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«La decisión suicida» de Rafael Casanova, el héroe del nacionalismo catalán

A la caída de la ciudad, el político quemó sus archivos, se hizo pasar por un muerto y delegó la rendición en otro consejero. Tras ser amnistiado, murió en Sant Boi de Llobregat, treinta y dos años después de la rendición de la ciudad

«La decisión suicida» de Rafael Casanova, el héroe del nacionalismo catalán wIKIPEDIA

César Cervera

A principios de julio de 1714, durante el último episodio de la Guerra de Sucesión , las fuerzas borbónicas del duque de Berwick se presentaron en las murallas de Barcelona para llevar a efecto la fase final del asedio. Durante esta etapa, el general del Rey Felipe V ofreció ciertas condiciones para que la ciudad se rindiera sin derramar una gota de sangre , pero los representantes de Barcelona, encabezados por Rafael Casanova , las rechazaron porque Berwick se negaba a garantizar los fueros.

Al insistir en su empeño de no rendirse, aunque cada vez era más evidente que ningún ejército podría romper el sitio , Berwick exigió una rendición incondicional. No en vano, un ejército muy superior, compuesto por 35.000 infantes y 5.000 jinetes, respaldaba la amenaza del general borbón. Y los 16.000 defensores de Barcelona , muchos de ellos ciudadanos, empezaban a ser conscientes de que no cabía rescate alguno: la mejor salida era la rendición.

En septiembre, la situación de la ciudad era desesperada, y Berwick accedió a recibir una delegación dando por hecho que venía a ofrecer la rendición de la ciudad. El día 4 de septiembre tuvo lugar la insatisfactoria reunión, de cuyo fracaso el historiador Henry Kamen –en su libro «España y Cataluña: historia de una pasión»– culpa directamente a Rafael Casanova. Así, « la delegación encabezada por el conseller en cap se negó en todo momento a hablar de las condiciones de rendición».

Antonio de Villarroel , general de los defensores, no encontró sentido a la decisión de Casanova y dimitió de su cargo. El día 11 de septiembre las tropas borbónicas entraron en la ciudad que respondió con una desesperada defensa donde se registraron miles de muertos . Poco después del mediodía del día 12, la ciudad se rindió incondicionalmente y las tropas del Rey Felipe V entraron en Barcelona.

Con la caída de la ciudad, el político quemó sus archivos y se hizo pasar por un muerto

«La decisión suicida e innecesaria de no rendirse fue de Casanova», sentencia Kamen en su libro. El día del asalto final, Casanova estaba durmiendo y tras ser avisado se presentó en la muralla con el estandarte de Santa Eulalia para dar ánimos a los defensores. Herido de poca gravedad por una bala en el muslo , Casanova fue trasladado al colegio de la Merced, donde se le practicó una primera cura. Con la caída de la ciudad, el político catalán quemó sus archivos, se hizo pasar por un muerto y delegó la rendición en otro consejero.

Como balance final, el duque estimaba que habían muerto alrededor de 6.000 defensores, una cifra próxima a la estimada por los historiadores en la actualidad. La decisión de Casanova de resistir, cuando la caída de Barcelona era un hecho , y «tanta muerte innecesaria» enfureció a Berwick que despachó de malos modos a la delegación catalana que fue a visitarlo el día 13 .

Amnistía y regreso a España

Disfrazado de monje, Rafael Casanova huyó de la ciudad y se encondió en la finca de su hijo en San Boi de Llobregat . En el año 1719, fue amnistiado y volvió a ejercer como abogado hasta retirarse en 1737 . Murió en Sant Boi de Llobregat, treinta y dos años después de la rendición de Barcelona.

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