El ADN que diferencia a la modelo de moda flamenca del resto de modelos

Pedro González y Mercedes Muñoz reflexionan sobre la evolución de la idiosincrasia, la técnica y el estilo propio que nació hace más de dos décadas

«La de moda flamenca no es una modelo al uso, tiene una idiosincrasia diferente», dice Pedro González a Bulevar Sur. Pedro es, sin lugar a dudas y por su trayectoria, el director artístico y el experto en moda más cualificado para responder a nuestras preguntas. Durante su último curso especializado en moda flamenca para futuras modelos tomamos nota de sus palabras y hablamos bajito mientras las alumnas disfrutan del vídeo del desfile de Lina 1960 de Simof 2017.

La cuestión es principalmente una. ¿Qué diferencia a la modelo de moda flamenca del resto de modelos? «En ella se busca una confluencia de actitud y sensibilidad sobre la pasarela. La perfección se encuentra cuando se maridan elegancia y fuerza», continúa. Otra duda es quién sería la mejor modelo de moda flamenca después de 23 ediciones de Simof, pasarela que sirvió de arranque para profesionalizar el sector y la industria. «La que creo que reúne todos esos requisitos es Mercedes Muñoz», responde Pedro González.

Las alumnas visten de negro, con tops y leggins, y tacones de salón. No vale ningún otro tipo de calzado, ni con pulsera ni con «trucos» como las plataformas y así se lo dice el profesor a la que no lo cumple en esta primera clase del curso. Esos salones son los tacones con los que desfilarán en una pasarela profesional y con ellos deben aprender.

Pedro les pide que estén atentas al vídeo del desfile y que apunten todo lo que les llame la atención del show: luces, música, modelos, formas de caminar, de posar… No hay pregunta tonta ni vergüenza que sirva en este curso para modelos de moda flamenca. Luego se genera un debate en el que se van desgranando los puntos que irán aprendiendo a lo largo de las tres sesiones. Las chicas tienen entre 15 y 25 años, mucha ilusión y la mayoría también está inscrita en el curso de modelo general de Doble Erre, empresa organizadora Simof.

«Un modelo de moda flamenca debe saber vender el traje que lleva. Por eso es imprescindible que sepa lo que tiene que hacer con él, cómo moverse y hacerlo con todos los complementos que lo acompañen», explica Pedro González. En su opinión, la modelo es un soporte, no está en la pasarela para lucirse ella misma. «El traje de flamenca requiere unas técnicas de caminar que solo se aplican a este sector por las características específicas de estos trajes», puntualiza.

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Ya que Pedro nos ha dicho que es Mercedes Muñoz la modelo de referencia en moda flamenca, la llamamos por teléfono. Viene, precisamente, de hacer un desfile de moda flamenca en Fitur. «Yo lo pondría en el escalón de lo más complicado para una modelo», nos reconoce. El punto de partida y que complica el trabajo de la modelo es el propio traje de flamenca. «Lo ajustado que es, su peso, la cantidad de complementos, los volantes… todo lo que envuelve a la flamenca y además lucirlo en un recorrido», contía explicando la modelo sevillana.

Mercedes Muñoz trabaja también como profesora en la escuela de Doble Erre y nos cuenta que siempre aconseja a las alumnas que fortalezcan las piernas porque el traje de flamenca así lo requiere. «También les digo que el paso lo den justo en mitad de la falda para que se vayan abriendo hueco entre los volantes, eso es parte de la técnica para desfilar moda flamenca», apunta. Pero no es lo único que deben tener en cuenta… Los complementos especiales y las características del traje (flecos, escotes en la espalda, vuelo, etc) deben orientar las poses. «Es completamente diferente desfilar un traje de noche a uno de flamenca», recuerda.

Según Pedro, lo ideal es que cada modelo tenga su propio «aire», aunque no es especialmente amigo de las sonrisas en la pasarela. Las coreografías y «actings» salen de su mente inquieta, aunque hay diseñadores que saben lo que quieren y a través de él se les explica a las modelos lo que deben hacer sobre la pasarela. «En moda urbana ya no se hacen este tipo de coreografías que sí se mantienen en la moda flamenca, lo llamativo de los trajes y de las colecciones lo permite y además consigue que se luzcan más», analiza el experto.

Manos en la cadera

«La mano en la cadera es un recurso que marca y refuerza la figura femenina, una herramienta para la modelo de la que tampoco creo que se deba abusar en moda flamenca pese a lo que podemos ver en distintos desfiles», dice Pedro González sobre una de las imágenes habituales de los desfiles.

Preguntamos por esta misma cuestión a Mercedes Muñoz. «Ha habido un momento en el resto de la moda en el que imperaba una tendencia muy minimalista, que no muevas la cadera, que seas recta, cero movimiento… y en la flamenca es lo contrario». Considera que se abusa de la mano en la cadera, pero la realidad es que la clave está en el diseñador, su estilo y el tipo de traje de flamenca que se lleva. «Hay diseñadores más flamencos y otros más vanguardistas. Eso te indica si debes llevar más o menos mano en la cadera», asegura la modelo. Uno de sus consejos clave es que la modelo se impregne y conozca la marca para la que desfila, su colección y la inspiración de la misma porque eso «definirá su actitud en la pasarela». «No es lo mismo desfilar para Chanel que para Agatha Ruíz de la Prada y en moda flamenca ocurre lo mismo», añade.

Mercedes Muñoz ha sido testigo del nacimiento del sector de la moda flamenca y ha participado en Simof desde el principio. «Tengo la suerte de haberlo vivido desde los comienzos y cuando miro hacia atrás veo cómo ha evolucionado todo. Y en la forma de desfilar también se ha evolucionado o madurado. En los primeros años los diseñadores nos decían hasta que bailaramos al final de la pasarela si queríamos, la figura de la bailaora y las actuaciones en directo han llegado después. En Simof nos han pedido de todo: interpretaciones, performances, desfiles con un acting muy marcado y llamativo…», recuerda la modelo.

Clase para modelos de moda flamenca en Doble Erre
Pedro González en plena clase para futuras modelos de moda flamenca en Doble Erre

¿Es mejor ser andaluza? «Creo que la andaluza tiene un ADN, una forma de caminar y de moverse que es para la moda flamenca», responde el experto. Continúa reflexionando sobre la forma de desfilar moda flamenca y  comenta que se acerca «a las formas de la alta costura de antes -que aún mantienen algunos diseñadores- y que se ha perdido en los desfiles de prêt-à-porter». Considera que «esa herencia» la ha recogido en parte la moda flamenca sobre la pasarela y la ha incorporado desde que se creó el sector con Simof hace ya más de dos décadas. «Ahora existen ya unos códigos deontológicos propios de la moda flamenca a la hora de caminar», explica Pedro González.

Las modelos invitadas o las que no son andaluzas «no lo sienten igual ni lo saben hacer de forma innata». Pero Pedro recuerda con admiración como un año Nieves Álvarez deslumbró con una bata de cola y lo hizo aplicando sus conocimientos previos de alta costura. «Además, no dejó de practicar en el backstage hasta que estuvo segura de dominarla por completo», apuntó. Un ejemplo de profesionalidad que las futuras modelos (de moda flamenca o no) deben admirar.

«El objetivo de la modelo es ser el sorporte de un vestido para que se venda y sea admirado. Por eso, debe utilizar sus armas para hacerlo más atractivo», explica Pedro González. Ejercicios de respiración para relajar la cara, la importancia de aprovechar y estar atenta en los fittings para controlar cada aspecto del traje de flamenca con el que desfilarán, los complementos y cualquier inconveniente que pudiera surgirles, hasta el número de calzado. Ejercicios de vasculación de cadera y cintura. «Un pie delante del otro, paso amplio y pisando fuerte», sigue diciendo Pedro a las alumnas. Dejamos que la clase continúe y el resultado lo veremos próximamente en las pasarelas.

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