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SIERRA SUR

¿En qué pequeño pueblo de Sevilla se fabrican desde hace un siglo todos los tricornios de la Guardia Civil?

Manufacturas Moya, en Herrera, provee de sombreros y uniformes a la Benemérita desde 1912

Mari Carmen Moya, de la tercera generación familiar, está a cargo hoy del negocio B.M.

BORJA MORENO

En el número 30 de la calle Antequera , en pleno centro de la localidad de Herrera, se encuentra un negocio familiar único. Durante más de un siglo de trabajo, Manufacturas Moya ha fabricado todos y cada uno de los tricornios que utilizan los agentes de la Guardia Civil de toda España.

Mari Carmen Moya Cosano, nieta del fundador de esta empresa herrereña, sigue al frente de un negocio modernizado y que ha ampliado su espectro de acción incluyendo muchos más modelos de uniformidad, ropa, gorras y complementos para diferentes cuerpos de seguridad como la Policía Local, los Guardas de Campo y de Coto y Caza, Protección Civil e incluso bandas de música. Siempre continuando con la pieza estrella que impulsó este negocio, el tricornio.

Mientras Mari Carmen Moya recuerda cómo puso en marcha esta fábrica su abuelo, Francisco Moya Campins , una de las operarias en prendas para la cabeza de la empresa coloca un nuevo cargamento de tricornios en una de las mesas del taller. « En aquellos primeros años se podían hacer unos 125 diarios. Hoy podemos hacer más de tres mil cada año, ya que le dan uno a cada nuevo alumno cuando sale de la academia de la Guardia Civil », reseña.

El padre de Mari Carmen, Manuel Moya, le contaba cómo su abuelo era una persona muy aventurera y de espíritu viajero. «Por aquellos años, la única forma para poder salir de Mallorca era alistándose en la Guardia Civil y mi abuelo tenía ganas de conocer otros lugares». Ya, como hijo del cuerpo de la Benemérita , al que toda la familia le ha guardado siempre mucho cariño, acabaría llegando a este pueblo de la Sierra Sur.

A pesar de la dureza de aquellos años, Francisco era un joven con ideas frescas. Había estudiado e incluso se trajo consigo una vieja máquina de escribir que sabía utilizar. Unas actuaciones injustas con él de algunos mandos de la época le enojaron hasta el punto de dejar el cuerpo: «Ya no voy a recibir más ordenes de analfabetos», recuerda que espetó un día. «Y así se quitó el tricornio para empezar a fabricarlo», explica Mari Carmen.

El enfado de Francisco no era contra la Guardia Civil, sino contra unas personas concretas, de modo que su forma de seguir sirviendo al cuerpo fue por un derrotero muy original. «Él mismo se quejaba de la incomodidad del tricornio, así que decidió mejorarlo». Comenzó de esta forma a realizar tricornios de corcho y charol que vendía por toda España.

Así fue como este mallorquín llegado a la Sierra Sur acabó dando una nueva opción de trabajo más allá del campo a los vecinos de Herrera. «Todavía hay gente que me lo recuerda. Por un lado dio trabajo a las mujeres haciendo tricornios , por otro también puso una venta de alpargatas como sus padres lo hicieran en Mallorca . El trabajo del esparto para la suelas sirvió para los hombres del pueblo».

Ser los mejores

La actual dueña de Manufacturas Moya mantiene en buena parte la filosofía aprendida de sus antecesores. «Mi padre me transmitió que hiciera lo que hiciese i ntentase siempre ser la mejor », explica. En ese sentido hace referencia a que una de las máximas de sus prendas es que sean de buena calidad. « En Andalucía se hacen muy buenas prendas de vestir y deberíamos quitarnos de una vez por todas ese complejo de que todo lo que viene de fuera es mejor ». Uno de los ejemplos con los que se encuentra casi a diario es que vienen clientes a los que se les ha dado un uniforme confeccionado fuera y que en poco tiempo está en mal estado .

Mari Carmen señala que el tricornio es la única prenda para la cabeza representativa del país que queda en España. «Se realizan otro tipo de gorras y sombreros, pero estos se encuentran en todos los países. El tricornio es único de aquí, como los sombreros de la Guardia Real Inglesa» , destaca.

Con respecto a su elaboración no oculta que es «una de las prendas más complicadas de hacer». La historia de esta prenda de vestir es larga y con el paso de los siglos ha experimentado muchos cambios. «Ahora es mucho más pequeño que antes, pero sigue teniendo muchos recovecos y esquinas que hay que adaptarlo al armazón, que tiene una forma muy peculiar, con diferentes partes»., comenta a ABC Provincia.

Además de su ligereza, uno de los factores más importantes de su manufactura es la de mantener una temperatura adecuada para cualquier época del año . Es por eso que está fabricado en buena parte por un material que cumple ese requisito, el corcho. Con respecto al valor simbólico de una prenda tan característica explica que: «El cuerpo de la Guardia Civil y su historia tiene sus luces y sus sombras como en otros países lo tienen otros cuerpos de seguridad». La herrereña destaca que el valor simbólico que mantiene hoy día en la reconocible forma del tricornio es la de «respeto».

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