La calle Romera se suma a las vías peatonales del centro de Dos Hermanas

El tramo de la calle Romera, entre Canónigo y Manuel de Falla, es ya completamente peatonal después de que concluyeran definitivamente las obras la semana pasada y se abriera en su totalidad al público. Un nuevo espacio, cerrado al tráfico rodado, que busca favorecer el tránsito de los ciudadanos y potenciar el consumo en el comercio local. De esta forma, este tramo de la calle Romera se une a las vías peatonales que actualmente tiene el centro de Dos Hermanas, como la calle La Mina o San Sebastián, marcadas ambas por su peso comercial.

En este sentido, la calle se abre al público un mes antes de que se inicie uno de los periodos de ventas más fuertes de todo el año, el de Navidad, que servirá a estos comerciantes para comprobar si repercute favorablemente esta peatonalización. Las expectativas, por el momento, son positivas puesto que los comerciantes de este tramo habrían ya analizado la posibilidad de crear un mercadillo en la calle, al estilo del que se celebra los viernes en la calle San Sebastián por los propios comerciantes. Los dos establecimientos hosteleros, además, han solicitado también una licencia de veladores para aprovechar las ventajas de ser peatonal.

Las obras en este tramo comenzaron a finales del mes de julio por Emasesa, la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Sevilla , que realizó una reforma del colector y mejoró la red de abastecimiento de agua. Unos trabajos, en coordinación con los servicios municipales, que empezaron a actuar en esta calle, una vez concluidas las labores de Emasesa, a mediados de septiembre. El delegado de Hacienda y Obras, Francisco Rodríguez, ha explicado que las obras han ido «a buen ritmo», gracias en parte a que las lluvias han respectado los trabajos, por lo que la previsión de finalización a mitad de noviembre se ha adelantado unas semanas.

Tras la visita que ha realizado Rodríguez, acompañado por el delegado de Movilidad y Prevención, Antonio Morán, han informado de que se han instalado cuatro macetones, dos en cada extremo de la calle, para favorecer la seguridad vial, especialmente de los vehículos que bajan por la calle Romera y que ahora deberán girar necesariamente hacia Manuel de Falla. Igualmente, se han distribuido varios bancos en el centro de este tramo y se han colocado bolardos desmontables, «para cuando haya procesiones o vehículos que tengan que entrar para reparar algo», así como para el acceso a la única cochera que tiene la calle, según ha indicado Morán. Se han establecido, además, dos zonas de carga y descarga, situadas en la esquina de Romera con Manuel de Falla, y otra en la misma calle Manuel de Falla.