¿Has probado tapas y cócteles con flor de azahar?

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Si hay una flor polifacética esa es el azahar. Marida a la perfección tanto con platos dulces y salados como con cócteles a base de whisky, vodka y ginebra. En el primero de los casos, os proponemos «customizar» algunas tapas con un toque de azahar, en esta caso infusionado ¿qué os parece un salmorejo, ajoblanco o mazamorra con una espuma de azahar?

Conseguirla es muy fácil. El chef Juanjo Ruiz, de La Salmoreteca, nos cuenta el proceso: «Calentamos un litro de agua a 40 grados en el microondas. En ese agua ya caliente echamos 250 gramos de flores frescas de azahar. Cerramos bien el envase donde hayamos depositado la mezcla, bien sea un tupper o un bol. SI hemos utilizado este último, lo tapamos con un film.

Dejamos enfriar y metemos en el frigorífico toda la noche. Y ya por la mañana colamos para quedarnos sólo con el líquido. A la infusión resultante le ponemos un poco de lecitina, se pasa por la batidora y ya tenemos la espuma que pondremos a modo de decoración sobre alguna de las tres sopas frías anteriormente citadas. Si queremos darle un toque extra de azahar, podemos empapar la miga de pan que habitualmente ponemos en cualquiera de estas elaboraciones con el agua de azahar».

Otros bocados refrescantes y sofisticados que admite esta espuma es una ostra fresca, cualquier variedad de niguiri o brocheta de marisco a la brasa.

De la misma, podemos optar por una sabrosa y ligera ensalada donde el azahar formará parte de la vinagreta. Para ello sólo debemos sustituir el agua de la anterior recetas por zumo natural de naranja, limón o lima. Cuando la tengamos lista, la mezclaremos con un poco de sal y unas gotas de vinagre de Jerez. Como ingredientes de la ensalada, escogeremos escarola o rúcula, dados de fresa, papaya, toppings de pollo asado o tofú (versión apta para veganos).

FOTO: PLATOS ENTRE DOS

En el caso de las bebidas, se emplea desecada  para dar su particular aroma en un ligero toque con un cierto recuerdo a cítricos sin llegar a percibir una personalidad como la del limón o la naranja. Aporta un ligero toque a miel y un aroma floral intenso pero muy personalizado. Como señalamos antes, lo mejor es mezclar sus pétalos con cócteles a base de ginebra, vodka o algún whisky. También se puede infusionar un puñado de flores en el destilado elegido, a temperatura ambiente, durante dos minutos antes de agregar el hielo. Seguidamente, se puede colar la flor o dejarla para que decore la copa.

Cóctel Don Giovanni:

Inspirándose en la ópera que compuso Mozart en 1787, los cócteleros de The Macallan proponen un cóctel a base de manzana, flor de azahar, The Macallan, y una infusión de canela, vainilla y menta.

Tom Collins. Es el cóctel  más clásico, y uno de los más elegantes, a base de ginebra. Para conseguirlo, debemos mezclar:

4,5 cl. de Ginebra

3 cl. de zumo de limón

1,5 cl de azúcar liquido

6 cl de soda

Unas gotas de agua de azahar.

Lo decoraremos con unas rodajas de limón y dos guindas al Marraschino. ¡Consejito de experto! Prepáralo directamente en vaso de long drink.

Singapore Slingapore Para los más glamourosos y cosmopolitas. Sus ingredientes habituales son ginebra, licor de cereza, licor triple seco, zumo de limón y soda- ¿Para conseguir la versión cordobesa? Sólo hay que añadirle flores de azahar. La preparación s muy simple pues sólo hay que meter en una coctelera todos los ingredientes con hielo picado y las flores de azahar machadas con el mortero. Es muy importante que se sirva muy frío y se deje flotar algunas flores de azahar para decorar.

¡Chin chin!

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