Roscos de vino fritos

Para poder trabajar bien la masa nos será útil untarnos las manos con aceite de oliva, a fin de que la masa no se nos pegue en los dedos.

Guardar Imprimir
Enviar noticia por correo electrónico

Os dejamos la receta de un dulce tradicional andaluz como son los roscos de vino fritos.

En una sartén freímos la cáscara de un limón y la canela. Reservamos el aceite de la fritura.

En un recipiente aparte ponemos el vino y le agregamos el aceite que teníamos en la sartén, retirando previamente del mismo la cáscara de limón y la canela. Añadimos también los huevos, el azúcar, la harina, la levadura en polvo y la ralladura del otro limón. Mezclamos bien y amasamos. Dejamos reposar un par de horas.

Pasado este tiempo, dividimos la masa en bolas del tamaño de una ciruela, a las que hacemos con los dedos un pequeño agujero en el centro para darles la forma de rosco.

Hecho esto, los vamos friendo en un perol con abundante aceite de oliva. A medida que vayan dorando los roscos de vino, vamos sacándolos del perol y emborrizándolos en azúcar.

Dejamos enfriar antes de servir.

Para poder trabajar bien la masa nos será útil untarnos las manos con aceite de oliva, a fin de que la masa no se nos pegue en los dedos.

Los dulces de cada región suelen ser el reflejo del resto de la gastronomía, ya que incluyen los ingredientes básicos de la alimentación de cada lugar, así como de la cultura, de las fiestas tradicionales y populares de cada población.

En la región andaluza podemos encontrar varias recetas de interesantes dulces típicos y postres tradicionales de Semana Santa y Pascua, algunos de los más conocidos tales como las torrijas o las monas de Pascua, hasta los pestiños, roscos fritos, roscos de viento, flores u hojuelas, papa viejos o papajotes, buñuelos de la comarca, tortas de manteca, cuajao, boladillos, tocinillo de cielo, almendrados o pan de bizcocho remojado, etc. También otros tipos de dulces caseros como los bizcochos o las magdalenas caseras.

Todos ellos son dulces sencillos de elaborar y, sin embargo, confieren un resultado culinario exquisito y espectacular. Dicho resultado dependerá de pequeños detalles como son la atención al dorado, la habilidad de mezclar los ingredientes en las proporciones adecuadas, la calidad de los ingredientes, esto es, el tipo de aceite, de leche, del agua, etc. No existen fórmulas mágicas pero sí la habilidad para realizar un trabajo bien elaborado con una gran precisión.

Así lo cocinamos

Ver los comentarios