«Siempre hay salida», mensaje de la asociación pro vida
«Me dejó embarazada, se buscó a otra y me la pasó por delante y eso no lo tolero»
Testimonios de jóvenes a las que RedMadre ayuda a sacar a sus hijos adelante

Dios les puso en su camino a RedMadre y hoy estas jóvenes pueden decir con la cabeza bien alta a esta asociación: «Gracias por haber querido a mi hijo antes que yo y enseñarme a mí a querelo».
Es lo que le dijo una madre a la voluntaria Victoria Blasco que nunca olvidará tal muestra de agradecimiento y a la que todavía, cuando la verbalizarla, se le saltan las lágrimas.
Contra viento y marea RedMadre ayuda a las mujeres, que están embarazadas y ven en el aborto la única salida, a seguir adelante en uno de los más hermosos alegatos a favor de la vida que se pueda pensar.
Las hijas de RedMadre han narrado a ABC sus experiencias para que tomen nota quienes vean en la llegada de un hijo un problema en vez de una bendición.
Eva María Navarro es una sevillana de 39 años que ya tiene a su niño de dos años y medio y hoy es voluntaria de la asociación. Vivía con el padre de Marco y se quedó en estado como era deseo de él, pero cambió de opinión y le aconsejó abortar.
Las presiones no surtieron efecto a pesar de «mis dudas y de que no tenía dinero». Buscó por internet y encontró a RedMadre «que me dio todo, la ayuda que ofrecen no te la puedes ni imaginar». «Pero la solución tiene que venir del Estado propiciando la contratación laboral. Es una triste guasa tener que vivir llamando a una puerta pidiendo ayuda».
Scarlet Pérez López tiene carácter bien encauzado. Está encantada con su Ashley de siete meses. Ya se le ha olvidado todo el sufrimiento a esta joven de 20 años de la República Dominicana. Hasta el rechazo de su propia madre que gracias a Dios ha recapacitado.
Tres años de noviazgo con un chico del pueblo no sirvió de nada. «Es más, se buscó a otra cuando me quedé en estado y me la pasó por delante y yo eso no lo tolero aunque esté sola». Ahora vive con su madre en San Juan de Aznalfarache y quiere estudiar Derecho, tener trabajo y compaginar ambas tareas. Dice que la gente la critica por ser madre soltera pero «yo paso de eso...y del padre de la niña».
Ekaterina Shvetsova, como no le gusta el frío y los colores oscuros de su Rusia natal, en 2007 se vino a Montequinto con su hermana. Esta licenciada en Química de 26 años habla español divinamente. Ha trabajado de limpiadora en una guardería y ahora luce una espléndida barriguita.
Como a todas, su novio la dejó, pero la trabajadora social del centro de salud la puso en contacto con RedMadre «que me dio valor, lo que yo necesitaba». Echa horas en una casa «con una familia estupenda y alterno ese trabajo con RedMadre». «Decidí tener a mi hijo y la vida me ha sonreido. Cada día me alegro más».
Tina Odiase es de Nigeria y está embarazada de seis meses y sola hasta hace poco menos de un mes que encontró a RedMadre. Comparte un piso de alquiler con una paisana en Sevilla, y ha tenido que dejar la venta de pañuelos de papel en los semáforos por su estado.
Su familia está en África y le aconsejan que siga el embarazo «porque es un delito matar a un inocente». De modo que ni se planteó abortar, ya que tuvo la suerte de recibir mensajes positivos y ahora en la asociación, más aún. Aunque acaba de llegar, está integrándose con los cursos «tan interesantes», pero necesita un trabajo.
Todas ellas y muchas más van a la sede de RedMadre donde reciben ayuda psicológica, cursos de formación, aportaciones materiales de primera necesidad, nunca dinero contante y sonnate, y ese impulso que nunca encontraron.
La red de RedMadre consigue lo que necesita gracias a las aportaciones de entidades y particulares y en estos momentos está necesitada de ropa de premamá, pañales, leche, carritos de bebés y cunas, relata la voluntaria Teresa Galán.
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