El Rocío 2015
Los almonteños saltaron la reja a las 3.03 horas para comenzar la procesión de la Virgen
La Blanca Paloma, vestida con su manto de «Pentecostés» y adornada con grandes flores de color coral, ya recorre su aldea

Los almonteños han saltado la reja a las 03.03 horas, después de esperar en la ermita la llegada del Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte del rezo del Santo Rosario que ha estado marcada por un silencio novedoso, dando comienzo con ello la anhelada procesión de la Virgen del Rocío.
La Virgen va ataviada con un vestido que para la ocasión han confeccionado con sumo mimo y cariño las mujeres de Almonte que forman parte del taller de bordado de la Matriz, el manto de «Pentecostés» y adornada con grandes flores de color coral que le otorgan una singular belleza.
La salida en este Lunes de Pentecostés se ha producido unos 10 minutos antes que el año pasado -03.13-, y en esta ocasión, se ha recuperado la tranquilidad, la limpieza y la organización de las romerías de 2012 y 2013, después de que el año pasado volvieran a vivirse momentos de desorden y desorganización.
Se ha dejado libre el pasillo central del Santuario, gracias a un cordón humano protagonizado por almonteños, que ha permitido que el Simpecado de la Hermandad Matriz alcanzara el altar y se posicionara frente a la imagen, una estampa que se afanan por hacer normal desde la Matriz.
El salto de la reja
Ha sido en ese momento cuando los almonteños, que ya esperaban junto al paso de la Virgen, la han bajado de su presbiterio hasta la planta central de la ermita entre vítores y palmas y el sonido de las campanas de la espadaña de la ermita.
Apenas tres minutos han tardado en llevar, sobre sus hombros, a la imagen a la altura del pórtico del Santuario, donde la esperaban ya miles de fieles, protagonizando una salida impecable.
Poco más tarde, no sin esfuerzos, ya que la elevada concentración de personas impide a los almonteños trabajar como debieran, la también llamada Blanca Paloma ha abandonado su ermita rumbo hacia la explanada de la marisma, a pie de Doñana.
Desde que se le rompió el varal a la Virgen en 2011, la procesión se celebra de una manera inusitadamente ordenada. Primero, por la calma que hay en el interior del Santuario en los momentos previos a la salida, nada que ver con lo que ocurría anteriormente. Segundo, por la uniformidad de los almonteños y el orden que reina durante la procesión, gracias al cordón que forman alrededor del paso. Y, tercero, por la rapidez con la que la Virgen recorre las calles del Rocío.
Desde allí, iluminada por cientos de flashes de cámaras y móviles, ha comenzado un recorrido que se prolongará aproximadamente hasta el mediodía, y durante el que se encontrará con las 116 hermandades filiales -la primera de ellas la de Huévar del Aljarafe (Sevilla)-.
Un paseo con el que la Virgen les agradece la visita y la fe incondicional que depositan en ella y durante el cual sucederán las salves, los vítores y los olés; las palmas y el cante por sevillanas que en esta madrugada se hacen plegarias de manera constante.
Riesgo de lluvia al amanecer
El riesgo de lluvia a primeras horas de la mañana ha obligado a la hermandad matriz a preparar plásticos para proteger las andas y ha aligerado, si cabe más la procesión.
Una vez que finalice la procesión serán muchas las personas que comiencen a abandonar la aldea del Rocío poniendo con ello punto y final a una romería que se están desarrollando con total normalidad.
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