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historia y fútbol

José Ramón Sauto, el madridista que batalló para Franco en la Guerra Civil

Este mediocentro jugó once temporadas en el conjunto blanco (1933-1944) y llegó a ser capitán durante dos años

José Ramón Sauto, el madridista que batalló para Franco en la Guerra Civil

rubén cañizares

El siete de septiembre de 1912, en México D.F . llegaba al mundo José Ramón Sauto . Poco tiempo después de su nacimiento, su familia decidió emigrar a España y en nuestro país labró su peculiar vida este futbolista del Real Madrid entre los años 1933 y 1944 (antes, en 1932, había jugado en el Imperio). En sus once años en el club, anotó veinte goles, disputó ciento cincuenta partidos y ejerció de capitán durante las dos últimas campañas que vistió la elástica merengue. Pero por lo que Sauto pasaría a la historia no fue por sus hazañas sobre el campo, sino fuera de él.

Lo detalla el historiador Alberto Vargas en su interesante blog «Guerra en Madrid». Sauto, a la vez que jugaba para el Real Madrid, realizaba el servicio militar en el popular Cuartel de la Montaña de Madrid, uno de los lugares históricos de la sublevación militar del 18 de julio de 1936. Por fortuna para él, en ese momento estaba de permiso y el destino quiso que no formara parte de los más de doscientos muertos y centenares de detenidos de aquel levantamiento, como el general Fanjul, fusilado el 17 de agosto en la Cárcel Modelo tras ser juzgado dos días antes por rebelión militar.

Pero la Guerra Civil no había hecho nada más que comenzar y en Madrid se vivían episodios muy sangrientos durante las primeras semanas del conflicto bélico. Sauto sabía que su pertenencia a la guardia civil del Cuartel de la Montaña le convertía en objetivo del bando republicano y pronto lo pudo comprobar de primera mano. Fue detenido y llevado a una cárcel controlada por el grupo anaraquista «Spartacus» , situada en pleno centro de la capital, en la calle Santa Engracia, 18. Allí, le esperaba el paredón y una temprana muerte a los 24 años de edad. Pero entonces, su arraigo madridista le salvó la vida. Un responsable de la checa, aficionado del conjunto blanco, le reconoció y le dejó escapar.

Sauto se refugió en la embajada de México, su país de nacimiento y allí entabló relación con Luis Carrero Blanco y a Ramón Menéndez Pidal , altos dirigentes y personas de confianza del general Franco. En la embajada estuvo hasta febrero de 1937, cuando en un convoy fue trasladado junto a otras 800 personas a Valencia, y de allí se dirigió por su cuenta al sur de Francia, donde su vida ya no corría peligro.

Enlace de guerra

Pero Sauto no quiso regresar a su país ni permanecer en tierras galas. El jugador del Real madrid decidió cruzar de nuevo la frontera con destino a Pamplona para junto a su hermano Ángel, unirse a la IV División Navarra que dirigía Camilo Alonso Vega, amigo íntimo de Franco . Allí ejerció de eficaz mensajero para el bando nacional, entre otras batallas de la Guerra Civil en las famosas de Ebro y Brunete.

Sauto terminó la guerra con vida aunque malherido en su brazo derecho, pero eso no fue impedimento alguno para regresar al Real Madrid, fruto también de su gran amistad con don Santiago Bernabéu. Retomó su carrera como futbolista hasta 1944, cuando disputó su último partido el 9 de abril de ese mismo año en Chamartín (1-2, derrota contra el Barcelona) . Curiosamente, Sauto fallecería justo cincuenta años después de colgar las botas, el 16 de abril de 1994. Y lo hizo en Madrid, la tierra que le hizo futbolista y que siempre sintió como propia.

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