Feminismo ilustrado contra los cánones de belleza establecidos

La sevillana Rocío Salazar ha publicado «Mentiras para ser una mujer de verdad. Manual para principiantes»

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Rocío Salazar es una joven sevillana que soñaba con ganarse la vida como ilustradora. Estudió Bellas Artes y lo intentó dentro del mundo de la ilustración infantil, pero llegó a un punto en el que no conseguía trabajo y decidió darse una nueva oportunidad profesional y estudiar Medicina. Fue entonces cuando se sintió más libre que nunca para dibujar e ilustrar sus sentimientos y frustraciones, todas relacionadas, al menos al principio, con la depilación femenina. Esa serie de ilustraciones a las que llama «los pelos» y que compartía a través de las redes sociales con tal éxito que han acabado por cumplir su primer sueño, el año pasado la editorial Lunwerg publicó su primer libro «Mentiras para ser una mujer de verdad. Manual para principiantes».

En una cafetería frente a la facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla nos encontramos con Rocío, que entre clases y horas de biblioteca -preparándose para los exámenes-, nos concede una entrevista. Esa tarde presentaría, por primera vez, su trabajo en su propia ciudad con un evento en FNAC. Entre respuesta y respuesta, toma sorbos de su café y apura la tostada. Tenemos una hora porque luego vuelve a clase. ¿Son libres las mujeres para tener la imagen que quieran? ¿Las decisiones que toman son realmente suyas?  (Puedes leer el primer capítulo aquí y comprártelo aquí por 18,95 €).

¿Cómo nació esa primera ilustración sobre la depilación femenina?

Era el verano de 2014. Yo nunca había sido muy estricta con la depilación porque no me parecía tan terrible tener algunos pelos y porque me dolía muchísimo. Ponía excusas variadas siempre, pero lo que pasaba es que no era capaz de decir que no me daba la gana hacerlo. Desde que cumples 12 o 13 años todo el mundo espera que lo hagas. Y llega ese momento en el que ves que quieres llevar pantalón corto, pero no puedes… y si fueras un chico, eso no pasaría. No puedo decidir no depilarme. De pronto, abrí los ojos y empecé a compartir esa serie de ilustraciones y fue un boom.

¿Cómo llegó a ser un éxito?

Reconvertí mi cuenta anterior de Facebook, que era de ilustración infantil, para colgar esta serie y a partir de que la escritora Luna de Miguel lo compartió, debería darle las gracias, empezaron a seguirme. Fue muy natural, no me lo esperaba para nada… Para mí fue muy liberador, me salió como un torrente. Iba publicando y por petición popular fui haciendo más sobre canas, michelines… Yo he sido bastante feminista desde siempre, hablo de igualdad. La mayor parte de mi entorno está a dieta sin estar gordas, se odian, en la tele no paran de hablarnos de lo antiestético… Me asqueaba. Antes era muy radical pero me he moderado bastante y el libro me ha servido como terapia. Mi rabia se convierte en viñetas.

Ilustración de Rocío Salazar

¿Cuándo llegó la oportunidad del libro?

Después de hacer una exposición con las ilustraciones de los pelos por algunos puntos de España, a principios de segundo de Medicina la editorial me propone hacer un libro… Recuerdo que estaba en la biblioteca cuando recibí la llamada. Querían que fuese a Madrid a reunirme con ellos y me volví loca. Hay una ilustración que marcó el libro (una que muestra eso de «Cámbiate todo esto para ser una mujer de verdad»). La idea de que hay que encajar en una silueta única, y recortar o añadir para llegar a ser eso. Ni siquiera las mujeres de revista, que las acaban retocando con PhotoShop, son reales porque están cambiadas para llegar a esa imagen.

¿Qué supuso para tu vida la creación de este Mentiras para ser una mujer de verdad. Manual para principiantes?

Tiene mucho más trabajo de lo que parece en realidad. Dejé la carrera y en septiembre me presenté a cinco asignaturas. Seis meses a jornada completa y tres a media jornada trabajando para poder terminarlo, pero ha merecido la pena. Lo difícil era entrar en Medicina, ahora me da igual cuándo la termine. Ahora estoy a la expectativa, no sé qué haré cuándo termine la carrera porque he visto que la vida da muchas vueltas y ya veré… Las dos cosas me hacen muy feliz y por ahora no puedo decidir.

Nos muestras siete mentiras, la primera es que las mujeres no tienen pelos

La cuestión es no tener opción. Si la mitad de las mujeres que se plantean que no quieren seguir depilándose, lo hicieran, llegaría un punto en el que se aceptaría. Yo me he depilado en varias ocasiones especiales, porque yo lo decido y si me apetece depilarme también tengo derecho a hacerlo. No estoy en contra de la depilación, estoy a favor de que lo hagas o no lo hagas pero siempre según lo que quieras. En mi último capítulo dejo claro este punto. No digo que deje todo el mundo de depilarse, la idea es que seamos libres para decidirlo. Aunque hay mucha gente que se lo ha tomado de una forma muy radical. Y no hablo solo por las mujeres, también para los hombres por si quieren maquillarse, o decidir no depilarse…

Ilustración de Rocío Salazar

Otra de las mentiras es que si las mujeren salen sin arreglarse, se mueren

Por un lado, tenemos que encajar en la sociedad y por otro lado, también te obligan las empresas. Recuerdo el caso de la chica a la que echaron de su trabajo por no ponerse tacones en el trabajo. O el caso de las azafatas que sí tienen que llevarlos mientras que sus compañeros hombres no. Haciendo el mismo trabajo, el esfuerzo de ellas es mucho mayor.

Los complejos, la menstruación como un tabú, la edad…

Manual para principiantes es una forma de decir que esto es solo la superficie y que hay mucho más, no es que de momento tenga pensado hacer otro manual intermedio, que puede ser, pero no fue con esa intención. Vemos siete mentiras, pero esto es solo la punta del iceberg.

Hace poco la actriz Lola Kirke acudió a los Globos de Oro con las axilas sin depilar. Medios de todo el planeta se hicieron eco de la noticia. ¿Nos vamos concienciando o sigue siendo un reflejo de la diferencia?

Los fofisanos, las modelos curvy, las famosas que salen en photocalls sin haberse depilado… Hay algunos movimientos de concienciación que se hacen públicos… Hablamos de una sumisión psicológica, el hecho de que tu cuerpo nunca es lo suficientemente válido, el cuerpo de la mujer tal y como es no vale. Incluso a las supermodelos les sacan pegas. Te machacan la autoestima y te convierten en un objeto. El papel de la mujer en la sociedad, la igualdad y esto van de la mano.

Ilustración de Rocío Salazar

¿Qué temas se te han quedado en el tintero?

Cuestiones como que las mujeres no sabemos hacer muchas cosas: aparcar, ciencias, matemáticas… Hablar de la maternidad y de las que deciden no serlo, que las mujeres somos más ordenadas, que nos gustan a todas los hombres, que nacemos todas con vagina… Hay tanto de lo que dibujar… Somos más comprensivas, pacientes… Nos gusta el rosa, la lista es eterna. E incluso es una cuestión que toca a los hombres porque lo que nos gusta a nosotras no les debe gustar a ellos. Me da la sensación de que si a nosotras nos gusta algo «de chicos» es como ascender, pero si a ellos les gusta algo «nuestro» es como rebajarse o ser gay.

¿Con qué objetivo creaste este libro?

Por un lado, que se ría la gente y por otro, que se hable del tema, se plantee, lo hablen las parejas… Hay chicos que etiquetan a sus novias para que lo vean en las redes sociales… Y es verdad que ha habido mogollón de comentarios críticos y feos. Sobre todo con el tema de los pelos, porque el peso y los tacones está más normalizado. En el pelo sí que no hay transigencia a nivel público aunque luego en privado he visto y me han contado que no es para tanto.

¿Era este el momento perfecto para publicar «Mentiras para ser una mujer de verdad»?

Es el momento de la ilustración y también el de los temas estéticos. Porque esto hace de diez años no hubiera funcionado y dentro de diez años espero que haría falta, ni sería rompedor porque ya estaría todo más normalizado. Es el momento del libro en los dos sentidos. También es el momento de los ilustradores y as ilustradoras. Con mi editor hablé sobre el tema y él me dijo que se había abierto la veda por fin para las mujeres, porque antes el cómic y la ilustración, excepto la infantil, era cosa de hombres.

Ilustración de Rocío Salazar

En Andalucía aún no se conocía tu trabajo

Ha sido el País Vasco el lugar desde el que me han llamado más para entrevistarme y para llevar la exposición. De Madrid para abajo no ha habido repercusión apenas, ni expusimos, ni se venden camisetas… No sé por qué pasará… Hasta ahora que ya se hace la presentación del libro aquí, no sé si no cala porque somos menos guerreras aquí… Y por eso me alegro de que por fin se haga.

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