Un empresario logra vacunar con su ONG a casi medio millón de niños africanos

Emprendedor desde su juventud, Jesús Mejías Begines (Los Palacios, 1946), siempre fue muy consciente de que la transgresión es el movimiento que conduce a la evolución, y gracias a ello ha logrado a lo largo de su dilatada carrera profesional grandes avances administrativos y arancelarios para el tejido empresarial andaluz, y otros de mucha más relevancia a 6.000 kilómetros de aquí.

Merced a las vicisitudes de este carácter atrevido le surgió la oportunidad de ser nombrado cónsul honorario de Costa de Marfil en Andalucía, cargo que ostenta desde 1992. Este cometido le hizo conocer en primera persona la trágica realidad de uno de los países más pobres del planeta, en el que la esperanza de vida es de 50,76 años, la séptima más baja del mundo (en España es de 82,5), y en el que uno de cada diez niños muere al nacer.

Ante este desolador panorama, Jesús Mejías solicitó colaboración a las administraciones, pero nunca la recibió al no ser considerado Costa de Marfil un país pobre prioritario por parte del Pacode (Plan Andaluz de Cooperación para el Desarrollo). «El consulado no podía recibir apoyo económico, así que di todos los pasos jurídicos pertinentes para crear una ONG, que era la única manera de poder ayudar a estos niños del África Subsahariana», dice.

De este modo nace en 2005 «África Arco Iris», una asociación no gubernamental sin ánimo de lucro que comenzó poniendo solo 500 vacunas, aunque rápidamente y gracias a las gestiones del empresario palaciego con varias entidades privadas y alguna pública (entre las que quiere destacar a la Diputación de Sevilla) y a la aportación de sus más de doscientos socios, consiguió multiplicar esta cifra. «A día de hoy nuestra ONG ha conseguido vacunar de meningitis y fiebre tifoidea a 450.000 niños costamarfileños menores de catorce años», afirma.

Así, bajo el lema «Una vacuna una vida», lleva una década realizando dos o tres campañas anuales de vacunación masiva con un equipo médico encabezado por Alfonso Carmona, director del Instituto Hispalense de Pediatría. Además, acaban de inaugurar un centro maternal y una escuela para 500 niños en Anyama, un pueblo situado a las afueras de la capital Abiyán.