Cazuela de mejillones y gambas

Si quieres un toque algo más picante, añade, junto a los ajos sofritos, una guindilla cayena. Retírala a la hora de servir el plato.

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Esta cazuela es perfecta para los amantes del marisco. Con un gran sabor, se trata de una opción perfecta para una comida con aires marineros.

Así lo cocinamos

En una cazuela ponemos los mejillones con el vino blanco (que cubra los mejillones bien) para que abran. Retiramos la carne de la cáscara y reservamos el jugo que hayan soltado. Preparamos un caldo de pescado o fumet con las cabezas y las cáscaras de las gambas. Añadimos un chorreón de brandy y el jugo de los mejillones previamente colado. Reservamos. En una cazuela de barro preferentemente ponemos un poco de aceite de oliva y doramos en él los ajos pelados y cortados en láminas. Sumamos las gambas y removemos. Añadimos entonces los mejillones. Finalmente, agregamos una cucharadita de pimentón, un par de cucharadas de tomate triturado, el caldo de pescado que acabamos de elaborar y la hoja de laurel.

Dejamos que cueza todo junto unos 15 minutos.

Trucos y Consejos

Si quieres un toque algo más picante, añade, junto a los ajos sofritos, una guindilla cayena. Retírala a la hora de servir el plato. .

Información Nutricional

El mejillón es muy rico en proteínas de alto valor biológico, así como en hierro, por lo que su consumo está especialmente indicado en caso de padecer anemia. Además, contiene muy pocas calorías, lo cual hace que pueda incluirse perfectamente en dietas de control de peso. También aporta minerales como el yodo, calcio, fósforo y potasio. Por su parte, las gambas poseen un alto valor nutritivo, ya que aportan una cantidad considerable de proteínas de calidad y su contenido graso es bajo, aunque el de colesterol y de purinas son relativamente altos. Por ello, quienes tienen hiperuricemia o gota o bien cálculos o piedras renales de sales de ácido úrico deben moderar su consumo.

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