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Las Cabezas recupera ‘El bautismo de Cristo’ de Francisco Varela

El estado de conservación del lienzo del siglo XVII hacía peligrar su existencia futura

Autoridades municipales, eclesiásticas, universitarias y del IAPH posaron tras la restitución del cuadro A. H.

ABC

El patrimonio histórico artístico de Las Cabezas de San Juan ha recuperado uno de sus elementos que se encontraban en peor estado de conservación, que incluso hacía peligrar la existencia futura de la propia obra. Tras 18 años de haber constatado su importancia y tres años después de la redacción del proyecto de conservación, el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) ha finalizado la intervención en la obra «El Bautismo de Cristo» , óleo sobre lienzo realizado en 1647 por pintor barroco sevillano Francisco Varela y ubicada en la capilla bautismal de la parroquia de San Juan Bautista de Las Cabezas de San Juan.

«Aún recuerdo cuando encontramos en el último momento de los trabajos de catalogación de los bienes inmuebles de la parroquia, hace 18 años, en la capilla bautismal, un cuadro que se sabía que estaba pero del que no habíamos constatado su calidad », recordó el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, José Fernández , durante el acto de presentación y reposición del cuadro a su ubicación original. Fernández aseguró que «se ha cumplido un sueño» y emplazó a las administraciones públicas a seguir «este camino en la conservación del patrimonio».

En la misma línea, el alcalde de Las Cabezas de San Juan, Francisco José Toajas (PSOE), se comprometió a seguir apostando por la restauración del patrimonio histórico artístico local, porque «todo el patrimonio cultural de un pueblo realmente es lo único que de verdad le da identidad, es su seña de identidad , y es una torpeza que un pueblo no sea capaz de valorar lo que tiene y hacer el esfuerzo para protegerlo y conservarlo en buenas condiciones».

Toajas destacó que «18 años son muchos para la restauración de una obra que la necesitaba desde el momento en que se constató su importancia» y recordó que fueron los técnicos del IAPH los que alertaron sobre el grave deterioro que presentaba el cuadro, «nos dijeron que se perdía y había que centrarse en la restauración».

Detalle del cuadro ya restaurado IAPH

Según los datos aportados durante la presentación por Araceli Montero , del área de tratamiento de bienes del instituto, y por Gabriel Ferreras , del departamento de estudios históricos y arqueológicos, el soporte original se encontraba reforzado por un reentelado, producto de una intervención anterior, realizada directamente sobre el bastidor. En el estudio radiográfico se apreciaban claramente dos estucos de intervenciones anteriores con un craquelado distinto al de la preparación original. La pintura presentaba numerosas reintegraciones cromáticas, de mayores dimensiones en la zona central y otras que coinciden con las grandes faltas de soporte. Las de menor tamaño eran muy numerosas y afectaban a toda la superficie.

La función del cuadro ha sido siempre la de devoción y culto en la capilla bautismal de la parroquia . Por su formato y temática, señalan desde el instituto, «parece haber sido creado para formar parte de ese espacio litúrgico destinado a la celebración del sacramento bautismal, por lo que destaca también su función doctrinal en el marco de un espacio funcional de gran simbolismo teológico-litúrgico».

El proceso de restauración

En primer lugar se eliminaron los estucos y repintes que presentaban grosor e invadían la pintura original , a fin de no producir hundimientos en el momento de presionar con las planchas en el proceso de reentelado. Posteriormente se protegió toda la superficie de la pintura con papel japonés y cola animal como adhesivo. Con el cuadro colocado sobre el anverso se eliminó el antiguo bastidor y el reentelado antiguo , lo que permitió el estudio de la costura original.

La actuaciones a nivel de la capa de la película pictórica han consistido en la fijación en aquellas zonas con peligro de desprendimiento , la retirada del barniz oxidado, la eliminación de repintes que sobrepasaban el original y estaban virados de color, y la reintegración cromática de las lagunas estucadas y de aquellas zonas que presentaban desgastes del color original, con la pretensión de obtener una lectura formal y percepción estética armónica y equilibrada. Los retoques se han centrado exclusivamente en las pérdidas del estrato de color , sin sobrepasar en ningún momento los límites del original.

En la capa de protección se ha aplicado un barniz compatible con la obra para evitar alteraciones del color por suciedad, ambientes contaminados, humedad, disolventes, radiaciones y manipulación de la obra.

El tratamiento en el marco ha consistido en el estucado de lagunas visibles, la fijación de la película pictórica , la reintegración cromática de los estucos y la aplicación de una capa de barniz.

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