Todo lo que debes saber para proteger tu piel del sol

Cosmeceutical Center ha creado una guía de fotoprotección saludable con la que responde a todas las dudas que tienes sobre los efectos del sol en la piel

La semana pasada Bulevar Sur asistió a un taller específico en Cosmeceutical Center en el que su directora Inmaculada Canterla presentó su guía para cuidar y proteger la piel en esta época del año en la que tomamos el sol y estamos más expuestos que nunca a los rayos UVA y UVB.

«La piel puede llegar a sufrir diferentes tipos de patologías si no existe una correcta protección», asegura. La experta es farmacéutica especialista en Dermocosmética, Medicina Antiaging y Nutrición y explica a través de esta guía cómo cuidar y proteger la piel para prevenir futuros problemas dérmicos.

Una de las primeras preguntas que nos hacemos es ¿qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir un protector solar? «Es el primer paso para cuidar la piel y prevenir la aparición de enfermedades. El filtro solar es un elemento imprescindible que debe aplicarse sobre la piel los 365 días del año, incluso cuando el cielo está tapado o cuando llueve», explica Inmaculada Canterla.

Decálogo para elegir un buen filtro solar

  • Un buen filtro solar no solo debe proteger de los rayos UVB (responsables de los daños inmediatos sobre la piel, como las quemaduras), sino también debe proteger de los rayos UVA (daños en el DNA de la piel, las células, los vasos y los tejidos).
  • Se recomienda escoger filtros físicos, no químicos e inorgánicos que reboten los rayos UV antes de que sean absorbidos por la piel. Este tipo de filtros se conocen como «SunBlock».
  • Evitar los filtros solares que contengan PABA en su formulación, pues el ácido paraaminobenzoico puede causar daño celular y hay una mayor incidencia de alergias relacionadas con el uso de PABA y derivados.
  • Deben ser productos estables ante el calor (foto estables).
  • Se aconseja escoger productos de aplicación sencilla y cómoda para fomentar la reaplicación frecuente del filtro.
  • Cuidado con los protectores secundarios, aquellos que incluyen reclamos publicitarios sobre protección solar pero cuyo cometido principal no es proteger la piel del sol (por ejemplo, las cremas hidratantes con SPF15).
  • Los filtros solares deben incluir en su formulación filtros biológicos que no son filtros solares como tal, sino agentes antioxidantes que actúan en sinergia con los filtros de la fórmula evitando la formación de radicales libres y potenciando el sistema inmunológico de la piel. Las vitaminas A, C y E entre otros son las más utilizadas. Tienen propiedades antirradicalares y actúan contra el envejecimiento cutáneo y los cánceres de piel fotoinducidos.
  • Lo último en formulación es incorporar activos para la protección y reparación del ADN (DNA-Protect), a través de enzimas que han sido aisladas de microorganismos extremófilos y cumplen funciones de reparación del ADN dañado por los rayos UV.
  • Los protectores solares caducan. Con el paso del tiempo, sus componentes se van degradando como en cualquier otro producto. Por tanto, no es recomendable utilizar fotoprotectores abiertos de un año para el otro ya que eso devalúa el factor de protección. La protección no será del todo completa y, por tanto, se estará en riesgo de sufrir los efectos nocivos del sol.
  • Es básico reaplicar el filtro solar cada 2- 4 horas. El SPF es «dosis-dependiente», es decir, que para conseguir el SPF que pone en el envase debemos usar una cantidad de producto igual a la que se usa para determinar que ese producto en dicha cantidad nos provee del SPF que pone en el cartonaje, de lo contrario, no conseguiremos dicho SPF.

El sol y sus consecuencias sobre la piel

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La primera consecuencia de una exposición repetida ante los rayos del sol, sin protección, es la aceleración de los signos de envejecimiento, es decir el fotoenvejecimiento prematuro de la piel. «La radiación solar incide sobre la dermis y también puede causar diferentes patologías como alergias, dermatitis, fotodermatosis y fotosensibilización de la pie, que incrementan su aparición durante la llegada del buen tiempo al estar nuestro cuerpo más expuesto a los rayos UVA, que dañan el DNA celular y afectan a las pieles más fotosensibles». Los rayos UVA y UVB tienen una consecuencia directa sobre la piel:

  • Fotodermatosis: erupción cutánea desencadenada por los rayos UVA que afecta en concreto a las mujeres. Existen dos tipos: o Fotodermatosis estival benigna: aparece a partir de la primera exposición a la radiación solar o Fotodermatosis polimorfa: ésta subsiste con cada exposición al sol y puede afectar tanto a zonas expuestas como no expuestas.
  • Fotosensibilización: algunos medicamentos, plantas y perfumes pueden ser responsables de reacciones cutáneas, vinculadas en un 75% con la exposición a la radiación UVA. Se expresa con reacciones inflamatorias agudas, denominadas fototoxicidad, o por reacciones de hipersensibilidad tardía, llamadas fotoalergias.

Consejos Aftersun para cuidar la piel desde casa

Para mantener la piel sana y protegida de los rayos solares, no solo es imprescindible utilizar una buena crema solar, cuidar la alimentación y estar alerta de los medicamentos y productos cosméticos que se consumen. También es necesario seguir rutinas específicas de belleza desde casa, de forma diaria.

  1. Beber 2 litros de agua, para reparar y prevenir la sequedad de la piel.
  2. Comer comidas ricas en betacarotenos (que son los precursores de la vitamina A). Por ejemplo: calabaza, zanahoria, tomate, espinaca, brécol. Etc.
  3. Utilizar antioxidantes como la Vitamina C y E a nivel tópico, sin olvidar las vitaminas del grupo B.
  4. Aportar al organismo minerales como el Selenio y el Zinc. El Selenio está presente en carne, pescado, marisco, huevos, cereales integrales, frutas y verduras. Este mineral tiene una acción antioxidante y activa la regeneración celular. El Zinc abunda en las carnes, pescado, huevo, cereales integrales y legumbres. Este mineral es antioxidante y favorece la renovación celular dando tonicidad y elasticidad a la piel.
  5. Evitar el uso de sustancias oclusivas sobre la piel, que dan una falsa sensación de hidratación como las vaselinas, ceras, siliconas, etc.

Cuidado con medicamentos, cosméticos y perfumes

La toma de determinados medicamentos o la aplicación de un cosmético o perfume puede ser el causante de reacciones adversas sobre la piel (hipersensibilidades, inflamaciones,…). Por ello, hay que consultar con los especialistas si contienen agentes fotoreactivos capaces de inducir reacciones de fototoxicidad, si se toma el sol mientras se consumen.

Algunos medicamentos fotosensibilizantes son: anestésicos locales, anticonceptivos orales, antidepresivos, antihistamínicos, antisépticos, benzodiacepinas, laxantes o diuréticos, entre otros. Además, existen otros productos fototóxicos como: algunos colorantes, perfumes, esencias de limón o lavanda, etc. que pueden llegar a producir reacciones adversas.

El asesoramiento de los expertos en formulación y vía tópica para revisar composiciones, indicaciones y tratamientos a seguir, es lo único que puede garantizar el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos en la piel. Sobre todo en las épocas de mayor exposición es importante tener una información exhaustiva para saber qué productos pueden ser fototóxicos y así realizar una buena profilaxis y valorar su uso o no según las necesidades de cada tipo de piel.

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