Hazte premium Hazte premium

María José Camilleri, la dignidad de una política

Frente al rechazo hacia la clase política que se ha generalizado es bueno oponer referentes como Macu Camilleri

álvaro ybarra pacheco, director de abc de sevilla

ahora que el desprestigio de buena parte de la clase política parece haber tocado fondo tras las últimas actuaciones del dúo Pujol/Mas, un compendio de cinismo, desvergüenza e irresponsabilidad, me ha venido a la memoria el recuerdo de María José Camilleri, conocida como Macu por sus amigos y familiares, vicepresidenta de la Cámara de Cuentas fallecida en Sevilla hace sólo unos días. Macu Camilleri, una de las mujeres que incorporó Javier Arenas al Partido Popular en su empeño por cambiar Andalucía, era la antítesis de una política profesional. Sencilla y trabajadora, huía de los focos como de la peste y se encontraba más cómoda documentándose y preparando sesudos informes en largas horas de despacho que convocando ruedas de prensa y dando la monserga.

Cocinera antes que representante pública, se licenció en Derecho y trabajó como profesional hasta que Arenas la incorporó a la política. Su designación para encabezar la lista de Sevilla para las elecciones al Congreso de los Diputados en 1996 fue una gran sorpresa para propios y extraños, pues su anterior cargo como adjunta al Defensor del Pueblo de Andalucía sólo limitaba tangencialmente con la política. Pero aceptó, tras algunos titubeos, y se centró en su trabajo de diputada. Su concepción de la política como un servicio a los ciudadanos la mantuvo alejada de las intrigas palaciegas y de los cenáculos del poder. Pero trabajó como la que más y dignificó su profesión. Tal vez si hubiéramos contado en España con una mayoría de políticos del estilo de Macu Camilleri no estaríamos a estas alturas hablando de la casta.

Regresó a Andalucía como diputada regional y, años más tarde, leal pero un tanto decepcionada por las limitaciones que imponía el discurrir de la vida de partido, se incorporó, tras ser elegida por unanimidad, como vicepresidenta de la Cámara de Cuentas, donde estuvo hasta el final. Frente al rechazo hacia la clase política que se ha generalizado en nuestra sociedad actual es bueno oponer referentes como Macu Camilleri, una mujer digna que trabajó en pos de una Andalucía más justa y abierta sin pavonearse ni sacar rédito de sus cargos públicos. Descansa en paz, Macu, en la certeza de que tu recuerdo nos servirá a muchos de los que ambicionamos una Andalucía distinta.

@aybarrapacheco

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación