campaña de siembras otoñales» , que arrancan en unos 15 días. El sector citrícola es otro de los grandes beneficiados, pues el agua «va a permitir coger a la naranja más zumo y a los citricultores ahorrar costes en riegos». Igualmente, «permitirá que crezca la hierba en las dehesas, esencial para el desarrollo de la montanera en Andalucía».

No obstante, el director general de la patronal agraria insiste en que «las lluvias han sido un alivio para el campo, pero no tanto para los pantanos, que apenas han variado la situación crítica que presentan en la cuenca, pues el campo estaba tan sumamente seco que toda gota caída ha sido absorbida por el suelo sin dar oportunidad a volver a los cauces de los ríos y arroyos, que son los que nutren los embalses». Por ello, ha reiterado que «es fundamental que siga lloviendo».

Daños por sequía

La sequía en el campo, consecuencia de la tardanza en aparecer las primeras gotas de lluvia, ha tenido graves consecuencias en determinados sectores productivos. Así, las precipitaciones han llegado tarde para la aceituna de mesa y para los cereales, para el almendro y el viñedo y también para la ganadería.

La campaña del verdeo ha finalizado en seco y con un calor anormal, lo que ha provocado «pérdidas de un 15% de media en la cosecha andaluza» , al igual que ocurre con los cereales, especialmente de secano, donde «dependiendo de las zonas, las pérdidas se estiman entre el 15 y el 30% de caída».

La cosecha de almendra y de uvas a nivel nacional también se ha visto seriamente afectada por la climatología, y el sector ganadero «se ha visto obligado a incrementar sus costes hasta en un 20%, suministrando más pienso a los animales ante la falta de pastos y forrajes con los que alimentarse». Además, «existen graves problemas de abastecimiento de agua en algunas fincas, por lo que muchos ganaderos han tenido que recurrir a la compra de cubas de agua para dar de beber a sus animales», explica el director general de Asaja Andalucía.

Ante esta situación, la patronal agraria ha enviado una serie de demandas a la Consejería de Agricultura para «aliviar los daños provocados por la situación de sequía en el campo». Entre estas propuestas destacan medidas de carácter económico y fiscal .

Así, Asaja pide «líneas de crédito subvencionables y en condiciones preferenciales para explotaciones agrícolas y ganaderas afectadas por la sequía. Además, reclama ayudas tanto para las infraestructuras y abastecimiento de agua para la ganadería como para la adquisición de alimento para los animales.

En materia fiscal, las principales propuestas tratan sobre la exención del pago de las cuotas sobre el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI rústico) del ejercicio 2017 y 2018; la reducción de los índices de rendimiento neto en el régimen de estimación objetiva de módulos y la exención en el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social para las explotaciones agrarias y ganaderas afectadas, entre otras.

Además, la patronal agraria demanda una mayor agilización en la autorización de los riegos de apoyo y en el pago de las ayudas pendientes de la PAC; así como mejorar las coberturas y adecuar los seguros agrarios a las distintas realidades del campo andaluz, incrementando la subvención de la Administración regional en la contratación de dichas pólizas.

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