Estos helados no solo alimentan, sino que son aptos para todos

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Artesanales, cremosos, con frutas de temporada, libres de gluten, sin azúcar, sin lactosa… Sevilla es una ciudad de sabores en relación al mundo del helado, donde cada establecimiento tiene sus propios secretos para ofrecer el mejor helado de la ciudad.

Ahí está una de las claves de los helados, en ofrecer diversidad para la más diversa clientela, cada una con unos gustos bien diferenciados. El sector del helado ha evolucionado y reconocemos que hay muchas heladerías que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos, haciendo del helado un elemento que va más allá del sabor. ¿Pero dónde están los «helados para todos»? ¿Dónde se pueden degustar?

Así fueron, así son y así serán los helados en Sevilla

El helado como conocemos en la actualidad ha evolucionado a lo largo de sus años de historia.

Ya antes de la Era Cristiana encontramos que las bebidas y frutas se enfriaban con hielo y nieve. Podrían ser los comienzos del helado que hoy consumimos, pero los expertos están de acuerdo en afirmar que los orígenes no están claros. Al menos no hay bibliografía que lo asegure.

Bien es cierto que aprovechar la nieve para elaborar primitivos sorbetes, añadiendo miel y zumo de fruta a dicha nieve, podría considerarse los primeros helados de la historia. Más tarde entraría en acción los lácteos en su preparación, hasta llegar al helado actual, de textura más cremosa.

Sin embargo, con la llegada de la tecnología a la industria alimentaria, se generalizó su consumo, dejando de ser un producto sólo al alcance de las élites. De hecho, la primera mantecadora o máquina continua para elaborar helados se creó en 1913 en Estados Unidos.

Años después, en 1938, los hermanos McCullough desarrollaron una nueva fórmula, a partir de la cual los helados tenían una textura suave y cremosa. Tendríamos que esperar a 1988, cuando el microbiólogo Curt Jones Flash congeló una mezcla de helado en nitrógeno líquido.

Este elemento permite la creación de pequeñas gotas congeladas que mantienen su forma esférica cuando el producto es sometido a temperaturas muy bajas. Todos estos datos nos llevan al helado que hoy consumimos y que está disponible en múltiples sabores, formas, texturas y colores.

José Luis Gisbert, presidente de la Asociación Nacional de Heladeros Artesanos (ANHCEA)

José Luis Gisbert, presidente de la Asociación Nacional de Heladeros Artesanos (ANHCEA) y heladero artesano de tercera generación, considera que «el helado de calidad se elabora con productos naturales, con ingredientes con una procedencia cercana, lo cual garantizara una mayor calidad. Naturalmente productos como el cacao no lo pueden ser, pero sí el turrón, los limones y un largo etcétera de productos. Del mismo modo, otra clave está en elaborarlos con fórmulas bien equilibradas».

Lo más importante en un helado que sorprenda es, por tanto, que sea visual por fuera pero sea saludable por dentro. Los ingredientes y los procesos son claves para la elaboración de helados para todos: sin gluten, sin lactosa, para veganos, saludables y sin azúcares. Pero ¿qué heladerías de Sevilla ofrecen esta oferta de helados?

Heladería Villar

La primera parada la hacemos en una heladería con tradición en la ciudad y en el barrio de La Macarena. Debemos remontarnos a 1970 cuando la familia Parrilla Villar abre en la calle Albaida su primer establecimiento. Antonino Parrilla Villar es todo un emblema en el sector heladero y tal mérito procede después de décadas entre bolas y cucuruchos.

Tras formarse como heladero en Madrid, Antonino pensó que era una buena idea vender helados en Sevilla ?recordemos que en los años 70 no había casi competencia en este sector? y decide incorporar los helados en la tienda de comestibles de sus padres que ya estaba especializada en nata fresca y mantequilla, dos productos directamente relacionados a la fabricación de helados.

Sin embargo, la tienda termina desapareciendo y aquí comienza la historia de Helados Villar. Con el paso de los años la heladería cambia su ubicación, dentro de la misma calle, al local en el que se encuentra actualmente: esquina entre la calle Albaida y la Avda. Cruz Roja.

La heladería Villar siempre ha sido un negocio familiar: al principio, trabajan todos los hermanos Parrilla Villar, después pasó a manos en exclusiva de Antonino y actualmente pertenece a Francisco Parrilla, nieto de los fundadores e hijo de Antonino, y su mujer Cristina Ariza.

La copropietaria nos habla de que cuentan con «helados para todos», en cuanto que disponen de helados sin gluten ni derivados, sin leche ni derivados, sin huevo, sin frutos secos de cáscara, sin soja, sin cacahuetes y sin azúcares añadidos.

Helados sin azúcares añadidos

«Como el tema de los alérgenos es muy importante para las personas con alergias alimentarias e intolerancias, me gustaría puntualizar que todos nuestros helados pueden contener trazas de otros debido a la contaminación cruzada que puede ocurrir con cierta facilidad en una heladería», se sincera Ariza.

Para intentar servir el producto lo más puro posible, cuando llega un cliente con alergia a la heladería, cuenta la heladera que utilizan una paleta limpia sin previo uso y «accedemos al helado del interior de la cubeta, de la parte central interna, para intentar conseguir una zona del helado que no se haya tocado. A pesar de todo nuestro cuidado, como he dicho antes, los helados pueden contener trazas de otros», insiste.

Recordemos que la contaminación cruzada se produce cuando una pequeña cantidad de un helado de un sabor llega a otro de distinto sabor. «Me atrevo a decir que esto ocurre en la mayoría de las heladerías aunque algunas garanticen que sus helados no contienen trazas», afirma. Como medida para disminuir este problema, reconoce la gerente que usan paletas individuales para cada helado, «pero no es suficiente», asevera.

Copa de helado sin lactosa

«Es muy habitual que los clientes pidan los helados mitad de un sabor y mitad de otro, y esto hace que una paleta se pueda manchar de otro sabor con bastante facilidad. Por lo tanto podemos manchar, por ejemplo, un producto sin leche con otro que sí lleve», recuerda.

También cuentan con helados bajos en calorías que a su vez son helados sin azúcares añadidos. Comenta Cristina Ariza que en su caso la gran mayoría de consumidores de estos productos son diabéticos. «La verdad es que nuestra clientela no se suele preocupar de las calorías que lleva el helado, por eso, de momento no hemos ampliado la oferta de helados bajos en calorías. Eso sí, si recibiéramos mucha demanda de este tipo de productos, haríamos todo lo posible por ampliar nuestra oferta», afirma con contundencia.

Ellos son heladeros que se adaptan a la demanda de sus clientes. Reconoce Ariza que desde hace ya algunos años cada vez hay más personas que tienen diagnosticadas intolerancias y alergias y que se preocupan por los ingredientes que les afectan negativamente. En este sentido, «el mayor aumento en cuanto a demanda de clientes con intolerancias ha sido hacia helados sin lactosa», reconoce.

De todos los helados que encontramos en sus vitrinas y que sean para todos ?helados sin gluten, huevo, leche, soja, frutos secos de cáscara y cacahuetes? están los sorbetes de limón, fresón, frambuesa, mango, manzana verde y Red Bull.

Tarrina de Oreo y cherry (helado sin huevo)

Seguidamente, atendiendo a alérgenos de forma individual, pueden ofertar muchos más sabores. Por ejemplo, sin gluten ni derivados cuentan con más de 60 distintos ?el 70% de sus helados.. Desde los tradicionales turrón, vainilla y chocolate hasta sabores como el cherry, el chocolate blanco con Nocilla o el yogur griego con maracuyá.

Si nos inclinamos hacia el apartado «sin huevo», es posible probar más de 50 sabores ?el 60% de sus helados. Por ejemplo, hay algunos que sorprenden porque la mayoría cree que sí llevan, como es el de nata con Kit Kat y veteado de dulce de leche, el helado de Huesitos, el helado de galletas Oreo o el helado de Kinder bueno.

Respecto a los helados sin frutos secos de cáscara, hay alrededor de 40 diferentesy sin cacahuetes, unos 60 sabores. La oferta en este sentido es muy variada, pero la vainilla con tocino de cielo o la tarta de queso dan buena cuenta de esta tipología.

Por último, probamos la variedad sin leche y sus derivados incluida la lactosa. En este caso, la oferta se reduce, pues sólo disponen de 8 que no llevan estos ingredientes. Se trata de los sorbetes de limón, fresón, frambuesa, mango, manzana verde y Red Bull. Y como novedad esta temporada el helado de vainilla y chocolate que tanto demandan sus clientes.

Desde luego Villar es un buen ejemplo de heladería que no solo sabe innovar, sino que se adapta precisamente a las peticiones de sus clientes, que sabe escuchar e incluso da una respuesta rápida a sus exigencias.

Dirección: Avda. la Cruz Roja, 74.

Teléfono: 954 35 62 50

Bolas Helados Arte-sanos

Es una de las heladerías de moda, que no para de crecer en la ciudad. En la actualidad cuentan con tres puntos de venta en Sevilla. En Cuesta del Rosario, número 1, en Puerta de la Carne, número 3 y en Triana, concretamente en la calle Castilla, número 4. Una heladería que, como la anterior, tiene como protagonista indiscutible a Antonino Parrilla Villar.

Al frente de la cadena Heladerías Artesanas Bolas SL está su director gerente, Antonio M. Ruiz, que nos cuenta los orígenes: «Bolas nace en 2012 cuando me lancé a la aventura con Antonino, mi socio y maestro artesano heladero», nos cuenta.

«Antonino es un profesional del sector con más de 30 años de experiencia, socio fundador de Alacant y de Heladerías Villar, se dio cuenta de la evolución del mercado, donde la demanda de productos sanos y naturales iba en crecimiento. Sobre esta idea nació Bolas», recalca su gerente.

Heladería Bolas de la Cuesta del Rosario

El maestro Antonino sabía cuál era el producto que el mercado estaba demandando, y tras muchas vueltas a la hora de definir el negocio, dieron con la fórmula de comercio asociado a esta marca. «A nivel práctico parecemos una franquicia, pero nos diferenciamos de esa forma jurídica de manera sustancial», afirma Antonio M. Ruiz.

Lo que diferencia a Bolas de la competencia, según cuenta el gerente, «es el carácter realmente artesano de nuestro producto y esto no casaba mucho con el concepto de franquicia, en el que todo está perfectamente normalizado y dirigido por la matriz. En nuestras heladerías es el propio asociado el que, manteniendo unos mínimos que marca la marca y ajustando el proceso de elaboración al método Bolas, decide todos los aspectos de su heladería», insiste.

Proceso de elaboración artesanal en Bolas

Nacen, como decía, para dar respuesta a una creciente demanda de productos sanos y naturales. Con un método de elaboración propio, donde cada heladero asociado crea su propio helado en el punto de venta: «No añadimos nada artificial, sin conservantes, ni colorantes, ni pastas aromatizadas, ni potenciadores de sabor. El resultado es helado de elaboración diaria, sin añadido artificial, totalmente sano y natural», recuerda.

Pero ¿tienen helados especiales y aptos para todos? Antonio M. Ruiz confirma que en lo que respecta a helados para celíacos, legalmente no pueden venderlos como helados sin gluten, ya que al elaborar todos estos helados en el punto de venta, no pueden garantizar al 100% que no haya trazas de gluten.

«No obstante, podemos decir que la mayoría de nuestros helados no llevan gluten, salvo aquellos que por su sabor, incorporen ingredientes que lo lleven, como es el caso del helado de galleta María, en el que usamos galletas para hacer el helado y lógicamente lleva gluten. Son 5 o 6 los que sí llevan gluten en una carta de unos 100 sabores en total». También asegura que usan cucuruchos con gluten porque los específicos para esta intolerancia no están aún muy bien conseguidos.

Del mismo modo, Ruiz avisa que «si el cliente nos lo advierte y el grado de intolerancia no es alto, tomamos una paleta nueva y servimos de la zona aún no manipulada para minimizar el impacto».

Proceso de elaboración artesanal en Bolas

Respecto a otras intolerancias, como puede ser la lactosa, sí cuentan con helados, como son los de frutas, que van sin leche y técnicamente se denominan sorbetes. «Pero somos capaces de darle la cremosidad y la textura de un helado de crema». Melón, mango, maracuyá, limón, limón con hierbabuena, higo, coco, fresa, por mencionar algunos.

«Toda la fruta de temporada la vamos transformando en helado», insiste. Tambíen la «medina», que es un helado desarrollado el año pasado con zumo de naranja, jengibre y canela que se está convirtiendo en uno de los sabores estrella de la cadena.

De la misma manera, disponen de helados para los intolerantes a los frutos secos, a la soja, entre otros. Respecto a los helados bajos en calorías, tienen helados sin azúcar, aunque admite que «en la mayoría de los helados del mercado no es la azúcar la que provoca que éste engorde. Es el uso y abuso de los elementos químicos y de las grasas hidrogenadas los que provocan este efecto y en nuestros helados estos ingredientes no existen», asevera.

En cualquier caso, la búsqueda por ofrecer al cliente helados sanos y naturales es una máxima para Bolas y es por ello que trabajan diariamente para eliminar los ingredientes que afectan negativamente al organismo. Eso sí, sin perder la frescura y la naturalidad de las que hacen gala.

Dirección: C/ Cuesta del Rosario, 1.

Teléfono: 954 22 74 11

Heladería Verdú

Es otra heladería con historia y trayectoria que no para de evolucionar. Al frente está Eloy Sirvent, gerente de la empresa, que conduce junto a su hermano Lucas. «Somos una empresa familiar que ya va por la tercera generación de heladeros. Mi abuelo paterno, allá por 1930, ya estaba con su carrito de helados vendiendo por los pueblos, sobre todo por Andalucía ?Arcos de la Frontera, Bornos o Écija», recuerda el gerente.

Abuelo paterno del actual gerente de Heladería Verdú

Posteriormente, quien haya vivido en Carmona, recordará Heladería Verdú en esta localidad: «Pertenecía a mis tíos y allí estuvieron más de 30 años. Incluso pasaron allí la Guerra Civil española. Ya en 1972 se trasladaron a Sevilla. Mi tío cayó enfermo y tuvo que dejar el negocio, que comenzaron a regentar mis padres», recuerda el gerente.

Se consideran de las heladerías más antiguas de Sevilla, «si no la más antigua», insiste Sirvent. «No lo digo yo, sino que algunos medios nos han catalogado como una de las más antiguas de España», ríe al afirmar.

La clave está en que siguen haciendo el mismo helado que hacían sus ancestros: «Ahora con mi padre jubilado, mi hermano Lucas y yo estamos al frente del negocio. Es por ello por lo que seguimos fabricando el helado tal y como lo hacía mi abuelo, con ingredientes naturales y artesano 100%», cuenta con orgullo el gerente.

Entre sus helados, es claro al afirmar que cuentan con helados aptos para veganos e incluso para cualquier tipo de intolerancia. «Es más, la mayoría de nuestros sabores son aptos para celíacos, ya que al fabricarlo como siempre no se añade nada». Por ello insiste en que sus helados están compuestos de leche, azúcar, un estabilizante ?de origen vegetal y libre de alérgenos? y el sabor del helado ?turrón, nata, fresa, etc.

«Solo lleva gluten si se elabora con un sabor que lleve gluten, como la galleta, la tarde de queso por el bizcocho, etc». También cuenta con los sorbetes, que elaboran con agua y no llevan ninguna traza y son aptos para todo el mundo. «Y no solo helado, porque tambien fabricamos horchata de chufas, granizada de limón y leche merengada artesanas», enumera el heladero. Además, el pasado año comenzaron a elaborar polos de fruta naturales de distintos sabores, que solo llevan fruta, agua y azúcar. «Han tenido muchísima aceptación», reconoce.

Helado de rebujito

Para diabéticos también cuentan con sabores sin azúcares añadidos. Además, también es posible cuidar la línea, pues en los helados de leche que fabrican, usan leche desnatada del 1% de grasa, así como los sorbetes mencionados anteriormente, que no llevan grasa, aunque sí azúcar.

La demanda de este tipo de «helados especiales» va en aumento, reconoce el gerente, por lo que «vamos con mucho cuidado de que no haya contaminación cruzada en los helados y nuestros clientes puedan tomar el helado con tranquilidad».

Ese es el motivo por el que no mezclan dos sabores en una misma bola en el cucurucho, que cada cubeta de helado lleve su pala, que los moldes para los cucuruchos estén en agua continua ?no con agua estancada?, etc.

En cualquier caso, lo mejor es dejarse asesorar por el personal, pues cada sabor es apto ?o no? a cada tipo de alergia. «Salvo los sorbetes y los polos naturales de fruta que son aptos para todo el mundo», remarca.

No van a parar de evolucionar a pesar de contar con casi 90 años de historia. La tradición en una heladería así tiene un peso específico, pero la evolución es clave para adaptarse a las demandas del mercado, que desde Verdú han sabido adoptar.

Dirección: C/ Esperanza de Triana, 3.

Teléfono: 954 33 17 11

Heladería Turronería Los Valencianos 1946

Hay que irse hasta Jijona para encontrar múltiples cavas de nieve, materia prima imprescindible en la antigüedad para la elaboración del helado, motivo por el cual el oficio se convirtió en todo un arte, considerándose la cuna del helado en España. De ahí a que sitios como Los Valencianos 1946 sean toda una fuente de conocimiento en el sector.

Nos recibe Francisco Colomina, propietario del establecimiento, en la calle Adriano 32, que es donde tienen su obrador. Él se apresura a afirmar que llevan cuatro generaciones desplazándose a otras poblaciones para vender helados y turrones, dando a conocer su buen hacer y ganándose la fama de la que gozan. «Nuestros productos están elaborados con las recetas y secretos de nuestros antepasados», comenta el gerente, además de una cuidada selección de los mejores ingredientes naturales.

Francisco Colomina, propietario de Los Valencianos 1946

Esto los convierte en una heladería «auténtica», que es capaz de hacernos sentir en el paladar la tradición experta de siglos de historia. Eso sin olvidar la innovación y la creatividad, que conlleva una gran variedad de sabores que va desde los más tradicionales a otros más contemporáneos, pasando por algunos basados en productos autóctonos.

Tampoco se olvidan de las variedades veganas e incluso saladas. De todas sus propuestas, el 90% de sabores es apto para celíacos. Y puntualiza Fran que «aquellos sabores que tienen gluten ?y por lo tanto no son aptos para celíacos? se elaboran en una máquina distinta y se exponen en una zona reservada de la vitrina, evitando así la contaminación cruzada».

Helado de caramelo con sal rosa del Himalaya

Helado de chocolate con avellana

Sus variedades también abarcan helados aptos para intolerantes a la lactosa, al huevo, a los frutos secos, a la proteína de leche, para veganos y diabéticos, entre otros. «Somos apasionados de la calidad y no aceptamos dogmas establecidos. Estamos en constante evolución para lograr crear el mejor helado», insiste Colomina.

Tarrina de helado de vainilla tahiti

Otro aspecto importante es que todos estos sabores no contienen grasas añadidas, ni azúcar refinado, ni aceite de palma ni ningún ingrediente artificial, por lo que son aptos para casi cualquier público: deportistas, personas con dietas bajas en calorías, niños e incluso enfermos.

«En los Valencianos procuramos elaborar un helado lo más saludable posible, porque un cliente sano es un cliente feliz y podrá consumir nuestro producto a lo largo de toda su vida». Reaafirma el gerente que en su establecimiento hay personal cualificado con formación sobre todo de alérgenos, según la necesidad concreta de cada cliente.

Tarrina de helado de fruta de azahar

Chocolate negro Pacari

Si bien reconoce Francisco Colomina que el número de intolerancias detectas en la población va en aumento y los hábitos de consumo han cambiado, «cada vez más nos encontramos ante un perfil de cliente que busca un producto de calidad ?a ser posible con denominaciones de origen? y a la vez saludable», apostilla.

Si nos fijamos en su vitrina, disponen como nos contaba el gerente de una gran variedad de sabores para intolerantes a la lactosa, elaborados con leche desnatada sin lactosa y edulcorados con estevia, por lo que también son aptos para diabéticos y son bajos en calorías. «Actualmente los sabores disponibles son nata, leche merengada, vainilla de Tahiti, chocolate, turrón de Jijona, yogur natural, caramelo con sal rosa del Himalaya, y pistacho de Bronte», señala el heladero.

Tarrina de helado de turrón de Jijona

Marrón Glace

Tarrina de helado de pistacho bronte

Además, disponen de sorbetes que están elaborados solo con fruta 100% natural y edulcorados con estevia por lo que son aptos para intolerantes a la lactosa, veganos, vegetarianos, diabéticos y son también bajos en calorías. Sabores como el mango alphonso, el limón, la fresa, el chocolate con avellanas, o chocolate negro Pacari, entre otros se engloban dentro de esta categoría.

Sin embargo, si de algo puede presumir esta heladería es del profundo conocimiento que tienen de uno de sus productos estrella: el helado. Un lugar donde se respira tradición, innovación y donde es posible degustar uno de los mejores helados con todas las garantías.

Dirección: C/ Adriano, 3.

Teléfono: 633 14 94 00

Heladería Jijona

No nos marchamos de la zona valenciana y aterrizamos en una heladería cuyo nombre ya nos indica que los sabores tradicionales tienen un importante hueco. El de turrón, por ejemplo ?turrón de Jijona? de donde es la familia propietaria de la heladería.

Nos lo cuenta Pablo Picó García, que su actual propietario. «Nuestra trayectoria empieza en el año 1940, cuando mis abuelos se establecieron en Lora del Río, desde Jijona, donde existe una tradición de fabricación heladera y turronera», comenta el gerente.

Sin embargo, desde Lora del Río llegan a Virgen de Luján, 32, en el año 1968, en la misma ubicación donde están desde entonces. «En la actualidad está trabajando ya la cuarta generación y son 77 años de tradición heladera», confirma con orgullo el heladero.

De todas las variedades que disponen en la vitrina, Picó confirma que cuentan con helados para algunas intolerancias: al gluten, huevo, frutos de cáscara, cacahuete, soja, lactosa, entre otros. Y también helados bajos en calorías.

Helados sin azúcares

Con respecto a «helados que no engorden», Pablo Picó reconoce que no les preocupa en exceso, pues «tomar un helado como merienda o postre con moderación no engorda. Son fórmulas equilibradas y usamos ingredientes de primera calidad». De ahí a que sea tajante al desmentir el tópico del «helado engorda»: «Tengo claro que eso es un mito. Hay que saber compaginar y adaptarlo a los hábitos de alimentación saludables». Y recuerda que hay productos en el mercado con mayor valor calórico. «Mucho mayores que un helado artesano», insiste.

Respecto a la demanda de productos «especiales», sobre todo los dirigidos para celíacos e intolerantes, el gerente considera que ha crecido: «Existe un aumento de intolerancias alimentarias. Nosotros concretamente fabricamos muy pocos. Lo que sí ofrecemos algunos helados que están hechos en nuestra cooperativa».

Helados de sorbetes

Esta «escasez» en la oferta ?solo un 5% del total? la explica así: «Aunque a la gente le cueste entenderlo, fabricar helado para alérgicos o intolerantes no es sencillo. El proceso requiere de unas condiciones especiales, desde por ejemplo que los productos destinados a estos helados estén separados en el almacén, hasta que cada vez que se fabrique este tipo de helados se tenga que hacer una limpieza exhaustiva, la zona debe estar totalmente adecuada y no se fabrique otros helados al mismo tiempo, para que no exista contaminación cruzada».

Es por ello por lo que considera que es difícil disponer de un producto apto para todos. «Existen helados que en su composición son aptos para un tipo de alérgicos o intolerantes, pero para otros no lo son. Depende de la intolerancia o alergia existe un tipo u otro».

Polos para todos

Granizadas

En este sentido, disponen de polos de fresa, limón, horchata y una bolsita de mini polos. También es posible probar la granizada de horchata, de limón y de café. «Aunque esto último puede contener contaminación cruzada por dispensarse en recipientes abiertos», señala el gerente.

En cualquier caso, en el establecimiento existe una lista completa en la que se que puede consultar los componentes de cada helado y así tener claro, en función de las distintas intolerancias o alergias, qué se puede consumir y qué no.

Dirección: C/ Virgen de Luján, 32.

Teléfono: 954 45 67 79

La Crème de La Crème

En plenas Setas nos encontramos con una de las heladerías más recientes de las que cuenta la ciudad, aunque también tiene bollería fina, empanadas y tartas. Todo con un marcado acento francés, de donde es originaria su propia dueña, Sandrine Sánchez, que es quien nos recibe.

«La Crème de la Crème es una cafetería con obrador propio que tiene como objetivo divulgar el sabor de las ‘cosas buenas’. Tenemos que volver a saborear productos de calidad, utilizar ingredientes básicos como la mantequilla y quitar los aromas artificiales y colorantes. En definitiva, es una vuelta a las recetas caseras», nos comenta Sandrine.

Por los orígenes de la dueña, tiende a realizar sus elaboraciones con un toque francés. En materia de helados han apostado por unos pocos sabores con los que están conquistando a un público que busca lo artesano y natural, puesto que los elaboran sin aromas ni aditivos.

Para celíacos, concretamente, tienen un total de 11 sabores, donde destaca la stracciatella, los tres chocolates, el turrón, la vainilla praliné con nueces pecan o la menta con chocolate, entre otros. También los sorbetes de frambuesa, limón o mango. Estos últimos, indica Sandrine, «son aptos para todas las personas con alergias».

«Tenemos un total de 15 sabores y tenemos productos aptos para alérgicos al gluten, al huevo, a frutos de cáscara, a la soja, a los cacahuetes y a la leche», enumera la francesa. «La demanda de estos productos es importante y se presentan casos de alergia múltiple muy difíciles de satisfacer».

Pero ¿y bajo en calorías? Sandrine se sincera al contar que «al tener poco espacio hemos tenido que elegir los productos más demandados que son, con diferencia, los que no contienen gluten, frutos secos, huevo o leche».

Bien es cierto que la obesidad es un tema que tienen muy presente: «En Andalucía el nivel de obesos es muy alto. Estamos desarrollando nuevas recetas de productos sin azúcar para responder a esta demanda», afirma Sandrine.

De todos modos, es partidaria de helados sin exceso de azúcar, que enmascara el sabor. Por ello, insiste, utilizando una buena materia prima no es necesario usar estos edulcurantes. De hecho, el sabor suave de sus helados demuestra precisamente esto mismo que la francesa comenta.

Dirección: C/ Regina, 1.

Teléfono: 955 67 13 41

Lo que no te puedes perder

En España el helado fue introducido por los árabes en forma de sorbete y en su origen era una mezcla de nieve con zumo de frutas y miel. En Jijona, se encuentran múltiples cavas de nieve, materia prima imprescindible en la antigüedad para la elaboración del helado, motivo por el cual el oficio se convirtió en todo un arte, considerándose la cuna del helado en España.

Aunque miremos a Jijona para los orígenes, hay que admitir que todos estos ejemplos demuestran que en Sevilla se hace un helado excelente, apto para todos. Son muchos los desarrollos que se han realizado en el helado a nivel de gastronomía molecular, helados simbióticos y uso de nuevos ingredientes.

Una de las innovaciones de este siglo viene de la mano del ingeniero y heladero español Manuel Linares, quien en junio de 2014 creó un helado que cambia del color violeta al rosa a medida que se va comiendo y que bautizó como «Xamaleón». También hay innovaciones en los componentes, y poco a poco se están haciendo helados que llegará a cualquier paladar, tenga la intolerancia que tenga.

Como vemos, la innovación no para. ¿Tendremos pronto en nuestras heladerías innovaciones de este tipo? ¿Hacia dónde evolucionaremos en los próximos años? Mientras tanto, dejémonos conquistas por los sabores de las heladería de Sevilla, que son muchos y de una gran calidad. ¡Que aproveche!

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