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BALANCE DEL AÑO PASADO

La Policía Autonómica dio protección en 2013 a 56 menores en situación extrema

Hubo que retirar a 26 niños de sus familias por encontrarse en situación de claro riesgo o desamparo

La Policía Autonómica dio protección en 2013 a 56 menores en situación extrema ABC

EDUARDO BARBA

Suele debatirse sobre las competencias de la Policía Autonómica, para unos escasas, para otros, como los propios agentes de esta unidad, poco publicitadas. Pero el calado de alguna de ellas resulta indiscutible. Especialmente el trabajo con menores, que se incrementa con el paso de los años y obliga a una especialización que este cuerpo se ha tomado con su mayor reto. Y está funcionando. Durante el pasado año, de hecho, 56 menores de la provincia de Sevilla fueron objeto de protección por parte de la Unidad de la Policía Nacional Adscrita a la Comunidad Autónoma, según el balance del área de este cuerpo policial dependiente de la Consejería de Justicia e Interior , al que este periódico tuvo acceso, que vela por la protección y custodia de los menores.

Estos agentes especializados en esta delicada cuestión intervienen para evitar el absentismo escolar y ante situaciones flagrantes de riesgo y desamparo, siempre y cuando los mecanismos institucionales y familiares no puedan garantizar la protección de los menores en casos de especial conflictividad o gravedad. Se trata, en todo caso, de situaciones extremas en las que la orden administrativa —que procede del Servicio del Menor de la Junta de Andalucía — no puede cumplirse por el ambiente conflictivo de la zona donde debe procederse a ejecutar. Cuando los técnicos de la Junta no pueden notificar, elaborar un informe sobre el terreno y, sobre todo, proceder a la retirada de un menor por el desamparo en que vive, es la Policía Autonómica la que actúa. El escenario, por tanto, es siempre el más radical, al que no pueden llegar los propios funcionarios.

Los agentes realizan, sobre todo, patrullas preventivas en horario escolar para la localización de menores ausentes de los colegios. La Delegación del Gobierno de la Junta en Sevilla, tras mantener una reunión con miembros de la comunidad educativa y alcaldes de la provincia, puso en marcha un dispositivo específico de inspecciones periódicas en zonas concretas. Una de ellas es la comarca de La Vega, donde se había detectado un mayor riesgo de absentismo coincidiendo con la campaña de recolección de la naranja, en la que se han utilizado a menores que faltaban a clase. En los casos en los que se determina que un menor es absentista, la policía informa a los padres o tutores de la obligación que tienen de velar por la asistencia regular a clase y de las consecuencias, incluso penales, que conlleva su incumplimiento.

Cuando se detecta una situación de absentismo —ausencias en más de un 25% de las horas lectivas, aproximadamente— y el menor se encuentra en compañía de sus progenitores, los agentes lo comunican a la Delegación provincial de Educación. Si el menor está solo, la Policía lo traslada al centro escolar y lo pone en conocimiento de su dirección, llevando el caso a los servicios sociales municipales y al fiscal de Protección de Menores por si procede la imputación de sus padres o tutores.

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