Una batalla campal entre dos clanes rumanos se salda con dos guardias civiles heridos en Cantillana

Dos guardias civiles han resultado heridos de diversa consideración al intentar mediar en una pelea entre dos clanes de rumanos , que se enfrentaron en las inmediaciones del acuartelamiento de la localidad sevillana de Cantillana, según ha informado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).

Los hechos ocurrieron en la noche de ayer cuando uno de los grupos se dirigía a presentar un denuncia contra el otro por amenazas graves.

Los componentes de la patrulla que iban a iniciar el servicio a las diez de la noche se extrañaron al ver cerca del cuartel a un grupo de rumanos sobre las 21.40 horas , a los que dijeron que cuando se cambiaran les atenderían.

Mientras los dos agentes se cambiaban, escucharon gritos y se acercaron al lateral del acuartelamiento, donde vieron cómo había comenzado una «batalla campal» entre los dos grupos de rumanos , de unas veinte personas, que estaban provistos de palos de grandes dimensiones, con pinchos en sus extremos, barras de hierro, e incluso una catana y un arma simulada .

Los agentes intentaron separar a los grupos, aunque se vieron superados en número , sufrieron agresiones y uno de ellos fue golpeado con el tubo de una sombrilla.

Después de 20 minutos, según la AUGC, llegó en auxilio una patrulla de Tocina y otro agente fuera de servicio , al que se unió el jefe de la unidad y posteriormente varias patrullas de diferentes acuartelamientos y de Sevilla.

El saldo final de este incidente fue de dos rumanos heridos graves, trasladados al hospital Macarena de Sevilla , 11 detenidos, algunos con heridas de carácter leve, además de los dos guardias civiles heridos de diversa consideración, que fueron atendidos en el centro de salud de Cantillana.

Según la asociación de guardias civiles, los protagonistas de la pelea son familias rivales y no es la primera reyerta que protagonizan .

La AUGC ha denunciado que faltan efectivos en la calle y que en toda España en los últimos cuatro años ha habido una pérdida cinco mil agentes, además de que « no hay una figura de jefe de servicio que esté presente y tome decisiones inmediatas de actuación».