Al Madrid le sacan los colores en Anoeta

Hace apenas cinco días, el Madrid tenía la mejor plantilla de su historia. En la Supercopa de Europa, ante el Sevilla, el once titular daba pavor y en banquillo estaban Isco, Marcelo o Di María, entre otros, más Xabi Alonso, sancionado en la grada, Anoche, en Anoeta, los suplentes de Ancelotti eran Keylor, Nacho, Varane, Arbeloa, Khedira, Illarra y el canterano Raúl de Tomás. Es complicado estropear un equipo campeón de Europa en apenas 100 días, pero se ha logrado. Aunque la persiana de agosto acabe de bajarse, tengo serias dudas de que Ancelotti se coma el turrón. O en las próximas 24 horas el Madrid enmienda la errónea política deportiva de este verano, o la temporada será «molto longa». Y traer cedido al cuarto delantero del Manchester United , también suplente en México, no parece ser la mejor solución. (Narración y estadísticas)

Resulta inexplicable que tras quince minutos de fútbol primorosos, tomar dos goles de ventaja, perdonar tres más y sellarle la cartilla del INEM al bueno de Jagoba Arrasate, los de Ancelotti bajaran los brazos, perdonaran una goleada histórica y se dejaran remontar por una Real moribunda. Aquello empezó con galones de campeón de Europa. Presión en área rival, circulación de balón rápida, entradas por bandas a mansalva y pánico en cada balón aéreo. De este modo llegó el primero, cómo no, de Sergio Ramos, tras una de esas bananas de Kroos desde el córner que recuerdan al mejor Beckham. Era el minuto cinco. Poco después, en el once, Bale firmó una obra de arte. El galés recibió de espaldas en la frontal del área, se dio la vuelta, le tiró un caño mágico a Elustondo y remató con la puntera para hacer el segundo. Con el 0-2, Anoeta miraba a Arrasate y bajaba el pulgar. Afortunadamente, Zubikarai, con dos paradones a disparos de Marcelo y Kroos, y el larguero, que repelió un libre directo de Ramos, evitaron más sangre.

Incomprensiblemente, pasada la media hora de juego, el Madrid dio por cerrado el encuentro y empezó a mirarse el modelito fucsia que estrenaba oficialmente en Liga cual adolescente con camisa nueva se regodea en el espejo de su casa un sábado noche antes de salir. Cuando vas de guapo por la vida y olvidas tus defectos te pintan la cara en un santiamén . Y ya se sabe, balón aéreo en contra del Madrid, medio gol del equipo rival. Así hizo en el minuto 36 el 1-2 Íñigo Martínez, tras remachar en el segundo palo un córner peinado por Xabi Prieto en el primero. Elustondo, al filo del descanso, ante la pasividad de Ramos y Pepe, remató en plancha un centro desde la izquierda de De La Bella y empató el partido. 2-2 y partido nuevo. Ancelotti se frotaba los ojos. Y eso que lo peor aún estaba por venir

La segunda mitad fue calamitosa. Sin actitud, sin ganas, sin revulsivo alguno, el Madrid entregó la pelota, el alma y el escudo a la Real, que ya con los peloteros Canales y Vela sobre el campo, culminó la remontada con otro tanto de Zurutuza y del propio mexicano, de nuevo, tras un saque de esquina. 4-2 y Ancelotti tirando de Khedira y Arbeloa. Dos jornadas jugadas y ya tres puntos de desventaja con el Barcelona y uno con el Atlético. Faltan 24 horas para que se cierre el mercado. Tic, tac, tic, tac...