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MORÓN DE LA FRONTERA

La mejor nota de Selectividad de la Campiña sale del barrio más conflictivo de Morón de la Frontera

Cristian Fernández, alumno del instituto Carrillo Salcedo, que logró un 13,32 sobre 14, destaca los buenos profesores del centro y el buen ambiente que se respira en sus aulas

Cristian Fernández está orgulloso de su instituto J.L.M.

JUAN LUIS MÁRMOL

El instituto Juan Antonio Carrillo Salcedo está, como todos los centros escolares de la Campiña , en el ajetreo propio de los días en que los alumnos van a recoger sus notas. Hay decepciones y hay alegrías a partes iguales. Pero un chaval acapara más felicitaciones que los demás. Todos los profesores se acercan a darle la enhorabuena a Cristian Fernán dez, que devuelve los elogios con una sonrisa de satisfacción, la del deber cumplido.

Y es que este alumno ha conseguido una de las notas más altas de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) , no solo de su instituto, sino de toda la Campiña. Un 13,32 sobre 14.

Aunque se trata de un gran logro, hay una circunstancia que le da un valor extra a esta noticia. El Carrillo Salcedo es un instituto localizado en El Rancho , uno de los barrios con peor reputación de la localidad. Como en la mayoría de estos barrios, los prejuicios son injustos y la imagen conflictiva que trasciende suele estar exagerada. Porque, aunque no es una balsa de aceite , tampoco es el barrio marginal que un visitante podría imaginar cuando se cuentan anécdotas sobre él.

Así pues, por esta mala reputación, el instituto Carrillo Salcedo se ha visto salpicado y ha afrontado más dificultades que otros centros a la hora de recibir alumnado. Por ello, el ejemplo de Cristian sirve para romper una lanza en favor de su instituto.

Apoyo del profesorado

«Yo me he criado aquí y esta zona no es tan mala» , afirma Fernández, « y la integración en el instituto es muy buena». Cristian, que quiere estudiar el doble grado de Derecho y Economía, considera que «da igual en realidad de donde vengas, porque lo importante es el trabajo que realiza cada uno».

Aun así, también es consciente de que su barrio «tiene una reputación, es verdad. Esto no es el barrio de Salamanca, pero tampoco son las Tres Mil Viviendas» , dice. Y lo mismo dice sobre su instituto: «Porque, en realidad, todo se trata de una gran falta de conocimiento y de saber lo que se vive aquí, y lo cierto es que tenemos un gran ambiente y muy buenos profesores ».

Precisamente esta es una de las claves con las que Cristian explica su éxito y el de los demás compañeros de su promoción (casi pleno de aprobados en la PAU), además del trabajo personal de cada uno: el apoyo del profesorado. «Están siempre ayudando, que no pasando la mano, sino exigiéndote mucho , sin regalar nada para que puedas dar lo mejor de ti», dice.

Aunque su nota será un reclamo y un motivo de orgullo, Cristian mantiene los pies en la tierra. «Yo no quiero que esto sirva para alardear, pero sí que la gente vea que este instituto te incita a esforzarte y luchar, porque esta nota la puede sacar cualquiera, venga del barrio que sea, si lo trabaja bien».

Tras el verano más largo de su vida, en septiembre llegará a Sevilla para continuar trabajando por un futuro que se antoja prometedor.

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