José Manuel Barreiro: «Es obvio que la marca PP pasa por dificultades»

José Luis JIménez

30/05/2015
Actualizado 31/05/2015 a las 14:03h.

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—¿Qué ha ocurrido el 24-M?

—Muchas cosas. No debemos escudarnos en el resultado para analizar lo que ha sucedido. Es verdad que ganamos, pero se ha dado una situación de pérdida de poder muy importante. Es un problema con muchas dimensiones. Una es la coyuntura económica y social del país, un malestar generado por la toma de decisiones que la ciudadanía no ha entendido y nosotros no hemos sabido explicar. Eso permite que surjan nuevas formas políticas que recogen ese cabreo. Y nosotros tenemos que hacer autocrítica y darle contenido. Eso significa ver lo que no hemos sabido explicar e intentar corregirlo.

—No lo vieron venir, por lo que parece.

—No supimos calibrar, al menos yo como responsable provincial de Lugo, este efecto. Nosotros somos un partido que nos dedicamos a la gestión, que lo hacemos bien, que hicimos lo que el país necesitaba, pero no siempre acertados a la hora de explicarlo.

—¿Mucha gestión y poca política?

—A la vista de los acontecimientos parece obvio que tenemos que hacer más política. Y una cosa no está reñida con la otra. La gestión era imprescindible, porque si no el país no hubiera aguantado. Esto es una obviedad pero no está de más recordarlo. Pero por las razones que sea, la gente no ha valorado lo suficiente los logros de la recuperación económica y del empleo. Tenemos que saber explicarlo.

—¿Se pueden ganar unas elecciones generales sin ayuntamientos, diputaciones ni comunidades?

—El planteamiento no es así. El PP ha ganado las elecciones en el conjunto del país, en muchos ayuntamientos y comunidades. Vamos a ver cómo se conforman los gobiernos. Yo estoy convencido que el PP va a ganar de nuevo las generales. En estas municipales hemos ganado con dos puntos de ventaja sobre el PSOE. Exceptuando las de 2011, nunca habíamos tenido una diferencia tan grande. En 2007 apenas era medio punto. Ahora bien, no debemos escudarnos en el resultado.

—¿Han pagado muchos alcaldes el descontento ciudadano con Rajoy?

—La situación general de crispación social del país ha influido en unas elecciones locales, que suelen tener un componente de proximidad muy grande, y donde el peso de la persona es muy relevante. En esta convocatoria creo que ha pesado menos. Pero nos equivocaríamos en el análisis si pensamos que este resultado es exclusivamente fruto de esa situación general del país. Ha habido errores, desaciertos en candidatos, de índole local.

—¿La marca atraviesa por dificultades?

—Sí, esto es obvio. Esa crispación contra el PP tiene efectos negativos. Tenemos que redoblar esfuerzos, sobre todo para recuperar a esas personas que en otras elecciones confiaron en nosotros y ahora no lo hicieron. Explicarles lo hecho para que recuperen la confianza en el PP. Y luego el partido tiene que hacer un esfuerzo de aproximación, de comunicación. Si lo hacemos así, al final se entenderá la necesidad del gran sacrificio colectivo que hicimos para salir de la crisis.

—¿Qué cambios se pueden hacer a seis meses de unas generales?

—Hay que seguir profundizando en las políticas reformistas para que la economía mantenga su comportamiento positivo. Crecemos y creamos empleo. No abandonemos esa senda. Y hacer un esfuerzo mucho más grande para explicar todo esto. Esa es nuestra mayor dificultad. Y es bueno abrir el partido, con 800.000 militantes, facilitando los cauces de participación, involucrando a todos. La consecuencia será que se vuelva a confiar en nosotros. Y autocrítica, asumiendo con naturalidad y realismo dónde nos hemos podido equivocar. Esto lleva implícito cambio en contenidos, en equipos, en personas.

—Feijóo ha anunciado que en el PP gallego habrá una renovación de actitudes. ¿Qué actitudes han fallado?

—Esto es una percepción mía. Quizás algunos colectivos nos han percibido con una cierta actitud de soberbia, de estar muy centrados en los temas económicos pero alejados de los temas a pie de calle. Es un error, porque la mejor forma de estar a pie de calle es posibilitar que la gente encuentre un puesto de trabajo o que no lo pierda. De nuevo, no lo hemos sabido explicar y hay que reconocerlo.

—¿Ha podido fallar la actitud a la hora de combatir la corrupción propia?

—Ahí no lo hemos sabido explicar. Lo que más ha distorsionado nuestra comunicación ha sido el fenómeno de la corrupción. No tengo duda alguna. Nosotros hemos hecho aflorar todas las situaciones de esta índole, creando organismos para su detección, posibilitando y haciendo que funcione el Estado de Derecho. Por tanto, se ha hecho bien, pero no se ha entendido. También creo, es mi percepción, que se le exige más en este tema al PP que a otros partidos, cosa que no es mala.

—Esa herida, ¿puede estar pendiente de cicatrizar hasta que el PP expíe el «caso Bárcenas»?

—El PP ha actuado ahí por el libro. Se abrió en canal, enseñó lo que había, mostró su contabilidad y la Justicia se ha pronunciado sobre eso. Aquí había un señor que no fue ni leal ni fiel con la confianza en él depositada, y que deberá explicar el origen de su fortuna.

—¿Se arrepienten ahora de no haber aprobado la reforma electoral?

—No sé si esa sería la palabra. Este país, en algún momento, tendrá que abordar una reforma electoral de manera sensata. Lo que más se parece a la esencia de la democracia es que gobierne el que gane. Y el marco legislativo actual permite situaciones para esquivarlo. Eso crea inestabilidad. Y tampoco es bueno. Esto no es nada novedoso.

—Las palabras de Herrera a Rajoy, ¿sonaron más duras de lo que son?

—Totalmente. Son palabras de confianza plena en el presidente. Hoy, desde mi punto de vista, el principal activo del PP es Mariano Rajoy.

—¿Pero esto es lealtad o convicción?

—Ambas. Nunca ha habido un gobernante en España que haya tenido que gobernar en una situación tan difícil como ha hecho Rajoy. En ese contexto, él es el verdadero artífice de la política que nos ha sacado del precipicio. No podemos perder ese activo.

—Mucha gente sitúa a Feijóo en Madrid.

—Feijóo debe situarse donde él estime oportuno que debe estar. Ahora es Galicia, es el presidente de la Xunta. Es una persona reconocida en Galicia, en el PP, y tenemos la ventaja de que también lo es a nivel nacional.

—El PP gallego convocará su congreso regional antes de las autonómicas. ¿Congreso para la sucesión de Feijóo?

—No lo creo, pero no estoy en condiciones de responder. Habrá que preguntarle a Alberto si se presentará a la reelección.

—¿Barreiro va a seguir en Lugo como presidente provincial?

—Será una pregunta para Barreiro cuando se convoque el congreso provincial. Llevo bastante tiempo en el cargo, estoy satisfecho con lo que hacemos aunque obviamente no con los resultados de las municipales. Llegado el momento, lo comentaremos con la dirección regional y los compañeros en la provincia para tomar una decisión. No creo que sea problema porque en Lugo tenemos una estructura de partido fuerte.

—¿Y va a repetir en el Senado?

—Eso no depende de Barreiro. Yo estoy tremendamente orgulloso y satisfecho que la confianza que el partido y el presidente Rajoy depositó en mí para ser el portavoz del grupo mayoritario. Yo estaré a lo que disponga el partido, bien en el Senado o volviendo a mi plaza de catedrático de Economía en la USC.

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