Cabo RocheCabo Roche: «La apuesta permanente por la calidad»

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Sin querer ser como el Pérez-Reverte con su Historia de España a cachitos, pero queriendo ser como él sujetando la puerta, os vamos a invitar a entrar en algunos de los bares y restaurantes de Sevilla en los que se come buena materia prima.

Eso sí, mejor o peor cocinada, pero en la que los dueños disfrutan comprando calidad para trasladársela a sus clientes, clientes que acaban convirtiéndose en amigos. El que va repite y el que no lo hace es mejor que no lo haga. Ayer fue con Paco Jacquot de Cabo Roche.Cincuenta y cinco años entre fogones tampoco es tanto.

¿Qué tiene de especial Cabo Roche?

Sobran las palabras. No habría más que mirar las fotos. Pero vamos allá porque aunque una imagen vale más que mil palabras a veces, como hace el mismo Paco Jacquot hay que contarlo con todo lujo de detalles.

Cabo Roche se encuentra en el barrio de Nervión o en el Plantinar según se mire ?junto a la gasolinera de Ramón y Cajal para no perderse.

No se puede freír mejor un boquerón fresco, ni una puntillita, ni guisar unas «almendritas». Si le preguntamos al bueno de Paco que cuál es su secreto, mala cosa, porque él no lo sabe. No sabe que su secreto es no regatearle 200€/mes al cocinero, ni 3€/kg al pescadero, ni buscar el mejor aceite a igualdad de precio o 2€/hora a la señora que limpia la sala. Él no sabe que todos esos profesionales contentos, junto a él y su familia, hacen que todo sea un éxito en Cabo Roche.

Estas son sus propuestas

¿Cómo una simple chistorra, cortesía de la casa, te puede hacer dar saltos de alegría? De la ensaladillade gambas y su mayonesa, ¿qué contar? La foto también lo dice todo: patata rica en su justa cocción, zanahoria la necesaria y gambas pequeñitas, sabrosas y abundantes.

De la mayonesa mejor no hablar porque el que suscribe esto se zambulle en ella cada vez que va a Cabo Roche, y dicen que engorda… ¡Pues que engorde! Mayonesa con aceite de oliva que te hace irte años atrás, a casa de mi tía Isabel, ?la que cocinaba tan mal pero como lo sabía tenía a Carmen, la mejor tata-cocinera del mundo? y desde pequeño sin saber qué era por eso, estabas deseando ir a verla. Ahora lo sé.

El gallo Pedro jugosísimo (y mira que es feo), con su mayonesa abundante al centro y el solomillo al whisky (fuera de carta, pero preparado a petición de la protagonista de la comida) nos hicieron completar una comida en el restaurante Cabo Roche maravillosa, de medias raciones muy abundantes, a un precio más que razonable de 25€/pax.

Paco nos cuidó antes de volvernos a trabajar con uno de sus Rusty Nail, que prepara como sólo él sabe: con cariño.

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