Aniversario
Veinte años llevando la cultura de los libros a Montequinto
Fue un 4 de junio de 1994 cuando abrió sus puertas la biblioteca quinteña, hoy punto de encuentro de todo un barrio
Se cumplen ahora veinte años desde que abriera sus puertas, por primera vez, la Biblioteca Municipal de Montequinto, en Dos Hermanas. Dos décadas en las que ha habido tiempo –y obligación- para cambiar de sede, hacia otra más amplia, e ir creciendo no sólo en número de ejemplares sino en volumen de personas con las que llenar los pasillos de estas instalaciones.
Y algo han conseguido. En los últimos tres años se han registrado casi 600.000 visitas, sustentadas en la idea de que alrededor de la biblioteca hay que crear un espacio cultural con la participación de todos los vecinos. El resultado está claro, es el Centro Cultural y Social Biblioteca, que ha logrado posicionarse como el centro neurálgico del barrio. «Buscamos que la gente sienta esto como suyo, es una filosofía de puertas abiertas», explica María José Gámez, directora de este centro.
Y es que aquí no sólo se lee, también se puede disfrutar de una obra de teatro, asistir a un cuentacuentos –para niños y también para mayores-, aprender a pintar o bailar sevillanas, escuchar un concierto de música o celebrar una reunión de vecinos. El lema de su proyecto da ya una idea de lo que pretende ser, «de todos, para todos, entre todos».
La casa hecha biblioteca
Fue un 4 de junio de 1994 cuando la Biblioteca Municipal de Montequinto comenzó a funcionar. Lo hacía en unas pequeñas instalaciones, de unos 100 metros cuadrados, ubicadas en la avenida de Los Pinos, en lo que era un local bajo –entre los grandes bloques de pisos de los primeros habitantes y la iglesia- con 60 puestos de lectura y 5.000 volúmenes, que abría 20 horas semanales. «Le decíamos de broma la ‘casita de Pin y Pon’ porque allí todo era minúsculo», recuerda Mª Carmen Gómez, la directora de la Biblioteca Municipal Pedro Laín Entralgo de Dos Hermanas, que estuvo al frente de este proyecto hasta que en 2010 se inauguró la nueva biblioteca, ya en sus actuales instalaciones.
Sin embargo, mucho antes de todo esto, a finales de la década de los ochenta, ya se gestaban en el barrio los primeros servicios de préstamos. Un bibliobús que hacía las veces de biblioteca ambulante, bajo el lema «Los libros viajan para ti», empezó a recorrer el barrio un 23 de junio de 1989, cuando Montequinto contaba con unos 10.000 habitantes.
El inicio de una nueva etapa
Probablemente, la biblioteca de Montequinto sea el mejor ejemplo de la evolución, a pasos de gigante, que ha tenido el barrio en los últimos años. El incesante aumento de la población en un núcleo urbano que cuenta ya con unos 36.000 habitantes hizo que ya en la memoria de gestión de 1994 –cuando se abrió la primera biblioteca- se recogiera la necesidad de ampliar las instalaciones.
La remodelación llegaría el 1 de octubre de 2010, cuando se inauguró el actual Centro Social y Cultural Biblioteca de Montequinto, en la calle Venecia. Un espacio de tres plantas con 2.400 metros cuadrados, 230 puestos de lectura y más de 40.000 volúmenes. «Se diseñó atendiendo a las nuevas tendencias que aúnan servicios bibliotecarios con talleres y espacios para actividades culturales, y la fórmula funcionó, como era de esperar, y es que había un ingrediente secreto que se había mantenido en la esencia de la biblioteca desde sus inicios: la participación e implicación de los ciudadanos», apunta Mª Carmen Gómez.
Centro neurálgico de Montequinto
Prácticamente, la gran mayoría de los eventos que se suceden en el barrio tienen su epicentro en este Centro Cultural y Social. «Es un lugar donde estudiar, formarse, punto de encuentro para los vecinos y para crecer como persona», destaca la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Dos Hermanas, Rosario Sánchez. «El barrio se ha volcado con la biblioteca y todo se hace en torno a este sitio».
Y es que, por aquí han pasado personalidades reconocidas como el juez de menores Emilio Calatayud, el biólogo e hijo del célebre escritor Miguel Delibes de Castro, el ingeniero de la NASA Javier Castaño, el cantante Álex Ortiz, el escritor Jesús Carrasco o los prestigiosos músicos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) Vladimir Dmitrienco y Nonna Natsvlishvili.
Aun así, el centro cultural ha servido y sirve de espacio para otras tantas actividades e iniciativas de vecinos anónimos que están haciendo grande este lugar. Aquí se gestó el movimiento «Montequinto Ahorra», se ha celebrado la primera jornada «Infinity» sobre «airsoft» -un juego y deporte de estrategia basado en la simulación militar-, se puede disfrutar de los cuentos para adultos o formarse en alguno de los talleres que se desarrollan cada día en sus instalaciones.
«Lo mejor de todo es la relación directa con el usuario», destaca Mª José Gámez. Una fórmula que le ha valido a esta biblioteca para ser referente en su entorno tras dos décadas acercando la cultura a Montequinto.
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