feria de abril de sevilla 2015
Flamenco en el autobús al volver de la Feria de Abril
Cante por rumbas, una guitarra, unas palmas, un turista que baila: «Estoy inspiradísimo», señala al respetable

Como un avión esté donde esté es territorio del país de origen, un autobús del real forma parte de la Feria, aunque se dirija al Charco de la Pava. Los tres minutos que dura el trayecto desde la parada al lado de los cacharritos al aparcamiento de los coches es un lugar como otro cualquiera para arrancarse.
Una guitarra, unas palmas, un señor turista que baila («estoy inspiradísimo», señala al respetable), cámara de fotos colgándole al pecho, sin perder un ápice el difícil equilibrio que es seguir el compás en un autobús en marcha. Y las gitanas con toda la gracia del mundo que no pueden contener la risa al ver el escenario que ellas mismas han creado.
Tres minutos de gloria efímera, tres minutos de arte impagable donde los payos y los gitanos han hecho suya esta Sevilla eterna, la no oficial, la que va en un autobús que te lleva al automóvil en el que tendrás que eludir el control del alcoholemia a la salida. No cabe en este vídeo casero más salero y duende. Solamente por verlo mereció la pena el paseo. Al llegar, un pasajero apenado por el final del espectáculo sobre ruedas se dirige al conductor: «¿No puede usted dar la vuelta para que esto no se acabe?». Bajan los gitanos, el flamenco se quita el sombrero, literal: «Señores, que tengan ustedes un buen día». Son las dos y media de la mañana. Esto solamente ocurre en Sevilla. ¿O no?
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete