La Cabalgata de Reyes Magos de Alcalá de Guadaíra, un amplio cortejo seguido masivamente

La Cabalgata de Reyes Magos de Alcalá de Guadaíra da forma al que posiblemente sea el día de mayor presencia de personas en las calles de la ciudad. Un cortejo multitudinario, que recorre varios barrios de la ciudad, además del centro y que deja un reguero de caramelos y golosinas, pero que también tiene una marcada dimensión solidaria con la entrega de juguetes que tiene lugar tras recogerse las carrozas.

La presencia de los monarcas en la ciudad puede dividirse en dos partes. Por la mañana y el mediodía realizan una serie de visitas a instituciones y lugares emblemáticos de la localidad. A partir de las cinco de la tarde suben a las carrozas para iniciar el recorrido de la Cabalgata. Las que los alcalareños conocen como «visitas» comienzan en el Santuario del Águila con la adoración a la Patrona de la ciudad y a su hijo. Desde ahí, al Ayuntamiento para recoger de forma simbólica las llaves de la ciudad y empezar a repartir caramelos entre los niños que allí se congregan. Su camino sigue a pie para visitar la residencia de La Milagrosa y el Convento de las Clarisas. Y luego a las residencias de  Cristo de la Salud, Guadaíra y a la sede de AFEAES. En todas ellas dejan regalos e ilusión. En todos los lugares, caras de asombro.

Y de ahí a su «palacio real» en la sede de la Cabalgata en la barriada de Nueva Alcalá. Cuando se abran sus puertas a las 17 horas, después del trajín de preparar la completa comitiva, irán desfilando, 17 carrozas inspiradas en cuentos infantiles, personajes de dibujos animados o elementos de Alcalá. Entre ellas la del Nacimiento y la que acoge a los niños de San Juan de Dios. Las de los tres reyes, la Estrella y el Gran Visir. Cinco bandas de música y cientos de beduinos a pie que animan las calles.

Tras un largo recorrido, salpicado de gritos infantiles, regado de caramelos y pleno de animación, las carrozas estarán de vuelta a las 21 horas. Pero los reyes siguen repartiendo regalos. Se desplazan al colegio Salesiano para entregar en su capilla lotes de juguetes a los niños necesitados de la localidad. Ellos tienen el privilegio de recibir sus regalos directamente de las manos regias, en una ceremonia que la Cabalgata define como su verdadera razón de ser.