Es un lugar emblemático, los bajos del Hotel Inglaterra en Plaza Nueva. Hasta hace unos meses era un pub irlandés y parte del hall del citado establecimiento hotelero. Desde diciembre de 2017 el grupo
Tu hogar Fuera de Casa, propietario de Perro Viejo, Perro Chiko, Bar Antojo, La niña Bonita y Pez Tomillo (Málaga), intenta en su apuesta más arriesgada convertir el
Seis Tapas Bar en un lugar de referencia en la restauración sevillana.
Y allí nos dirigimos para dar fe de cómo afrontan este reto este joven grupo emprendedor con su nuevo establecimiento.
La decoración de este bar en el centro de Sevilla, que es uno de los puntos fuertes del grupo, no defrauda. En doscientos metros cuadrados, con dos plantas, han conseguido un lugar agradable, con varios ambientes, y donde, a pesar de estar lleno, se puede hablar con el compañero/a de mesa sin enterarte de la vida de los comensales cercanos.
Seis Tapas Bar
Como contaba acertadamente Isabel Aguilar en su
crónica de la apertura del Seis Tapas Bar, predomina un estilo, diseñado por Juan Pedro Donaire, basado en la naturaleza, con jardines verticales que acompañan a las cristaleras de los ventanales. Cuenta con amplios sofás que recorren el espacio y cómodos sillones de colorido variado, además de suelo de madera.
¿La carta? Pues quien conozca los establecimientos que desde 2011 han ido montando en Sevilla Pedro Rodriguez, Ernesto Malasaña y Antonio Martin, no se sorprenderán excesivamente de lo que ofrece Seis Tapas Bar. Encontramos en la carta muchas de las propuestas que ya habíamos probado en Antojo o Perro Viejo, entre otros, aunque también hay lugar para la novedad.
Ensaladilla con carpaccio de gambón de Seis Tapas Bar
Empecemos. Con una buena Cruzcampo en vaso de sidra, llegó la primera propuesta de la noche: una ensaladilla con carpaccio de gambón que no se si superaría el examen de la academia sevillana de la ensaladilla, pero estaba correcta y se dejaba tomar. Por poner una pega, quizás a la patata le faltaba un puntito de cocción. Le siguió una de las tapas que más gustaron al que suscribe y que supone una novedad en la carta de este grupo. Me refiero a un tostón con costillar, esto es, carne de ternera sobre una pasta elaborada con plátano verde (en otros países se le conoce por patacones) y salsa huancaina. Una combinación, de origen caribeño y peruano, muy sabrosa y recomendable
Tostón con costillar de Seis Tapas Bar
Las patatas bravas es otra de las tapas clásicas de este grupo y nos recordaron mucho a las tomadas en El Antojo y en el Perro Viejo. También recomendables para quienes gusten esta composición clásica.
Patatas bravas de Seis Tapas Bar
Y en el apartado de tapas cerramos con unas alitas de pollo deshuesadas glaseadas con salsa satay, a las que también ponemos alta nota, aunque encontráramos un pequeño huesecillo en las citadas alas deshuesadas.
Alitas de pollo deshuesadas glaseadas con salsa satay de Seis Tapas Bar
Para cerrar la noche, dos platos algo más contundentes. El primero fue una fideuá negra de choco y bacalao. Aviso a navegantes que quieran probar este plato: es para compartir. Sorprende, gratamente, la generosidad de la ración que hubiera ganado en puntos hacia la excelencia si hubiera tenido algo más de sabrosura y el bacalao hubiese sido de mejor calidad. Pero es un plato a probar.
Fideuá negra de choco y bacalao de Seis Tapas Bar
Milanesa de presa con huevo escalfado de Seis Tapas Bar
Terminamos con una milanesa de presa con huevo escalfado bien ejecutada, esta vez sí, sabrosa y de carne de buena calidad. En los postres no podíamos irnos sin probar una de las especialidades del grupo, las torrijas al estilo de tarta de galleta con helado de vainilla.
Torrijas al estilo de tarta de galleta con helado de vainilla de Seis Tapas Bar
Y no me gustaría acabar esta crítica sin subrayar otro detalle que me sorprendió gratamente y es el hecho de encontrarme en la carta de vinos (por botellas) algunas apuestas tan arriesgadas como el Flor de Pingus, Cueva del Contador o Camins del Priorat, tintos no habituales en cartas de bares de tapas o gastrobares, y cuyo coste (el del vino) supera los 100 euros, como es el caso del caldo de la Ribera del Duero, que tiene nada más y nada menos que un 94 en la guía de Parker. Y casi a precio de tienda….
Por cerrar con buen sabor de boca pondremos una buena puntuación para este nuevo establecimiento de tapas en Sevilla, que mantiene la calidad que caracteriza al grupo, y esperemos a ver cual será su próxima aventura gastronómica o bares en Sevilla.
