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patrimonio

Del suelo al cielo del Archivo de Indias

Hoy lunes, Día Internacional de los Archivos, el edificio abre sus puertas por primera vez a visitas inéditas a las cubiertas y el sótano

Del suelo al cielo del Archivo de Indias rocío ruz

a. f.

El Archivo de Indias muestra al público, por primera vez, sus cubiertas y sótanos en la visita que mañana lunes podrá realizarse a este edificio público del Bajo Renacimiento, quien lo haya solicitado previamente en una iniciativa con motivo del Día Internacional de los Archivos. Serán visitas controladas, cada media hora y en grupos de 15 personas, entre las nueve de la mañana y las tres de la tarde, que se habrán concertado previa solicitud en el teléfono 955 56 36 33.

La antigua Casa Lonja de Mercaderes, reconvertida en el mayor y más importante Archivo americanista del mundo, nos habla de la apasionante historia de la Sevilla centro del universo conocido en el Siglo de Oro. Supone un hilo histórico, arquitectónico e incluso, en sus cimientos arqueológico de la evolución de la ciudad, y estéticamente, una inflexión entre la Catedral gótica y los muy superpuestos estilos arquitectónicos que convergen en los Reales Alcázares.

En la visita parcial a los sótanos pueden apreciarse restos de antiguas construcciones que van hundiendo sus raíces en los más viejos recuerdos de Sevilla. Para hacer aquellos cimientos, se cortó la muralla y se enterraron los vestigios antecedentes. Precisamente, en las obras realizadas en los primeros años de 2000 para crear las galerías que hoy comunican el Archivo con la Cilla por las que se trasladan los documentos, se hallaron los restos de una torre almohade asociada a un tramo de la muralla -que podrán ver los privilegiados que hagan esta visita-, entre un conjunto de edificaciones islámicas.

Si el Rey Felipe II decidió la construcción de la Lonja en terrenos de las Herrerías Reales y la Casa de la Moneda a fines del XVI, el Rey Borbón Carlos III fue el impulsor del proyecto ilustrado de convertir la Lonja en el Archivo que guardara todo el caudal de documentos generados. Hoy protege más de 43.000 legajos del siglo XV al XIX de América, Filipinas, Cuba... que suponen más de 80 millones de páginas documentales. En esta reconversión es fundamental la figura de Lucas Cintora, el arquitecto que readaptó el edificio, que dio diafanidad a las galerías que hoy ven los visitantes, que dio suntuosidad a la impresionante escalera principal del Archivo de Indias. Estamos en 1785, pero a esta meca de la mejor historia de los mundos allende los mares, aún le quedaba camino para ser lo que es hoy, porque en pleno siglo XX aún se ocuparon dependencias de la planta baja para la Junta de Obras del Puerto y de la Cámara de Comercio. Los usos no archivísticos se desterraron en el último tercio del pasado siglo.

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