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Así es la realidad económica del perdedor del concurso de la mina de Aznalcóllar

Un escrito de Grupo México admitido por el Juzgado de Instrucción denuncia la insolvencia de Emerita Resources

Imagen de la corta de Aznalcóllar, adjudicada a Minera Los Frailes ABC

L.M.R.

Han pasado dos años desde el inicio de la investigación judicial por la adjudicación de Aznalcóllar. Esta instrucción se centra en el papel de un grupo de funcionarios y políticos de la Junta de Andalucía y nace a raíz de la denuncia de Emerita , la firma perdedora, que considera que se manipuló el concurso para propiciar la victoria de la alianza Magtel-Grupo México .

Aunque esta última compañía (el quinto mayor productor de cobre del mundo)no es objeto de la instrucción judicial, ha abandonado su largo periodo de pasividad ante este proceso para comenzar a defender sus posiciones. Y lo ha hecho presentando un escrito de alegaciones ante el juzgado de Instrucción 3 de Sevilla en el que retrata la realidad económica que subyace tras el denunciante.

«Ni la empresa española Emerita Resources España, ni su matriz canadiense Emerita Resources Corporation, ni la empresa Forbes & Manhattan a cuyo grupo dicen pertenecer, son realmente empresas mineras que puedan hacer frente a un proyecto como Aznalcóllar», remarca Minera Los Frailes (la filial constituida por Grupo México y Magtel).

De hecho, dada la incapacidad financiera y técnica de Emerita, el escrito apunta a que «la presión judicial y mediática por medio de todo tipo de acciones judiciales y de filtraciones a los medios parece formar parte de una estrategia especulativa, probablemente con la finalidad de presionar a la parte ganadora para que se avenga a llegar a un acuerdo».

Pérdidas superiores a 1,5 millones de euros

El análisis económico del grupo perdedor de Aznalcóllar es demoledor. Emerita nació en 2012 para estudiar distintas posibilidades de inversión en el sector minero español. Desde entonces ha registrado pérdidas superiores a los 1,5 millones de euros , con lo cual su patrimonio neto es negativo y está en causa de disolución. Esta sociedad española está participada, a su vez, por una empresa canadiense (Emerita Resources Corporation), cuya situación también sufre un enorme deterioro, ya que acumula pérdidas en los últimos años que rozan los 4,5 millones de euros, y su patrimonio neto es casi nulo.

El auditor de Emerita Resources Corporation ya ha advertido que sin nueva financiación la empresa no podría continuar operando . «Para esa financiación la campaña creada que hay en torno al concurso de Aznalcóllar seguramente es muy útil», advierte el escrito presentado por Grupo México, que denuncia cómo «cualquier inversor que lea los comunicados de prensa que Emerita Resources ha venido haciendo, y que figuran en su web como hechos relevantes registrados por el supervisor bursátil canadiense, puede tener la impresión de que esta compañía está a punto de ganar la batalla que la convertirá en titular de los derechos mineros de Aznalcóllar… nada más lejos de la realidad».

Modelo especulativo

Los recursos necesarios para reabrir Aznalcóllar provendrían, en teoría, de su, grupo al que supuestamente pertenece en última instancia Emerita (según todos los escritos presentados en la Junta de Andalucía). «No es cierto que exista esa relación, Forbes & Manhattan solo posee un 13% de Emerita de forma directa e indirecta». Y en cualquier caso, esta entidad no es un grupo minero, tan solo «un pequeño banco que realiza inversiones en distintos sectores, que no presenta estados financieros en su web y cuyo único propietario es la esposa del fundador del banco (Stan Barthi)». Forbes & Manhattan admite que invierte en empresas para estar en ellas poco tiempo (la media es 1,2 años, mientras que un proyecto minero se prolonga durante décadas.

«Todo parece un castillo de naipes », alega el escrito presentado por Grupo México, en el que resume finalmente la situación. «Una sociedad española en causa de disolución, propiedad de una sociedad canadiense que no ha explotado nunca ningún recurso minero y que no tiene ingresos desde que se fundó; un supuesto gran grupo minero que respalda la oferta y que en realidad es un pequeño banco que especula con inversiones en empresas diversas y que ni siquiera publica sus estados financieros en su web corporativa; una evidente incapacidad de llevar a término un proyecto como el que se oferta y que se encubre tras la aparente solvencia financiera y técnica de un gran grupo canadiense que sencillamente no existe». Este escrito ha sido admitido por el Juzgado y se ha unido a las actuaciones de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.

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