Alcachofas a la marinera

Las magníficas propiedades de esta flor comestible ya eran conocidas por griegos y romanos.

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Llevamos a ebullición una cazuela con agua, sal y un chorreón de limón. Mientras tanto, vamos limpiando las alcachofas: les quitamos las hojas exteriores (hasta llegar al corazón) y les cortamos las puntas y el tallo. A continuación, las troceamos en cuartos y frotamos el interior con limón para que no se oxiden. Hecho esto, ya podemos introducir nuestras alcachofas en el agua que teníamos hirviendo. Pasados 10 minutos, podemos sacarlas del agua y escurrirlas.

Así lo cocinamos

Elaboramos la salsa marinera: Nos disponemos primero a abrir los mejillones, para lo cual introduciremos éstos en una cazuela baja (y con tapadera) con un vasito de vino blanco. Una vez abiertos todos los mejillones, los escurrimos y reservamos el jugo obtenido para la elaboración de la salsa marinera.

Ahora picamos la cebolleta y el puerro finamente y lo rehogamos todo en una cazuela baja. Cuando esté bien pochado, añadiremos una cucharada de harina y un poco de salsa de tomate. Rehogamos un par de minutos y lo mojamos con el caldo obtenido en la cocción de los mejillones. Espolvoreamos con perejil picado y sazonamos. Extraemos los mejillones de su cáscara y los introducimos en esta salsa junto con las alcachofas. Para finalizar, le damos un hervor al conjunto y servimos caliente.

Trucos y Consejos

Esta receta es una buena base para hacer un arroz caldoso. Sólo tenemos que añadir un poco más de caldo (o agua) y unos puñados de arroz redondo. También podemos añadir unas almejas y unas gambas. Conseguiremos así un delicioso y sabroso arroz marinero.

Información Nutricional

La alcachofa es una verdura de gran poder diurético y que rebaja el nivel de azúcar en sangre, por lo que están indicadas para aquellas personas que tengan diabetes o una tensión arterial elevada. Además, aportan muy pocas calorías, pero sí gran cantidad de vitaminas y minerales. Los mejillones tienen un alto valor proteínico. Las gambas, aunque no aportan muchas calorías, tienen un elevado nivel de colesterol, algo a tener en cuenta por las personas con un índice elevado de LDL (o colesterol “malo”) en sangre.

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