Hazte premium Hazte premium

Víctor Ullate: «Ojalá se cree una compañía oficial de ballet clásico»

JULIO BRAVO

MADRID. «Me he llevado una sorpresa», aseguraba ayer Víctor Ullate en conversación telefónica con ABC, en referencia a la noticia que le situaba como el futuro director de una compañía de ballet clásico que planean crear el Ministerio de Cultura y la Comunidad de Madrid. «A mí me llamaron hace algún tiempo del Ministerio -seguía el maestro y coreógrafo- para preguntar mi opinión y que yo les dijera qué creía que necesitaba una compañía de este estilo y cómo la plantearía yo, pero nada más; imagino que no habré sido el único a quien se haya llamado».

A Víctor Ullate, que dentro de unas semanas celebrará en el Teatro Real el vigésimo aniversario de su compañía, le encanta la idea de que se cree un ballet clásico oficial. «¡Ojalá se hiciera!», dice. Y también se muestra dispuesto a dirigirlo, algo que le haría feliz. «Me gustaría, claro, porque creo que puedo aportar mi experiencia y mi trabajo, y porque sería una manera de seguir ayudando a la danza española. Pero si no surge, no pasa nada. La vida es muy sabia».

«Llevo tiempo con la intención de irme retirando, pero entre unas cosas y otras parece que no puedo», se «queja» Ullate, evidentemente con la boca chica. «Para España y para la danza sería muy buena una compañía así, en la que pudieran bailar todas esas figuras que están dispersas por el mundo. Porque tendría que ser el ballet de todos».

Juan Carlos Marset, director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (Inaem), y Santiago Fisas, consejero de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, llevan varios meses de conversaciones para hacer realidad la creación de una compañía oficial de ballet clásico; algo que lleva pidiendo a gritos desde hace años el mundo de la danza en España.

El Inaem camina en este sentido con pies de plomo, y tras la aparición de la noticia respondía con un comunicado en el que se decía que «dicho proyecto se encuentra en una fase inicial de estudio por lo que, hasta el momento, se están barajando todos los aspectos y posibilidades del mismo; entre otros, el perfil de los futuros responsables técnicos y artísticos».

Y es que el ballet clásico, a quien las administraciones públicas han dejado abandonado a su suerte desde hace años, ha cobrado impulso recientemente en España gracias a distintas iniciativas promovidas por artistas como María Giménez, Ángel Corella y Tamara Rojo.

Estos dos últimos, grandes estrellas de la danza internacional, han coincidido -aunque sólo en el tiempo y en la intención final, ya que sus métodos, caminos y resultados han sido muy distintos- con sendos proyectos; el Gobierno estudió, incluso, la posibilidad de conjugar los dos.

Ángel Corella, primer bailarín del American Ballet Theatre, cumplió su sueño el pasado mes de septiembre, cuando vio la luz el Corella Ballet, primero en La Granja y después en el Teatro Real, donde presentó «La Bayadera». La compañía, conformada por cuarenta y cuatro bailarines de trece países -las previsiones son que en un futuro sean sesenta bailarines-, es una de las iniciativas de la Fundación Ángel Corella, constituida en 2001 y con un fuerte soporte económico de la Junta de Castilla y León, que tiene también entre sus planes la creación de una residencia-escuela para formar bailarines de alto nivel. La compañía actuará en el Liceo barcelonés en julio del año próximo, y antes tiene programadas actuaciones en ciudades como Salamanca, Valladolid, Pamplona o Tenerife.

El proyecto liderado por Tamara Rojo está actualmente, sin embargo, en punto muerto, y no parece fácil, más bien lo contrario, que abandone dicha situación. La idea de la bailarina -a quien la Royal Ballet School, una de las más prestigiosas instituciones educativas europeas, ha nombrado Maestra Invitada Residente- era crear una compañía de ballet de amplio repertorio, que conjugara los grandes títulos del ballet clásico con nuevas creaciones. El proyecto tomó forma en los primeros meses de 2006, y Tamara Rojo incluso se lo presentó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante una reunión que mantuvo con él en el Palacio de la Moncloa.

Presidencia y Cultura

Fue precisamente aquí, en Presidencia del Gobierno -y concretamente en su departamento de Educación y Cultura-, donde se dio mayor apoyo al proyecto de Tamara, que no obtuvo las mismas simpatías de los responsables del Ministerio de Cultura, ni durante la etapa de Carmen Calvo -hubo entonces numerosos desencuentros y suspicacias entre Moncloa y Cultura a cuenta de este asunto- ni ahora, con César Antonio Molina al frente.

El proyecto del denominado Real Ballet de España -Tamara Rojo proponía que la Corona fuera su «estandarte galvanizador»- prevé una financiación mixta entre varias administraciones -central, autonómicas y locales- y patrocinio privado. El soporte inicial sería el Instituto Superior de Danza Alicia Alonso, de la Universidad Rey Juan Carlos, y su fórmula jurídica una fundación de interés general sin ánimo de lucro. El presupuesto previsto en el proyecto presentado por Tamara Rojo es de nueve millones de euros anuales. La compañía, en un principio, contaría con sesenta y cinco bailarines, además de otras veinticinco personas en los distintos departamentos administrativos y artísticos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación