Roscos de viento
Para trabajar bien la masa con las manos, podemos mojárnoslas con un poco de aceite de oliva.
Guardar ImprimirEstos roscos son uno de los muchos dulces tradicionales de nuestra gastronomía. No hay mejor manera de prepararlos que en la cocina de casa y con la mejor compañía.
Así lo cocinamos
En una olla ponemos a calentar el aceite y la leche. Cuando arranque a hervir, agregamos la harina y removemos bien, procurando que vuelva a hervir.Retiramos del fuego y añadimos los huevos batidos y la levadura en polvo. Mezclamos todo muy bien.Cortamos bolas que moldeamos dándoles la forma de rosco.Engrasamos la bandeja del horno con aceite y horneamos los roscos a 180 grados durante 35 minutos.Preparamos un almíbar con azúcar y agua y bañamos rápidamente los roscos una vez horneados (meter y sacar). Finalmente los espolvoreamos con azúcar.
Trucos y Consejos
Para trabajar bien la masa con las manos, podemos mojárnoslas con un poco de aceite de oliva.
Información Nutricional
Los dulces de cada región suelen ser el reflejo del resto de la gastronomía ya que incluyen los ingredientes básicos de la alimentación de cada lugar, así como de la cultura, de las fiestas tradicionales y populares de cada población.En la región andaluza podemos encontrar varias recetas de interesantes dulces típicos y postres tradicionales de Semana Santa y Pascua, algunos de los más conocidos tales como las torrijas o las monas de Pascua, hasta los pestiños, roscos fritos, roscos de viento, flores u hojuelas, papa viejos o papajotes, buñuelos de la comarca, tortas de manteca, cuajao, boladillos, tocinillo de cielo, sopaipas, almendrados o pan de bizcocho remojado, etc. También otros tipos de dulces caseros como los bizcochos o las magdalenas caseras.Todos ellos son dulces sencillos de elaborar y sin embargo confieren, si están bien preparados, un resultado culinario exquisito y espectacular. Dicho resultado dependerá de pequeños detalles como son la atención al dorado, la habilidad de mezclar los ingredientes en las proporciones adecuadas, la calidad de los ingredientes, esto es, el tipo de aceite, de la leche, del agua, etc. No existen fórmulas mágicas pero sí la habilidad para realizar un trabajo bien elaborado con una gran precisión.
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